lunes, 28 de marzo de 2011

Móviles

En el vagón del Metro la chica y el chico se besan apasionadamente. Al llegar a la estación se despiden.

Nada más bajar ella, él se saca el móvil [celular] y mira ansiosamente si ha tenido una llamada o un mensaje. Ella camina dos pasos por el andén, se para, saca el suyo del bolso y hace lo mismo.

jueves, 24 de marzo de 2011

Portugal

Anoche dimitió el gobierno portugués. Habrá elecciones anticipadas.

Portugal, como España y otros países de Europa, es una familia arruinada. Vivió a lo grande en los años buenos y ahora, en los años malos, sus ingresos no le llegan para cubrir sus gastos. Por los excesos de los años buenos y por las urgencias de los años malos, la familia portuguesa ha ido acumulando una deuda monstruosa con los bancos (ay, sobre todo con los españoles). Cada pocas semanas ha de ir al banco a pedir otro préstamo, no le llega el dinero para vivir, y entonces se asiste al drama de ver al director analizar la nómina, los recortes de gastos, las frivolidades, antes de decidir si le da un préstamo nuevo y a qué interés, cada vez más alto. Por si el drama no fuera pequeño, al lado está la familia alemana, de la que el banco se fía y le da barato.

Ayer miércoles el padre (el primer ministro) reunió a los hijos (la Asamblea) y les dijo que había que hacer más sacrificios, los bancos no estaban contentos con la economía familiar y querían pedir intereses más altos por los nuevos préstamos. La familia se negó, ya está bien de sacrificios, queremos volver a tomar postre, y el padre decidió irse.

No tengo mucha simpatía por este hombre, José Socrates: es socialista, amigo de Zapatero y trajo a Portugal el aborto y el matrimonio gay. Pero en su día tuvo un gesto de dignidad admirable. La comunidad de vecinos (la Unión Europea) ha constituido un fondo de dinero para ayudar a los vecinos en apuros, ya hubo que usarlo con Grecia e Irlanda, e invitó a Portugal a que les pidiera dinero y dejara de tener que ir a los bancos. Portugal se negó: imagínate la humillación de que tus vecinos te presten plata y luego tengan derecho a meterse en tu casa, decir cómo tienes que gastar, cómo tienes que ahorrar. Dijo Sócrates que prefería seguir yendo a los bancos, por muy difícil que fuera esa salida, antes que pedir a los vecinos.

La dignidad se acabó anoche.

¿Qué le importa todo esto a España? Mucho: por la cercanía física y espiritual, pero también por la profecía. Desde el inicio de la crisis la prensa económica de Estados Unidos y Gran Bretaña hizo un maldito juego de palabras, "the PIGS", "los cerdos", cogiendo las iniciales (en inglés) de Portugal, Irlanda, Grecia y España. "The PIGS" iban mal, "the PIGS" tenían problemas, "the PIGS" acabarían quebrando, "the PIGS" son una carga para Europa. Ya han caído la P de Portugal, la I de Irlanda y la G de Grecia, adivina qué letra falta.

lunes, 21 de marzo de 2011

Vía dolorosa

Voy el domingo por la tarde a Misa a Jesús de Medinaceli, el templo en el que los primeros viernes de marzo se forman colas gigantescas para pedir favores a Jesús mientras se besa su pie: te da 1 de los 3 que le pidas, creo. Este año hubo menos gente, sólo once manzanas (cuadras), lo que no se debe a que España vaya mejor sino a que llovía y hacía frío y viento.

En plan folclórico hago el trayecto que hacen los peregrinos, empiezo donde terminaba la cola el pasado día 4: final de la calle Atocha (cuatro manzanas), Fúcar (cinco) y Jesús (dos). Todo es distinto a esa noche, claro: mi paseo es agradable, es la primer tarde de primavera en Madrid, de las ventanas abiertas de los cafés salen charlas alegres, un grupo de estudiantes italianos da vueltas por ahí, de los árboles brotan las primeras hojitas verdes. Yo voy despreocupado, sin problemas, y apenas tardo 20 minutos en hacer el recorrido, frente a las 5 o 6 horas de esa noche terrible. Me voy imaginando el alivio de la pobre gente cuando, tras horas de estar de pie, fueran viendo los edificios que veo yo, la cervecería, la cerería, la floristería. Rezo (un poquito) por sus intenciones.

Gran homilía del franciscano: cuando recuerda la frase de Dios Padre en la Transfiguración, "haced lo que Él os diga", señala a la imagen de Jesús de Medinaceli, doliente en su túnica morada, que pareciera a punto de hablar para condenar nuestra frivolidad.

jueves, 17 de marzo de 2011

Cena

-¡Mi novio es muy bueno! ¡Me invita a cenar todas las noches en su casa!

(No sospechaba que él lo hacía porque no soportaba la cocina de ella,
sus excesos con el aceite y la cebolla,
la pesadez de sus salsas)

lunes, 14 de marzo de 2011

Cura de Ars

Tengo flojera espiritual.

Por eso vuelvo a leer la vida del cura de Ars: la primera vez me llenó del gusto por las cosas fundamentales de la fe (Comunión, oración, caridad, confesión).

viernes, 11 de marzo de 2011

Dependientas

La dependienta-jefa (¿o es la propietaria?) de la pastelería es española y mayor. Lleva el pelo muy arreglado y buenos collares, parece una clienta del barrio que jugara a ser dependienta. Si le digo que los pasteles del otro día fueron buenos sonríe durante dos milésimas de segundo y luego vuelve a mirar con desprecio.

La otra dependienta de la pastelería es española y joven, simpática y alegre, se siente afortunada por trabajar ahí. Si le digo que los pasteles del otro día fueron buenos sonríe mucho y dice "¿de verdad?", feliz como si los hubiera cocinado ella.

La dependienta-jefa (¿o es la propietaria?) de la tienda de arreglos de ropa es sudamericana y mayor. Siempre fue una mujer silenciosa hasta que un día, no sé porqué, rompió a hablar y hablar, 15 o 20 minutos hablando de la situación de España o de la sierra de Madrid o de los jóvenes. Ya no puedo ir allí cuando voy con prisa.

Las dependientas del supermercado son jóvenes, hasta hace poco eran todas sudamericanas pero, poco a poco, según avanza la crisis, van siendo sustituidas por españolas. Hay simpáticas y antipáticas, trabajadoras y vagas. Cuando una falta durante un tiempo te preocupas, te alegras cuando vuelve a su caja.

La dependienta del supermercado que me gusta es sudamericana y joven y ha ascendido, ahora es una de las jefas de nivel medio. Esto ha dulcificado su carácter, ya no te responde nunca con furia, pero le ha estropeado un poco el aspecto por tener que ir corriendo de un lado a otro.

(Ocurrió con ella una imagen como de película. Iba yo en el autobús y se detuvo antes de la parada, frente a un escaparate de una tienda de ropa cara del barrio. Me fijé y ahí dentro estaba ella, todavía sin el uniforme. Sacaba los vestidos de las perchas, los miraba con severidad, los volvía a poner en su sitio como si no le parecieran suficientemente buenos.

¿Engañaría a la propietaria de la tienda? ¿Le haría creer que es una estudiante mexicana rica en viaje de estudios por España?)

miércoles, 9 de marzo de 2011

Decisión

Tienes que tomar una decisión que cambiaría tu vida. Por usar una metáfora, es como si dudaras entre seguir viviendo en tu casa o mudarte a un barrio nuevo.

(En realidad no tienes que tomar una decisión: puedes esperar un año más, dos años más, tres años más, no tomarla nunca, seguir como estás. El único problema es que la idea de la muerte va estando cada vez más presente en tu vida, aunque sólo tienes 45 años siempre está ahí, vigilando. Si esperas un año más, dos años más, tres años más, no pasa nada, salvo que si al final decides cambiar, cuando mueras habrás aprovechado el piso nuevo un año menos, dos años menos, tres años menos)

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Dudas entre las dos opciones. Durante semanas vas anotando razones a favor y en contra, incluso usas tinta de dos colores, en negro a favor de la opción A, en azul a favor de la opción B. Te salen decenas de razones en cada color (por seguir con el símil: la panadería de mi barrio es buena / pero la del otro también parece de calidad; / el barrio nuevo tiene buenos parques / pero los del actual también son bonitos). Según pasan los días, van comprendiendo que en el fondo sólo hay una o dos razones a favor o en contra, lo demás son adornos o distracciones: me gusta mi casa actual / pero también la casa nueva.

Dudas, pero algo dentro de ti te dice lo evidente: si tienes dudas sobre cambiar tu vida más pronto o más tarde la cambiarás. Al menos, así ha sido otras veces en tu pasado, y siempre ha salido bien con la ayuda de Dios.

(Todo es una metáfora
no hay ningún piso en juego
ni tiene nada que ver con que hoy sea miércoles de ceniza)

viernes, 4 de marzo de 2011

Edificios

Quedé en la puerta de la parroquia y me hicieron esperar.

Me fijé en los tres edificios de vecinos que hay enfrente. Fueron construidos por el mismo arquitecto, en el mismo estilo. Por primera vez (en 15 años) me di cuenta de que no son exactamente iguales. En el de la izquierda los barrotes de los balcones son sencillos, simples líneas verticales de hierro, en los otros dos hacen un dibujo, como una flor; en el de la izquierda la cornisa superior es lisa, en los otros dos tiene varios entrantes y salientes; en el de la izquierda el borde de las ventanas es de cemento, en los otros dos de ladrillo de dos colores.

¿Cuáles se hicieron antes, el de la izquierda o los dos de la derecha? Si se construyeron de derecha a izquierda hubo decadencia, el arquitecto cada vez tenía menos dinero, cada vez le daba más igual el estilo; si de izquierda a derecha es síntoma de progreso, cada vez había más medios, compradores más ricos, el arquitecto se afanaba más en la estética de los edificios.

En cada uno había, al menos, un cartel de "Se vende".

martes, 1 de marzo de 2011

Sevilla

Fin de semana feliz en Sevilla.

Tuvimos mucha suerte: pudimos besar el pie de Cristo muerto en la Capilla de los Servitas, el talón de Jesús en el Huerto de los Olivos en la Capilla del Rosario y la mano izquierda del Señor crucificado en la Basílica del Salvador; todas estas imágenes habían sido bajadas de su lugar habitual. Sin duda, lo más impactante fue la Capilla de Nuestra Señora del Rosario, forradas sus paredes de terciopelo rojo, con grandes velones encendidos. Rodeabas la imagen (de tamaño mayor al natural), besabas el tobillo de Nuestro Señor, dos jóvenes vestidos de mayordomos limpiaban rápido tu beso con un pañuelo de encaje. Un señorito en vaqueros manejaba el inciensario, cuando el humo aclaraba echaba más incienso, volvía a salir el humo, si mirabas hacia las lámparas eran como el sol en medio de la niebla.

Más suerte: no pudimos visitar la Catedral el sábado porque había una ordenación. Dando vueltas por el vecino barrio de Santa Cruz, callejuelas estrechas, suelos de piedra, paredes blancas, naranjos, geranios rojos en las ventanas, sonaron varias veces las campanas de la Giralda (la torre de la Catedral) con enorme estruendo, como si el Espíritu Santo bajara sobre la ciudad.

Naranjos con naranjas grandes como sandías, algunas ya caídas y estalladas contra el suelo, como bombas atómicas de la primavera.

(Hubo suerte hasta en el fútbol, en la tele del hotel: mi equipo, el Deportivo de La Coruña, jugó contra el Real Madrid, que atacaba y atacaba, hasta 11 veces tiraron a puerta los blancos, fallaron siempre gracias al portero Aranzubia, a la defensa o a los postes de la portería. El partido acabó en un 0-0 que nos vale más que la victoria de Waterloo)