viernes, 14 de marzo de 2008

50 euros

¡Hacía tanto que no me enamoraba a las 8 de la mañana!!

Estoy distraído, en la cafetería, leyendo el periódico. La chica de al lado dice “¿Me cobras, por favor?”. Me fijo en ella: una rubia algo más joven que yo (unos 30 años). Como está de espaldas al ventanal, el sol le da en el pelo, que parece que arde. Lo ha dicho como si dijera “Tómeselo con calma, no trabajo, no tengo ninguna prisa por irme”.

“Con una mujer así, de novia mía, yo tampoco tendría nunca prisa por pagar”.

El camarero es un emigrante amateur muy poco profesional, pasa de ella: se queda mirando cómo cae el café en las tazas o el zumo en las copas.

Va a pagar con un enorme billete de 50 euros. “Con una mujer así, a mi lado, yo nunca volvería a tener miedo en la vida”, me digo. Y es que cuando no tengo más remedio que pagar con un billete grande me siento un canalla, como si le hiciera una gran faena al que cobra. “Perdone que le tenga que pagar con 50 euros...”, empiezo siempre.

A ella le da igual.

El camarero se entretiene al fondo de la barra.

Empieza a sonar una música alegre, quizá Queen. Con la vista perdida en el infinito, sin prisa, ella lleva el compás con el billete de 50 euros, como si fuese una batuta. La amo. Una mujer que es capaz de llevar el compás con 50 euros es, sin duda, una mujer con gran clase (y, probablemente, con muchos billetes de 50 euros en su tocador).

Cuando, por fin el camarero se digna acercarse, yo también pago, con una triste monedita de 2 euros. Si hubiera tenido algo de gracia, algo de valor, habría dicho al amateur: “Yo pago lo de esta dama”. Pero no me atrevo. A ella le trae un plato lleno de billetes azules y monedas, a mi dos o tres miserables moneditas doradas. “Con una mujer así, ...”.

Voy hacia la puerta, salgo, la mantengo abierta, suponiendo que ella viene detrás mío. Me vuelvo: se ha quedado hojeando los periódicos, va a encender un cigarrillo. Es perfecta.

Mi día se tiñe de un sol nuevo: ¡hacía tanto que no me enamoraba a las 8 de la mañana!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Este hombre, Carlos... no se merecía ese respeto pero sí que no transcendiese tu rabieta. En el fondo es un cursi... y lo cursi es falso. Estoy, como todos, saliendo del agujero... pero nos irá bien porque creemos en Dios.

La gente buena es algo ingenua... "cree en la bondad de la gente mala"... y los malos utilizan todas sus argucias. Yo saldré del "infierno" en breve... pero estos post... "algo elevados"... les duelen a ellos y bastante, porque... "no tienen formación"... siguen el dictado de la Secta. Este debe de ser un "pez gordo" porque "tiene mal aprovechado ingenio".

Fernando dijo...

Eres un gran tío, Federico: ojalá que Dios te ayude y haga tu vida feliz y que tus días pasen tranquilos.

F.

teka dijo...

pero solo has escrito la historia de una mañana...estoy segura que desde entonces vas todas las mañanas al mismo sitio a desayunar...jeje.

Fernando dijo...

Querida Teka renacida:

Sí, sí que he vuelto, pero ella no.

He visto ejecutivos, funcionarias y pijos pagando cafés con 50 €, y en la fealdad de su gesto he comprendido la belleza de ella, su gracia, su encanto.

No pierdo la esperanza; seguiré intentándolo y te mantendré informada.

Suerte con el examen.

F.

Anónimo dijo...

He vuelto a leer tu "enamoramiento" y ciertamente sólo el que ama el bien ama de verdad la belleza. ¿Y el corazón?

Fernando dijo...

Querido Frid:

Mi enamoramiento era puramente estético, superficial: seguro que si me dirigiese la palabra, o yo a ella, no tendríamos mucho en común.

Te confieso -como ya le dije a Teka- que siempre que he vuelto a la cafetería lo he hecho con la ilusión de que estuviera, pagara ella con 50 € o no, pero (por ahora) no ha habido suerte.

F.