viernes, 28 de enero de 2011

No es país para viejos

Zapatero vino para hacer de España un país de hombres iguales pero nos deja una nación de viejos desiguales.

Desde ahora habrá viejos de 1ª, que serán [seremos] aquellos que pudieron empezar a trabajar antes de cumplir los 26 años y 6 meses y que no han dejado de hacerlo ni un solo mes: podrán seguir jubilándose a los 65 años con la pensión completa. Los demás (viejos de 2ª) deberán aguantar hasta los 67 años, y ni siquiera eso les garantizará toda la paga, dependerá de los huecos de su vida laboral. Teniendo en cuenta que hoy el 20% de los trabajadores y -en concreto- el 40% de los trabajadores jóvenes están en paro, es fácil deducir que habrá una gran mayoría de viejos de 2ª y una pequeña minoría de viejos de 1ª.

¿Cómo hemos llegado a esto? El gobierno dice que es por el progresivo envejecimiento de la población española. Esto es verdad, pero no toda la verdad: el pasado lunes la Ministra de Economía proclamó que daba otros 20.000.000.000 € a los bancos en apuros. Quizá si no se hubiera sido tan generoso con tanta gente no tendríamos ahora problemas de futuro.

(Aclaración 1, importante: uso el término "viejo" con respeto, así es como llamo en mis conversaciones privadas a mi gente querida; nunca "anciano" o "mayor")

(Aclaración 2: a mí no me afecta la reforma, pues empecé a trabajar con 24 años y medio. De alguna forma, he ganado la vieja apuesta que conté aquí y aquí)

martes, 25 de enero de 2011

Ambición

La Administración española crea hombres extraños, sin ambición, sin ilusión de futuro, sin afán de cambio. Yo soy un ejemplo de esto.

Tuve hace mucho un buen puesto de funcionario, tomaba decisiones, se me consultaba, negociaba con gente de fuera. Me lo quitaron, me llevaron a otro con el mismo sueldo pero sin ninguna influencia, ni siquiera necesitaba tarjetas de visita. Fue un gran golpe.

Pasaron los meses, los años, y acabé amando mi nuevo sitio y sus cosas: más libertad, menos responsabilidad, más tiempo para mí.

Ahora se ha convocado otro puesto con poder, con igual sueldo al que tengo. Lo dudé un par de horas y no lo pedí: prefiero mi libertad y mi irresponsabilidad.

Para llegar a esta decisión tuvo que morir, hace mucho, una superstición de funcionario joven: tener poder te da seguridad. No: tener poder te arriesga a cometer errores y a tener problemas. No quiero problemas.

Espero no arrepentirme de esta actitud cuando sea viejo.

viernes, 21 de enero de 2011

Un tío elegante

No es lo mismo ser elegante que ir elegante o que llevar ropa elegante. No lo digo con soberbia, yo siempre voy sencillo, sin pretensiones de elegancia, pero me gusta desenmascarar a la gente que no es elegante aunque lleve ropa elegante.

En el Metro iba sentado un tío que llevaba ropa elegante, pero ¿era además un hombre elegante? Lo observé con cuidado. Llevaba un buen traje, de un color original, como un marrón verdoso. La camisa, bien conjuntada con la corbata, parecía de hilo bueno, bien planchada, sin brillos. Llevaba una graciosa bufanda atada al cuello, innecesaria en un día primaveral en Madrid. Los zapatos de una piel extraña, como de un marrón muy gastado pese a que iban muy limpios, probablemente serían nuevos. En un momento que extendió el brazo le vi el puño de la camisa: no sólo llevaba gemelos, sino que eran super-snob, unos que son como dos bolitas de cordón de colores unidas por un hilo. En fin, iba hojeando un buen coleccionable de arte, grandes hojas editadas en papel brillante, con fotos bonitas. Llevaba una pierna apoyada sobre la otra, sin molestar a la vecina pese a ser un tío alto.

Todo parecía en él propio de un hombre que no sólo lleva ropa elegante, sino que es elegante. Sin embargo, algo no cuadraba: tenía una mandíbula gigantesca y unas manos enormes, como de jugador de baloncesto o de leñador. Si uno le tapaba la cara podía pasar, sí, por un dandy, pero si luego volvía a ver la mandíbula y las manazas era como un jugador de baloncesto o un leñador disfrazado de dandy. Esto me hizo sospechar.

Lo observé, esperando un error que le delatara: un estornudo violento al aire, un dedo furtivo en busca de un moco en la nariz, el móvil sonando con una música hortera. Pero no hubo nada que le descubriera. Hasta que me bajé, lleno de dudas, siguió hojeando con indolencia su coleccionable de historia del arte, sin mirarnos a los demás viajeros.

martes, 18 de enero de 2011

Liga: balance

Este fin de semana hemos pasado el ecuador de la Liga de fútbol, todos han jugado ya con todos, empezamos la segunda mitad. Es el momento de hacer balance.

Mi equipo, el Deportivo de La Coruña, llegó a estar en el último puesto, el 20º. Reaccionó, ganó varios partidos seguidos y se sitúo en el centro de la tabla. Desde entonces, domingo a domingo, tiene una Liga particular con el Hércules, el Rácing de Santander y el Osasuna por los puestos 12º, 13º, 14º y 15º.

Mi segundo equipo, el Real Madrid, empezó muy bien y se puso por delante del Barcelona, en el puesto . La gran estrella del equipo no era ninguno de sus caros jugadores, sino el entrenador, José Mourinho, que iba por todos los campos de España provocando a los equipos y faltando a los otros entrenadores. Llegó el partido con el Barcelona y perdió por un terrorífico 0-5. Todo ha vuelto a ser como siempre, el Madrid en el puesto, incapaz de alcanzar -un año más- a un Barça que nunca pierde.

Mi tercer equipo -por esta temporada-, el Málaga, también cayó al puesto 20º. El entrenador fue cesado, el jeque propietario trajo al chileno Manuel Pellegrini, que con mucho esfuerzo y algunos fichajes ha logrado poner al equipo en el puesto 16º. La emoción sigue siendo grande, pues está a sólo un punto de volver a estar en los puestos de descenso (18º a 20º).

Allá a lo lejos ya se ve el verano.

lunes, 17 de enero de 2011

Luz del mundo (y III)

III- Ideas breves

Le pregunta el periodista qué característica principal ha de tener un Obispo de nuestros días y responde: el valor.

Regla de comportamiento: hay que huir de la comodidad, "como seres humanos hemos de plantear exigencias mayores a la condición humana; más aún, que justamente sólo a través de eso se accede a la felicidad mayor".

Le pregunta por la posibilidad de la ordenación de mujeres, por la tesis que relativiza que en la Última Cena hubiera sólo hombres, y califa esto de "disparate": lo habitual en aquella época, en casi todas las religiones, era que hubiera sacerdotisas, por lo que hubiera sido perfectamente posible que Jesús -si hubiera querido- hubiera hecho partícipes de la función de consagrar a las mujeres.

Da una definición impactante, "cristianismo de decisión", "personas que vivan y confiesen de nuevo de manera consciente su fe", de ellos dependerá en buena parte el futuro de la Iglesia.

Le pregunta por España y por las crisis vividas aquí en el siglo XX: "Allá existe también una vitalidad de fe que, por lo visto, los españoles llevan en la sangre".

viernes, 14 de enero de 2011

Luz del mundo (II)

II- El pontificado

(Algo divertido: en la traducción española el periodista llama a los años del pontificado la "era benedictina")

Se recuerda en el libro que los primeros años de Benedicto fueron tranquilos, había una simpatía general hacia el nuevo Papa. Eso se fue torciendo poco a poco, lo que a Benedicto le parece natural: "Si sólo hubiera habido aceptación debería haberme preguntado con seriedad si realmente estaba anunciando el Evangelio en su integridad" (lo que me recordó un viejo post).

El primer tropiezo vino (en 2006) con el discurso en la Universidad de Ratisbona, manipulado para irritar a los musulmanes con el Pontífice en vísperas del viaje a Turquía. Vino después el escándalo (igualmente hipócrita) por el breve Summorun Pontificum, que facilitó el uso de la liturgia de Trento, y que -admite Benedicto- quizá no fue bien explicado a la opinión pública; y el numerito por sus declaraciones sobre el preservativo y el SIDA, en el viaje a África (2009), que a él le dolieron especialmente pues no hay nadie en el mundo que haga más por estos enfermos que la Iglesia Católica.

El libro dedica gran atención a la siguiente crisis (2009), el levantamiento de la excomunión a cuatro Obispos de la fraternidad de Lefebvre y el escándalo porque uno de ellos, Williamson, negaba el Holocausto nazi. De lo primero aclara el fundamento jurídico, que de ningún modo era -como se dijo- que el Vaticano disculpara su rechazo del Concilio; de lo segundo detalla la manipulación que hubo, pues la entrevista maldita no se hizo pública hasta que era oficial el levantamiento de la excomunión (una trampa a la Santa Sede, pues).

En fin, Benedicto afronta valientemente el grave tema de los sacerdotes y religiosos pederastas (2010). Sin restar importancia al asunto, aclara que el % de clérigos afectados es mucho menor que entre los hombres casados, y da una idea que me gustó: la culpa de esta barbaridad no es del celibato, sino (al revés) del relajamiento de la disciplina, del aire libertario que se introdujo en la Iglesia por contagio de Mayo de 1968. A este respecto, cuenta su entrevista con uno de los Obispos afectados, el de Dublín, que le explicó que desde 1960 en su diócesis dejó de aplicarse el Derecho Penal Eclesiástico, "imperaba la consciencia de que la Iglesia no debía ser más Iglesia del Derecho, sino Iglesia del amor, que no debía castigar. Así, se perdió la consciencia de que el castigo puede ser un acto de amor".

No todo son recuerdos amargos, claro: hay páginas felices sobre los viajes del Papa, la integración de los anglicanos, las tres Encíclicas, los Años Paulino y Sacerdotal y la publicación de Jesús de Nazaret.

miércoles, 12 de enero de 2011

Luz del mundo (I)

Leo Luz del mundo, la larga entrevista del periodista Peter Seewald a Benedicto XVI. Anoto algunas ideas que traeré aquí por este orden:

I- El mundo.
II- El Pontificado.
III- Otras ideas.

I- El mundo

Parte Benedicto de un recuerdo amable de su juventud, de sus primeros tiempos de párroco en la Alemania de post-guerra: "Había sin embargo tanta alegría en la fe compartida, en la escuela, con los niños, con los jóvenes, que yo me sentía verdaderamente impulsado por esa alegría". Pero todo ello se vino abajo tras Mayo de 1968, con el creciente secularismo, con la pérdida de valores morales en toda Europa y en el mundo: "Estoy también decepcionado. Decepcionado sobre todo de que en el mundo occidental exista ese disgusto con la Iglesia, de que la secularidad siga haciéndose autónoma, de que desarrolle formas en las que los hombres son apartados cada vez más de la fe, de que la tendencia general de nuestro tiempo siga siendo opuesta a la Iglesia".

Quizá, en esta línea, el párrafo del libro que mas me impactó es aquel en el que explica los excesos del laicismo actual. Hay "una nueva intolerancia", "una nueva religión que aduce tener una vigencia universal porque es racional, más aún, porque es la razón en si misma". Como ejemplos de esto pone el afán de quitar el crucifijo de los lugares públicos o de obligar a la Iglesia a cambiar su opinión sobre la homosexualidad o la ordenación de mujeres. Todo ello lleva a que "en nombre de la tolerancia se elimine la tolerancia" hacia el cristianismo.

Una frase que me hizo pensar, hablando del mundo: "El hombre de hoy no comprende ya sin más que la sangre de Cristo en la cruz es expiación por sus pecados", se alude con esto a realidades que para el hombre actual no significan nada y que la Iglesia ha de re-elaborar y volver a predicar.

Y, en fin, a veces hay un aire de optimismo, no todo en la modernidad es malo, hay muchas cosas buenas, muchas cosas que compartir, si no fuera así este pensamiento no habría tenido tanto éxito.

martes, 11 de enero de 2011

El Principito

Vuelvo a leer, después de muchos años, El Principito de Saint-Exupery. Comprendo lo importante que fue este libro para mí, cuántas veces lo leí, pues hay frases de las que recuerdo el final según veo las primeras palabras.

Hay dos escenas que me han acompañado todos estos años y que de algún modo han influido en mi comportamiento. Una es aquella en la que el Principito llega a un planeta en el que un hombre vende píldoras que quitan la sed. El niño le pregunta que para qué sirve eso, el otro le explica que para ahorrar tiempo, en concreto 53 minutos a la semana. "Yo, si tuviera 53 minutos para gastar, andaría despacito hacia una fuente".

La otra, por supuesto, es la charla con el zorro, ya en la Tierra. El zorro le explica qué es la amistad, el proceso en el que uno "domestica" a un amigo y el amigo a uno mediante pequeños encuentros, mediante pequeñas charlas. Al final, los amigos se necesitan mutuamente y eso llena la vida de color. Nunca he olvidado la comparación del zorro: él no come pan, los campos de trigo no significan nada para él, nunca lo han significado. Pero cuando el Principito lo haya domesticado, todo cambiará, pues los cabellos del niño son rubios como el trigo. "¡Entonces, cuando me hayas domesticado, será maravilloso! El trigo, que es dorado, me traerá tu recuerdo. Y me gustará el rumor del viento en el trigo".

(¿Hace falta decirlo? En el mundo de los blogs también hay campos de trigo: Chile antes no era más que un país americano entre otros muchos, Castellani un autor desconocido, Mes Aïeux un grupo ignorado, Málaga una ciudad andaluza más)

lunes, 10 de enero de 2011

Informe AIN

Me imprimo el informe de Ayuda a la Iglesia Necesitada sobre la libertad religiosa en el mundo, casi 500 páginas que iré leyendo poco a poco, agrupando los Estados por zonas geográficas. Hace referencia a los años 2007 y 2008, así que es probable que en algunos sitios la situación haya variado (a peor, claro).

El informe es detalladísimo, supongo que habrán colaborado las Conferencias Episcopales de todo el mundo: en Argentina cuenta la bronca entre el Arzobispo de Buenos Aires y el difunto señor Kirschner por unas blasfemias; en Chile narra la discusión por la legalización de la píldora del día siguiente; en España habla de la Ley de Cultos de Cataluña.

Tras leer algunas fichas, esbozo una primera definición del núcleo duro de la libertad religiosa, aplicada a los cristianos: es la libertad para seguir siendo cristiano, convertirse, hacer apostolado, abrir una iglesia, ir a Misa y disponer de un sacerdote. Según avance la lectura matizaré esto.

miércoles, 5 de enero de 2011

Enero en Madrid

La gran novedad del año 2011 en Madrid es que entra en vigor la dura Ley Anti Tabaco que prohibe fumar totalmente en lugares públicos. En la puerta de las cafeterías y de las tiendas hay clientes y dependientes fumando, pese al frío. Voy a una tienda de fotocopias, la dependienta, socialista, estaba fumando fuera, me explica furiosa que España es en realidad una dictadura.

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Como todos los años, grandes filas para comprar la lotería del 6 de enero (día de los Reyes Magos) en la sucursal de Doña Manolita, en la Gran Vía. La cola rodea la manzana [cuadra]. "Es que toca más que en otras sucursales", "Pero no a ti, ¡tonto!, tú tienes las mismas pocas posibilidades que en cualquier otra sucursal".

...

Horrible situación de España, una mujer de clase media rebusca en las papeleras del Metro, a dónde vamos a llegar. Luego, mientras espero arriba, cerca de la taquilla, la mujer se dirige a la taquillera, no ha conseguido encontrar la cartera que le han robado en las papeleras. La otra le recomienda buscar en las de la calle, cerca de la entrada del Metro.

lunes, 3 de enero de 2011

Misa de las familias

Un año más, gran Misa de las familias en la Plaza de Colón de Madrid.

Un año más, el milagro de que el cielo amaneciera cubierto y que al empezar la Misa estuviera totalmente despejado. El Cardenal Rouco lo vinculó en su homilía con la Providencia de Dios, con buen humor.

Vinieron familias y Obispos de toda Europa, había para ellos un servicio de traducción simultanea a los principales idiomas. Había grandes pantallas para seguir la Misa aunque uno estuviera lejos (como fue mi caso): en una esquina iban traduciendo al lenguaje de los sordos. Fue curioso, todo lo hacían un chico y una chica, salvo el Evangelio, la homilía y la consagración, en que el traductor fue un sacerdote.

La música, casi toda, de los neocatecumenales, un poco pesada al final, el propio Kiko Argüello cantaba.

En su homilía el Cardenal Rouco estuvo realista, es decir, apocalíptico: se destruye la familia, se destruye la moral familiar, se destruye la moral general, la sociedad se vuelve cruel y terrible, lo vemos todos los días en el periódico, sólo Dios nos sacará de este círculo infernal.