miércoles, 28 de enero de 2009

La vaquita robada

¡¡Han robado la vaquita!!

He aquí que en Madrid, ciudad de vida cultural entre la élite y el despilfarro, unos señores de una ONG han montado la Cow Parade, y puesto en las calles importantes más de 100 vacas, vacas de tamaño natural, en plástico pesado, cada una de ellas decorada por un artista (???) distinto, que luego se subastarán para el que quiera ponerlas en su jardín, el que lo tenga, o en su museo, el que la tenga, o en su azotea, el que la tenga y lo resista. Estas 100 vacas, serias en su porte, divertidas en sus colores, alegran la vida de la ciudad deprimida por la crisis, y la gente va en el autobús y se ríe viendo las vacas, como niños pobres que pasaran ante una pastelería.

La vaca como símil del hombre de nuestro tiempo, cada una a lo suyo, ensimismada, pasando de las otras vacas, comiendo y vomitando y volviendo a comer y a vomitar su historieta particular.

Dijeron: esto está muy bien, en todas las ciudades de Europa en la que ha habido otras Cow Parade la gente ha sido super-respetuosa, super-amable con las vacas, no ha pasado nada. /// Aquí, muchas están ya pintadas, dañadas, y el colmo fue Albertina Pinturina, cruelmente desatornillada, robada, izada en sus 500 o 1.000 kilos por unos cachondos, que la subieron a pulso a un cuarto piso sin ascensor. /// Para dar idea del nivel de vandalismo, basta con este dato: han tenido que crear un hospital de vacas, que en plan de burla han puesto junto al hospital de los niños, el del Niño Jesús, no sé si es que para ellos un niño (de verdad) vale tanto como una vaca (de plástico) o si es al revés.

Casi todas las vacas son vacas adultas, en solemne pose de vaca, sólo alguna se sale del guión, por ejemplo cerca de la Biblioteca Nacional hay una de mucha risa, que está bañándose en una enorme taza de café, con las patas y la cola y la cabeza apoyadas en el borde de la taza. Por eso...

Por eso, mi favorita es, era, Kid Cow, ??, ¿eso es Vaca Niña o Vaca Niño?, ¿no debería ser Girl Cow o Kid Bull??, no sé, a lo mejor es una vaca transexual, bueno, una vaca como pintada por un niño, "como" no, pintada por un niño, "Alex Wandosell (7 años)", dice la guía, ya sabes, un óvalo grande que es el cuerpo, una bolita que es la cabeza, y si le pones manchas negras y una ubre tan grande como la cabeza y cuernos es una vaca, y si le pones hocico y le pintas de rosa es un cerdo, y si le pones pelos en la cabeza y cola es un león, para todo sirven el óvalo y la esfera. Bueno, pues a esta le tocó ser vaca, y tener tres dimensiones, y ser mi favorita. Para mayor simbolismo, Kid Cow está, estaba, pegada al Banco de España, ¿no es divertido el contraste, no es siniestro, la vaca-niña o la vaca-niño pegada al pavoroso Banco de España, con sus cajas fuertes vacías? ¿No es algo curioso?

Kid Cow ya no está, ya sólo queda de ella, de él, la peana. No sé si la han robado o si la han roto tanto que han tenido que llevársela al citado hospital de niños. Podría haber llamado al ayuntamiento y preguntarlo, pero seguro que no lo saben. Qué triste. ............ ¿Estará Kid Cow en el Banco de España? ¿La habrán cogido entre varios banqueros, de noche, la habrán desatornillado, la habrán bajado a un cuarto sótano, sin ascensor? ¿Estará guardada en una de las cámaras acorazadas, vacía hasta ahora? ¿Será esta la mercancía con la que Zapatero pretende sacar billones de pesetas para mantener su política loca?????????????????

lunes, 26 de enero de 2009

Catecismo (9): Dios omnipotente

Parte 1, sección 2, capítulo 1, artículo 1, parágrafo 3, párrafos 268 a 278.

El pár. 268 empieza como disculpándose: ha de hablar ahora de la omnipotencia de Dios, y no de otros atributos divinos, porque es el único que menciona el Credo ("Creo en Dios Padre, todopoderoso, ..."). La catequesis sobre esto queda liquidada en once párrafos, incluidos los del resumen final.

Dios ha creado todo, y en consecuencia Dios lo puede todo (pár. 269); afortunadamente, Dios es también Padre, así que "su paternidad y su poder se esclarecen mutuamente" (pár. 270); su poder nunca es ejercido arbitrariamente (pár. 271).

El Catecismo tiene la honestidad de presentar una grave objeción a esto, que mucha gente se formula hasta perder la fe, a veces: si Dios es todopoderoso y además es bueno, ¿cómo es posible que existan el mal y la injusticia en el mundo? "A veces Dios puede parecer ausente e incapaz de impedir el mal" (pár. 272). Para responder a esta grave objeción, el Catecismo va a dar una explicación muy elevada: igual que Jesús, al morir en la Cruz, aparentemente fracasó, pero al final resucitó y así se demostró el poder de Dios (pár. 272), así muchas veces, si vemos las desgracias de la vida con fe, podemos ver detrás el poder de Dios, a largo plazo (pár. 273). En un párrafo anterior, el 268, se nos remitía a una frase tremenda de San Pablo: "Te basta mi gracia, que en la flaqueza llega al colmo del poder. Muy gustosamente, pues, continuaré gloriándome en mis debilidades para que habite en mí la fuerza de Cristo (...) pues cuando parezco débil, entonces es cuando soy fuerte" (2 Corintios 9-10).

Toda está respuesta es muy cierta y muy profunda; yo, humildemente, habría añadido esto:

Cuando miramos hacia atrás, cuando recordamos momentos de desesperación y duda porque Dios no nos concedió cosas justas que le pedimos ("¿realmente -nos dijimos- Dios hubiera tenido poder para evitar esto?"), cuando miramos hacia atrás, comprendemos:

1º- que de cosas malas salieron, con el paso del tiempo, cosas buenas, tanto en el plano humano como en el espiritual.

2º- que Dios no es una compañía de seguros, puesta ahí para evitar milagrosamente lo malo de la condición humana.

3º- que, visto con perspectiva, somos algo tontos y egoístas, y nos preocupamos y le pedimos a Dios cosas que, a la larga, no eran tan graves.

domingo, 18 de enero de 2009

El orfebre

Qué habrá sido de Álvaro, 25 años después, me pregunto. Pongo su nombre en el buscador Google y sale el colegio en el que trabaja, la asociación de antiguos alumnos a la que pertenece, los manifiestos pro vida y pro familia que ha firmado y ... ¡su blog!

Entro en su blog como el ladrón en casa ajena, sin permiso.

La gran mayoría de sus posts son recensiones de libros que ha leído. ¿Se puede leer un libro a la semana, todas las semanas, sin excepción? Parece ser que Álvaro sí. Las recensiones son muy cuidadas, como de orfebre, ya hace 25 años era así. Sale el título, el autor, la editorial, su comentario sobre la forma, su comentario sobre el fondo, la valoración moral que le merece el libro, lo compara con otros que ha leído (y, en su caso, enlaza con el post-recensión que hizo en su día). Aparte, hay unos pocos comentarios de pelis clásicas que ha visto en la tele, de obras de teatro de aficionados que ha ido a ver, algún post aislado contra el aborto o el matrimonio gay, todo muy cuidado, todo muy minucioso. Jamás posts personales, del tipo "Estoy triste" o "Ayer fui en autobús".

Hay algo extraordinario en este blog: no tiene comentaristas. Semana tras semana, mes tras mes, al final de cada post pone "0 comentarios". Sólo a veces, cuando comenta cosas de tipo informático ("me he cambiado a tal ordenador" o "me he instalado este programa") aparece un tal Jorge, que valora si eso está bien o está mal; y, muy de vez en cuando, hay algún comentarista aislado, al que le interesa un libro concreto de los comentados. Fuera de eso, mes tras mes, "0 comentarios".

Se me olvidaba un dato importante: Álvaro era y (al parecer) sigue siendo del Opus Dei: él debe saber que Dios lee todos sus posts, hasta la última letra, y que por eso conviene esforzarse en que salgan bien.

jueves, 15 de enero de 2009

Catecismo (8): Santísima Trinidad

Parte 1, sección 2, capítulo 1, artículo 1, parágrafo 2, párrafos 232 a 267.

Jesús es Dios (Jn 1, 1), y se dirige a alguien distinto de Él, el Padre, que también es Dios (Mt 11, 27), y anuncia a alguien distinto de Él y del Padre, el Espíritu Santo, que también es Dios (Jn 7, 39) (Jn 14, 16-17) (Jn 14, 26), sin que por ello haya tres Dioses, sino sólo uno (Mt 28, 19) (1 Cor 8, 6-7). Hay una única naturaleza y tres personas distintas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esto, “misterio central de la fe y la vida cristiana” (pár. 234), es algo incomprensible para nosotros, imposible de llegar a ello por la razón (pár. 237). El Catecismo nos recuerda que el pueblo judío, en el Antiguo Testamento, desconoció totalmente esta gran verdad (pár. 237), aunque a veces llamara “Padre” (Deut. 32, 6) (Malaquías 2, 10) o “Espíritu” (Génesis 1, 2) a Dios. Fue precisa la Encarnación de Jesús y su Revelación para que se nos anunciara este gran misterio.

Para prevenir un error en el que es fácil caer, el Catecismo hace una aclaración importante en el pár. 253: “Las personas divinas no se reparten la única divinidad”, cada uno de Ellos no es un tercio de Dios, como a veces creemos, “sino que cada uno de Ellos es enteramente Dios”: Dios Padre es totalmente Dios, Dios Hijo es totalmente Dios, Dios Espíritu Santo es totalmente Dios.

El Catecismo narra cómo la Iglesia fue asumiendo este gran misterio (pár. 242 y 245-248). Para poder manejar esta materia tan compleja, utilizó los términos filosóficos “sustancia” o “naturaleza” (sólo una, Dios), “persona” (tres) y “relación” (pár. 252): el Padre lo es en relación al Hijo, el Hijo lo es en relación al Padre, y el Espíritu Santo lo es en relación a ambos, de los que procede (pár. 245 y 255) (y no sólo del Padre, como erróneamente creen los ortodoxos, pár. 247). “El Padre es quien engendra, el Hijo quien es engendrado y el Espíritu Santo es quien procede” (pár. 254, citando al IV Concilio de Letrán).

En fin, dos ideas más:

El pár. 239 recuerda en qué dos sentidos, análogos a los de la paternidad humana, Dios es Padre de todos nosotros: “Dios es origen primero de todo y autoridad trascendente y es al mismo tiempo bondad y solicitud amorosa para todos sus hijos”.

“El que da gloria al Padre lo hace por el Hijo en el Espíritu Santo,
el que sigue a Cristo lo hace porque el Padre lo atrae y el Espíritu lo mueve”
(pár. 259).

martes, 13 de enero de 2009

Asesinato en Madrid

Matan al portero de una discoteca en Madrid. Se le acerca un señor, le pega dos tiros, sale huyendo, pega más tiros, deja herido a otro de la discoteca (que acaba muriendo) y a otros que estaban por allí. La noticia, con ser tremenda, me impresiona aún más por ocurrir en un sitio por el que yo voy muchas veces, la calle que une la plaza de Isabel II (entrada trasera del Teatro Real) con la Capilla del Santo Niño del Remedio, enfrente del restaurante La Vaca Argentina. Probablemente haya visto muchas veces a este señor, quizá me dije "qué tío más alto".

Ayer, por la tarde, fui a ver el lugar de los hechos. En el suelo había una mancha blanca, quizá del producto químico que echaron para limpiar la sangre del difunto, y sobre la mancha una alfombra, en la acera, para taparla.

Había un nuevo portero. Llegaban las señoras en sus abrigos de pieles, llegaban los señores con sus sombreros (pues esta disco es para gente mayor), pisaban la alfombra, pisaban la mancha, preguntaban con cierta ansiedad "¿Está abierta?" y cuando el nuevo portero, imperturbable, con acento búlgaro, les decía que sí, se precipitaban dentro, huyendo del frío.

Me pareció un poco raro que fueran a la discoteca un lunes por la tarde, a las 8: quizá sin asesinato se habrían quedado en casa, y fueron ayer a reconstruir cuanto antes la normalidad. No sé si hay que condenarles o no. Si hubieran matado al portero de mi biblioteca, de mi parroquia, de mi oficina, ¿qué habría hecho yo? Probablemente, lo mismo, pasar página cuanto antes.

(Empieza a nevar de nuevo: ¿habrá un post "Nieve (III)"?)

lunes, 12 de enero de 2009

Nieve (y II)

El sol derrite, poco a poco, la nieve acumulada en los tejados. En el borde de las aceras, junto a las casas, hay durante todo el día una franja húmeda,
como si las casas sudaran,
como si un ama de casa laboriosa hubiera fregado las 3.000 manzanas (cuadras) de Madrid.

Paseo embobado, mirando el suelo: nunca había visto esto, quizá nunca lo vuelva a ver.

viernes, 9 de enero de 2009

Nieve (I)

Nieva, mucho, en Madrid.

Podría escribir "Vuelvo a mi infancia", pero sería una inexactitud, pues ya en aquellos lejanos años era algo muy raro. Así que escribo: "Vuelvo a los rarísimos días de mi infancia en que nevó y que tiré bolas de nieve y me resbalé patinando mientras jugaba con mis hermanos etcétera etcétera".

Luego podría añadir "Un manto de armiño blanco cubre la ciudad", pero odio ser como los demás, así que pongo "La ciudad encanece deprisa, abrumada por sus preocupaciones".

En fin: parece que tras Reyes acabó lo extraordinario y empezó lo aburrido, menos mal, pero he aquí un día mucho más extraordinario que las ordinarias (en el sentido de tradicionales) celebraciones de Navidad.

Catecismo (7): Dios

Parte 1, sección 2, capítulo 1, artículo 1, parágrafo 1, párrafos 198 a 231.

La explicación del Credo empieza, lógicamente, por “Creo en Dios”. Pero ¿quién es Dios?

El Catecismo copia (pár. 205) la impresionante narración del Éxodo, 3. Moisés, que está pastoreando el rebaño de su suegro, ve cómo una zarza arde sin consumirse: es Dios, así que se cubre la cabeza con el manto, en señal de temeroso respeto. Dios se le presenta como “el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”. Esto es su descripción, y cuando Moisés le pide su nombre (su definición, diríamos hoy) Dios proclama:Yo soy el que soy. “Éste es mi nombre para siempre”, añade (pár. 205). (“El nombre expresa la esencia, la identidad de la persona y el sentido de su vida. Dios tiene un nombre. No es una fuerza anónima” (pár. 203)).

Esta definición no nos permite comprender a Dios (San Agustín: “Si lo comprendieras, no sería Dios”, pár. 230), pero sí acercarnos lejanamente a su esencia: “Sólo Dios ES. (...) Dios es la plenitud del Ser y de toda perfección, sin origen ni fin. Mientras todas las criaturas han recibido de Él todo su ser y todo su poseer, Él sólo es su ser mismo y es por si mismo todo lo que es” (pár. 213).

...

En contraste con esta elevada exposición, todo vuelve a ser más sencillo cuando el Catecismo nos recuerda otra definición de Dios, ésta de San Juan: “Dios es amor” (1 Juan 4, 8 y 4, 16) (pár. 221). “El ser mismo de Dios es amor”, aclara este párrafo, y eso es lo que permite comprender que Dios siempre nos perdona, que Dios siempre sigue salvándonos (pár. 218 y 219).

miércoles, 7 de enero de 2009

Constructor de cuentos

Hay que decirlo: no construye ni prosperidad ni riqueza, pero el presidente Zapatero-su gobierno-su partido-sus teles-sus periódicos son un potente constructor de cuentos: de cuentos simples y bonitos, que es como deben ser los cuentos infantiles para tener éxito entre los niños.

La eutanasia es que los enfermos muy enfermos e incurables dejen de sufrir.

La crisis económica, el paro, es culpa de George Bush, afecta a todo el mundo, y de los usureros inmobiliarios españoles. El gobierno no sólo no tiene la culpa de nada, sino que además garantiza el cobro del paro y de las pensiones, que los fachas del PP volverían a poner en peligro, como con el decretazo.

Se reforma la Ley del aborto no para que se aborte más, sino para que las pobres mujeres que tengan que hacerlo no se vean en peligro de caer en manos de jueces ultra-católicos. Se reforma la Ley de Libertad Religiosa no para atacar la de nadie, sino para garantizar la de todos.

Irak era malo, porque se hizo sin permiso de la ONU y matando civiles y para robar petróleo; Afganistán es bueno porque lo pidió la ONU y sólo se mata a integristas; hasta ahora hemos tenido poca gente porque estaba Bush, ese diablo; ahora vamos a mandar a más gente para luchar por la paz y la libertad y porque Obama es bueno y además es nuestro amigo.

Se da billones a los bancos para que estos se los den a las familias y a las pequeñas empresas y así todos volvamos a ser felices; no sólo eso, sino que eso no va a costarle nada al Tesoro Público.

...................

¿Se puede extrañar alguien de que pese a la recesión y a los tres millones de parados el PSOE siga 3 o 4 o 5 puntos por delante del PP? El PP no construye cuentos, sino unas historias pesadísimas y tristes, así jamás hará nada.

Le urge contratar un buen escribidor de historias.

lunes, 5 de enero de 2009

Coro y homilía

Misa de domingo de 12, en la parroquia. Como ya expliqué en el gran blog de Alemamá, hay allí dos coros: el que llamaríamos coro menor, 6 o 7 señoras bien intencionadas con un señor que toca la guitarra, con canciones fáciles que todos nos sabemos, y el coro mayor, buenas voces masculinas, buenas voces femeninas, un director, guitarras-triángulo-flauta, con canciones tan buenas y tan difíciles que todos los domingos han de repartir la hoja con la letra y la música. En la Misa de 12, en la que estuve, canta el coro menor; en la de 1, en la gran Misa del párroco, el mayor.

Y la homilía. ¿Cómo lo diríamos? Nuestra fe católica es como un edificio de 5 o 6 pisos, y cuanto más alto es el piso más elevados son las ideas y los sentimientos. Habitualmente, casi todos nosotros vivimos en el piso 1, el más bajo: "Dios existe, pídele cosas, Dios te vigila, no robes, no hagas maldades, no tengas relaciones fuera del matrimonio, ve a Misa el domingo, amén". A veces, con la gracias de Dios, subimos al piso 2: "Dios no sólo existe, sino que te oye y te quiere, háblale ahora; no sólo no hagas daño a los demás, ayúdales como te gustaría que ellos hicieran contigo; lee el Evangelio, Él ha venido a hablarte y ahí está lo que te dijo; has molestado a Dios, confiésate". ¿Alguno de nosotros llega a vivir en el 3?

Pues bien, una homilía, una buena homilía, es como un ascensor, que por unos minutos te sube al piso 3, al piso 4, al piso 5, te hace intuir las maravillas de nuestra fe, y lo lejos que podrías llegar si fueras un poco más santo. Al salir de Misa vuelves a bajar al piso 2 o al 1 en que vives, pero por unos minutos has estado casi en la azotea. Así, el cura habitual de las Misas de 12 de mi parroquia es buen predicador: todos los domingos llegas al piso 3, e incluso algunos al 4.

Este domingo vino uno nuevo. Al llegar el momento de la homilía, gran expectación: ¿a qué piso llegaríamos? Hay que tener en cuenta que el Evangelio había sido el inicio del de San Juan, lo que es como decir que tenía a su disposición un ascensor de tecnología atómica. Sin embargo, pronto gran desilusión: el mensaje era que somos egoístas y que no hay que ser egoístas sino querer a los demás porque es importante querer a los demás porque si no somos egoístas y no queremos a los demás ... Así 20 minutos. Es verdad lo que dijo, es heroico vivirlo, pero, tras ese Evangelio, ... Pronto empezaron a darse malos fenómenos, como que alguien hacía caer su bolso al suelo y todo el mundo miraba hacia allá, para entretenerse.

Salí algo triste de la iglesia, pidiendo a Dios que nos dé sacerdotes que sepan manejar los ascensores (al menos, hasta el piso 3).

sábado, 3 de enero de 2009

Año azul

Queda inaugurado el Año del Cielo

(salvo que prefiráis seguir en el Año de las Natillas: se aceptan opiniones, no vinculantes).