miércoles, 26 de junio de 2013

La tía P. y los lirios del campo

Tengo una tía (la tía P.) que ha sido mi precursora en la vida: soltera, sin hijos, funcionaria, viviendo sola, con sobrinos, con la hipoteca pagada, con la pensión asegurada. La diferencia es que ella ya está jubilada y yo no.

La vida de la tía P. me sirve para reflexionar sobre mi propia vida.

Pienso en la época en que la tía P. tenía, más o menos, mi edad actual: 1990. Pienso en los ingresos que tendría en aquella época la tía P., cuando aún le quedaban unos 20 años para jubilarse. Supongamos que ganara 100 y que gastara 70 en vivir. De los 30 que le sobraban ¿cuánto debería ahorrar y cuánto debería dar a los pobres?

Es fácil decir: "¡debería dar los 30 a los pobres, pues tiene la pensión asegurada y tiene sobrinos y sobrino-nietos que cuidarán de ella!". Fiarse de Dios, vaya, como los lirios del campo y los pájaros del cielo. El razonamiento es bueno mientras la vida de jubilada le vaya bien: su pensión es 70, que le permite vivir sola dignamente mientras tenga salud. Pero ¿qué pasa si en el futuro tiene una enfermedad? ¿Qué pasa si necesita unos cuidados o una residencia que cuesten 20, cuando ya no puede ahorrar? ¿Podía fiarse ella de sus sobrinos? No. ¿Puedo fiarme yo de los míos (aún niños) y gastar los 30 en los pobres? Creo que no.

Hay dos soluciones extremas. Dar 30 a los pobres. Exige mucha fe. Dar 0 o 0,1 a los pobres y ahorrar 30 o 29,9. No creo que a Jesús le pareciera bien.

¿Es una solución correcta dar el diezmo del que habla el Antiguo Testamento (10, en este caso)?

¿Hay que hacer depender la respuesta de lo mal que vaya la situación económica a tus conciudadanos (número de pobres y de parados) o de lo loco que esté el Ministro de Seguridad Social en cada momento?

¿Se puede ahorrar mucho (por si acaso) y dejar parte de esos ahorros en tu testamento a los pobres?

lunes, 24 de junio de 2013

Funcionarios de España

El pequeño Ayuntamiento tiene 4 funcionarios: la secretaria, el policía (que también es el cobrador de impuestos), el albañil (que también es el enterrador) y el electricista. Con los ingresos que tiene el Ayuntamiento no puede pagar más sueldos.

Viene una empresa inmobiliaria y decide construir 50 chalets. El Ayuntamiento empieza a cobrarle impuestos. También empieza a cobrar impuestos a los nuevos vecinos.

El alcalde es un hombre con visión de futuro. ¿Por qué cada funcionario se va a dedicar a dos cosas? Crea una plaza de cobrador de impuestos (antes lo hacía el policía) y otra de enterrador (ante lo hacía el albañil). Ya hay 6 funcionarios.

Al alcalde le molesta que la secretaria del Ayuntamiento le tenga que pasar sus cartas privadas. Crea otra plaza de secretaria, pero sólo para él. Pone ahí a una mujer hermosa, poco estricta en sus costumbres. Y como le molesta que el policía se vaya a patrullar y deje el Ayuntamiento sin protección, crea otra plaza de policía. Ya hay 8 funcionarios.

La empresa inmobiliaria construye 50 chalets más. Más vecinos. Más impuestos. Se crea otra plaza de electricista (más farolas), otra de policía (más delitos), otra de cobrador (más impuestos), otra de secretaria (más papeles). Ya hay 12 funcionarios.

Los nuevos vecinos son más finos que los antiguos. Les molesta tener que ir a la ciudad vecina a pedir un libro o a hacer deporte. El alcalde construye una biblioteca y un polideportivo. En la primera pone 4 funcionarios nuevos (un jefe, 2 para atender al público, un vigilante) y en el segundo otros 4 (un jefe, 2 para atender al público, un vigilante). Ya hay 20 funcionarios.

La empresa inmobiliaria construye 50 chalets más. Más vecinos. Más impuestos.

Es preciso crear un departamento de personal (3 funcionarios: 1 jefe + 2 secretarias),  otro de archivo (3 funcionarios: 1 jefe + 2 secretarias), otro de registro (3 funcionarios: 1 jefe + 2 secretarias), más policías (3), más electricistas (2), otro enterrador (1), más albañiles (2), un asesor de imagen (1) y un jefe de gabinete (1). El pueblo se convierte en un pueblo con mucho futuro: llega a 39 funcionarios.

Los bancos dejan de dar créditos a la empresa inmobiliaria.

La empresa inmobiliaria ya no puede vender pisos.

La empresa inmobiliaria suspende pagos y deja de pagar los impuestos.

Parte de los nuevos vecinos tampoco pueden pagar sus impuestos: trabajaban en la empresa inmobiliaria que ha dejado de pagarles sus sueldos.

El alcalde ya no cobra impuestos y no puede pagar los salarios de sus 39 funcionarios. En el Partido le encuentran un buen puesto, lejos: dimite y se va.

miércoles, 19 de junio de 2013

Vida

He tenido un problema en el trabajo. Otras veces eso me ha animado a escribir más en el blog, esta vez ha sido al contrario.

Veo en la tele los dibujos animados, siento que es lo más real que hay. Agallas, el perro cobarde y Hora de aventuras.

Reconciliación familiar. ¿No sería todo más fácil si nos tomáramos en serio el Evangelio y nos perdonáramos unos a otros, sin dejar que pasen meses y meses de malestar?

Sigo leyendo sobre la Historia de España en el siglo XIX:  comprendo que somos una nación incapaz de aprender de su pasado.

Dios es bueno y va resolviendo los problemas del misterio del Rosario que conté: sólo quedan cuatro peticiones.

Hacienda manda una declaración falsa al juez que investiga la corrupción de la hija del Rey de España. Me planteo seriamente emigrar a Portugal.

Quiero resolver todos mis asuntos pendientes antes del 1 de julio.

lunes, 10 de junio de 2013

Decadencia de España

Diez de junio
y aún con jersey.

miércoles, 5 de junio de 2013

Qué guapo

La señora se encuentra con la chica joven, que lleva (en un carrito) a su bebé y (con una correa) a su perro peludo. La señora acaricia con la mano derecha la cabeza peluda del perro peludo, "qué guapo, qué guapo, pero qué guapo". Luego mete la mano en el carrito y acaricia la cabeza pelona del bebé, "qué rico, qué rico, pero qué rico".

lunes, 3 de junio de 2013

No pudo ser

No pudo ser. El Deportivo de La Coruña perdió con la Real Sociedad y vuelve a Segunda. El Celta ganó al Español y se salva.

A la pena de hoy se suma la preocupación por el mañana. El Dépor está en "concurso de acreedores" (debe más de lo que ingresa), y ahora pierde los importantes ingresos de las retransmisiones por la tele. Anoche, en la radio, algunos comentaristas pensaban que tendrá que disolverse.

En fin, como decimos en España: más se perdió en Cuba.