viernes, 30 de julio de 2010

Agosto

Queridos amigos:

Me voy de vacaciones.

No os olvidéis de mí,
yo no me olvidaré de ninguno de vosotros.

Hasta pronto.



(Esperanza, no tienes blog en el que me pueda despedir: ¡no te olvides de mí!)

martes, 27 de julio de 2010

Basura

Me refiero al Ayuntamiento de Madrid, claro. Y también, en un sentido más amplio, a la degeneración de la democracia española en algunos temas.

El Ayuntamiento aprobó una nueva Ordenanza de Limpieza.

Imagínate que una noche vuelves tarde a tu casa. Imagínate que te encuentras a varios empleados municipales abriendo las bolsas de la basura de tu portal, y en concreto abriendo una que dejaste tú. Imagínate ver ahí, tirados en el suelo, tus cáscaras de plátano, tus medias rotas, tus fotos viejas: un empleado ilumina todo con su linterna, quizá otro vaya tomando notas o fotos. Imagínate que encuentran lo que buscan, que has tirado un recipiente de plástico en la bolsa normal o un hueso de pollo en la bolsa amarilla. ¡Ya te pueden multar! Imagínatelos buscando un recibo hecho trozos, una carta, una factura, una foto, cualquier cosa que te identifique.

Y ¿si no encuentran tus datos, si tú has tenido cuidado de quemar lo que te pueda delatar? La multa le cae a la comunidad de vecinos. Pero ¿qué culpa tiene?, ¿qué pasa si -como en la parábola de la cizaña- la bolsa con detritus equivocados la ha dejado un enemigo vuestro, de otra comunidad? La multa le cae a la comunidad de vecinos.




Por una vez, la Justicia ha funcionado bien, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid ha anulado estas locuras: lo de la inspección de tu bolsa de basura porque eso (tus porquerías) está amparado por la intimidad constitucional; lo de la multa a la comunidad porque es crear una responsabilidad objetiva que no tiene amparo en la Ley.

Ganó la libertad.

lunes, 26 de julio de 2010

Resurrección

La señora que vive frente a mi parada del autobús,
la que estaba muerta o muy enferma por no poner la bandera de España durante el Mundial
como era costumbre en ella

¡ha resucitado!

y ayer, día de Santiago, patrón de España,
volvió a colgar la bandera nacional.

domingo, 25 de julio de 2010

Melancolía

Como el enfermo muy creyente
al que le han dicho que va a morir pronto
y sabe que pronto estará mejor, en el Cielo,
pero le da pena dejar de vivir,

como el propio Jesús,
contento de volver al Padre,
pero triste por dejar a sus amigos y este mundo,

así estoy yo,
melancólico,
pensando "el sábado que viene, a estas horas, estaré en ..., y el otro sábado en ..., y el otro en ...",

y es que amo Madrid
y las cosas de Madrid
y me da pena irme
aunque sea de vacaciones.

Vivo, pues,
intensamente,
como el enfermo que se va a morir,
voy al Prado,
voy al Jardín Botánico,
ando por la calle a las 3 de la tarde por el sol con 40º,
cocino vichyssoise (patata, puerros, nata líquida),
leo, leo muchísimo,
escribo "Melancolía".

viernes, 23 de julio de 2010

Viaje organizado

Un amigo me convence para ir a un viaje organizado (es decir, con guía y con personas a las que no conocemos) en agosto. Alegremente le digo que sí, pero según pasan los días me empiezo a arrepentir.

Me gustan las personas de una en una o de dos en dos, todo el mundo tiene algo interesante que aportar, por muy burro que sea. Pero no me gustan en grupo: pronto empieza una competición por ver quién es el más gracioso, el más ocurrente o el más vulgar, competiciones en las que yo no tengo nada que hacer.

Sólo he ido dos o tres veces a viajes de este tipo, viajes piadosos, pero eso es distinto: soy un poco sectario y la gente de Iglesia me parece mejor que la gente normal. En aquellos viajes lo pasé bien.

Estoy tentado de echarme atrás, de proponer a mi amigo que vayamos a un plan por libre, por España o Portugal. Pero hay algo que me frena. Si esta vez no me atrevo a ir es como reconocer que ya nunca podré ir a un viaje organizado, es decir, que ya no podré conocer nunca países en los que por motivos de seguridad o de complicación has de ir así: Rusia, por ejemplo. Seguramente no vaya a ir en ningún caso por su precio, pero huir del plan de agosto puede ser cerrar esa puerta para siempre.

martes, 20 de julio de 2010

Infelicidad

Un poquito de infelicidad en nuestras vidas nos ayuda a acercarnos a Dios, creo.

Si todo va demasiado bien es fácil contentarse con la pobre realidad de cada día.

Diríamos, en plan metáfora, que un poquito de infelicidad es la brecha en el techo que nos permite ver el cielo.

lunes, 19 de julio de 2010

Julio en Madrid

Quito con pena la bandera de mi ventana. ¿Cuántos años pasarán hasta que vuelva a ponerla? La boda del Príncipe Felipe, algunos aniversarios de la matanza del 11 de marzo, la Copa de Europa de 2008, ...

...

Quien no la puso fue la señora de la que os hablé, la que era tan aficionada a poner la de España o la del Vaticano. No la puso ni el día de la final. Debe estar muy enferma o muerta.

...

Sigue la crisis: en mi barrio abren dos negocios más de "Compro oro".

...

Cierra por jubilación la tintorería de la que os hablé. ¿Quién coserá ahora el borde de mi manta?

...

Voy a los toros. A mi lado, una extranjera joven llora cuando muere el 1º. En el 6º ya se ha integrado y es la que más grita y aplaude.

viernes, 16 de julio de 2010

Estado y sociedad

El autobús que me lleva al trabajo pasa por una zona abierta dentro de Madrid, sin casas. Hasta hace unos meses era un descampado, un área de tierra en la que nacían libremente yerbas y flores, donde los vecinos llevaban a los perros a correr y a lo otro.

Llegó el Plan E, y con los euritos el Ayuntamiento urbanizó la zona: asfaltaron todo, hicieron un aparcamiento, pusieron bancos y, en medio, dejaron un espacio de tierra. Ahí colocaron filas de flores, quizá claveles, muy ordenaditas, con una manguera agujereada entre ellas: a alguna hora del día soltará el agua necesaria para que vivan. Tras esto el Ayuntamiento se volvió a olvidar de la zona.

¿Leíste la parábola del trigo y la cizaña? Acá yo he visto que es cierta: pronto, entre las flores, empezaron a salir unas espigas feas, sin gracia, de color verdoso que con el sol se pusieron amarillas. Pero el Ayuntamiento no vino.

Ya por dos veces he visto desde el autobús a una mujer vieja arreglando esto. Sin duda, debe vivir en alguna de las casas pobres de la zona y le molesta ver el espectáculo desde su ventana. Llega con un cubo, se arremanga la falda y con furia, con sus manos, sin tijeras, empieza a arrancar la cizaña y a tirarla al cubo. Al día siguiente sólo hay flores, de nuevo.

lunes, 12 de julio de 2010

España, campeona del mundo

Lo hicieron: Iker Casillas, capitán, en la portería; Gerard Piqué, Joan Capdevilla, Carles Puyol y Sergio Ramos en la defensa; Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Xabi Alonso y Sergi Busquets en el centro del campo; David Villa, Fernando Torres, Pedrito Rodríguez y Jesús Navas en la delantera.

Ayudaron, más o menos, Carlos Marchena, Álvaro Arbeloa, Cesc Fábregas, Javi Martínez, David Silva, Juan Mata y Fernando Llorente.

Apoyaron desde el banquillo, otra vez será, Victor Valdés, José Manuel Reina y Raúl Albiol.

Dirigió Vicente del Bosque, basándose en el equipo y en la estrategia diseñados por Luis Aragonés.

...

Dos momentos de la noche: cuando Iker Casillas se puso a llorar como un hombre, al marcar gol Iniesta y al acabar la prórroga; y cuando, por primera vez, los 23 se pusieron la camisa roja con la estrella que a partir de ahora tenemos derecho a llevar por haber ganado un Mundial, tras tantos fracasos y desilusiones.

viernes, 9 de julio de 2010

And the winner is ...

Entonces, ¿quién ganó nuestra apuesta?

Si aplicamos las bases estrictamente, nadie: nadie podía suponer que Holanda llegara a la final, ni aquí ni en las respetables Casas de Juego.

Por eso, el jurado ha decidido hacer una corrección de las bases: gana el que acertara la final ... o el partido más cercano a la final.

El ganador, pues, es ¡¡Ramón!!, que pronosticó un Alemania-España. Lo hubo, aunque no en la final sino en la semifinal. ¡¡Felicidades!!

Y la segunda ganadora es ¡¡Alemamá!!, que acertó a ver que habría un Brasil-Chile, aunque no fue en la final, sino en los octavos. ¡Enhorabuena, querida amiga!

El jurado ha decidido dar un accésit a todos los que acertaron, al menos, uno de los dos equipos finalistas (es decir, España): Andy, Esperanza, la hermana Josefina y Juan Ignacio (versión emocional-resignado). A todos ellos ¡felicidades!

(Nadie puede dudar de la honestidad del jurado: como en las buenas tómbolas, todo el mundo ha recibido premio, salvo Alejops y yo mismo).

Ahora, a esperar el partidazo del domingo. El pulpo Paul ya ha apostado: ¡gana España!

jueves, 8 de julio de 2010

¡España! (¿Y la apuesta?)

Ayer ocurrió el milagro en el que yo no creía. Por primera vez España jugará la final del Mundial.

¡Viva el pulpo Paul!,
¡¡viva San Fermín!!

Todos los jugadores españoles hicieron un partidazo, pero especialmente el portero Iker Casillas, que paró varios goles inevitables, y Pedrito (del Barcelona), el jugador tímido del que os hablé, que ayer aprovechó muy bien la ocasión que le dio Vicente del Bosque. Hubo un golazo de Puyol, defensa (del Barcelona), que se suma a la lista de goleadores anteriores, Villa (del Barcelona) e Iniesta (del Barcelona).

Después hubo una gran celebración por las calles de Madrid. El único punto gamberro fue la Puerta del Sol, donde las campanadas de Nochevieja, con la gente pegando botes en la fuente, sobre los kioskos y sobre la entrada a la estación del tren. La nota sórdida, como siempre, la puso la Policía Municipal, que en una noche tan histórica empezó a poner controles de alcoholemia para recaudar unos euritos.

...

¿Y nuestra apuesta? Mañana se reúne el jurado y decidirá los ganadores, no os pongáis nerviosos.

miércoles, 7 de julio de 2010

Alemania-España: pesimismo alegre

Pesimismo porque hay que tener mucha fe para creer que España vaya a ganar esta tarde. Nos costó mucho ganar a Chile, bastante a Portugal y muchísimo a Paraguay, son malos antecedentes. Es verdad que Alemania tuvo su Serbia, pero viéndoles jugar el otro día con Argentina daban miedo. Cuando los argentinos atacaban ya había 7 alemanes esperándoles, y cuando atacaban ellos aparecían 6 o 7 en la portería argentina. ¿Con cuántos jugadores jugó Alemania? Sólo hubiera faltado que hubiera 2 porteros amarillos en la portería germana.

Tertulias de estos días en la radio. "Fernando Torres no está bien, qué pena". "Si, qué pena, a lo mejor se podría sacar a Silva, a lo mejor aguantaría 45 minutos". "O a lo mejor no, a lo mejor se rompe antes". "Como a Iniesta, qué pena verle cojear el otro día, un chico tan joven". "Sí. Bueno, Puyol tampoco está bien, creo que es el último Mundial que juega". "No sé, y fíjate Cesc, que se lesionó en el entrenamiento, ya no puede jugar bien". "Sí, que lástima de chicos, tan jóvenes".

Pesimismo, pero alegre: ya dije el domingo, tras eliminar a Paraguay, que España nunca había llegado tan lejos, así que vivimos días felices. Pase lo que pase hoy, pase lo que pase el fin de semana, esta selección ha hecho historia, y cuando vuelvan a España todos debemos ir a recibirles como héroes que son.

(España cuenta con dos armas secretas: el pulpo infalible del que hablaba Alma ha votado a favor nuestro, y hoy es San Fermín, el santo de los encierros salvajes en Pamplona, que seguro que nos echa una manica.

lunes, 5 de julio de 2010

Memorias de un alemán (y II)

Termino la lectura de Historia de un alemán, de Sebastian Haffner. Según avanza el libro el autor pierde el sentido del humor y se pone serio.

En concreto, cree que lo más dramático de todo fue la persecución a los judíos. Dice que hay una regla elemental por la que los individuos de una especie no atacan ni matan a otros si no es por necesidad (hambre, deseo sexual), y que cuando esa regla se rompe y se destruye al otro por su raza algo muy grave está ocurriendo, así lo vio él en marzo de 1933, poco antes de aplicarse las Leyes anti-judías. Él trabajaba en el Tribunal Cameral Prusiano, en Berlín, y en aplicación de esas Leyes los abogados, jueces o pasantes judíos debían dejar de ir por allí a partir del 1 de abril. Pero días antes el edificio fue tomado por gente de las SA, que a gritos empezaron a decir que los judíos tenían que irse ya: así lo hicieron algunos que estaban con él, trabajando en la biblioteca del Tribunal. ¿Qué era aquella ocupación ilegal, antes de la entrada en vigor de las Leyes? El autor se hizo el firme propósito de no colaborar con aquella gentuza, de ignorarles. Pero cuando los SA llegaron ahí, a la biblioteca, uno gordo se le puso delante y le preguntó: "¿Es usted totalmente ario, señor?", a lo que él respondió "Sí". Le dejaron en paz.

Luego vino la sustitución en el Tribunal de jueces judíos por nazis jóvenes, bastante ignorantes, que soltaban discursos tremendos ante cualquier asunto. Los jueces viejos, mucho más sabios, tenían que hacer equilibrios verbales del tipo "quizá el estimado colega, en su brillante exposición, ha olvidado tal o cual artículo del Código Civil".

Es conmovedora la escena en que los nazis destituyen a los Obispos luteranos y convocan elecciones para elegir a los nuevos, donde ganaron los clérigos nazis, claro. Él, que nunca fue un cristiano piadoso, fue a la parroquia a votar a la lista independiente, le parecía horrible que hasta en el ámbito de la Iglesia se produjera la ocupación nacional-socialista. Al salir se encontró con un señor mayor que también hacía años que no pisaba la iglesia, y que iba a lo mismo que él. El señor le dijo: "es tremendo tener que defender cosas en las que ya uno ni cree".

En fin, el libro vuelve a ser un poco divertido en los capítulos finales. El autor preparaba una oposición para ser juez, y a todos los aspirantes se les convocó a un campamento de varias semanas para educarles y que fueran buenos jueces nacional-socialistas. No lo pasó mal en el campamento. Les dieron un uniforme nazi con la cruz gamada en el brazo, y así iban de marcha, en formación, por los pueblos vecinos. En esa escena vió el autor la perfección del terror nazi: la gente que les veía pasar saludaba, brazo en alto, por temor a ellos; ellos eran simples opositores, desfilaban sin convencimiento, pero con temor a que si no lo hacían no les permitirían presentarse a la oposición; el único convencido era el miembro de las SA que iba delante de todos, guiándoles, y que con su sola presencia controlaba a toda aquella gente.

domingo, 4 de julio de 2010

España

Por primera vez en la Historia, España logra clasificarse para las semifinales del Mundial.

Pase lo que pase el miércoles, frente a Alemania,
nunca olvidaremos Sudáfrica,
nunca olvidaremos a esta selección, a Iker Casillas, a Gerard Piqué y a Carles Puyol, a Sergio Ramos y a Iniesta, a Xavi y a Xabi, a Fernando Torres y -claro- a David Villa, que ya nos dieron la Eurocopa 2008.

sábado, 3 de julio de 2010

Bienaventuranzas (V): los misericordiosos

"Bienaventurados los misericordiosos
porque ellos alcanzarán misericordia"
(Mt 5,7).

Me gusta la definición que da el Diccionario de la Real Academia de "misericordia": "virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenas". Exactamente.

Fui educado de una forma severa, que ahora de adulto agradezco mucho. Uno debía ser intolerante con los propios defectos, uno era capaz de superarlos, uno debía esforzarse en superarlos, esto era algo accesible, y si no lo lograba uno era responsable. No se podía echar la culpa ni a la sociedad ni a la educación ni a la Historia, uno era responsable de uno mismo. Lo malo de eso era que cuando uno superaba algo y veía que otro no lo lograba o no lo intentaba era fácil caer en el juicio severo al otro, el mismo que uno se aplicaba a si mismo.

Lo contrario de esto es la bendita misericordia. Y ahí viene la parábola del fariseo y del publicano, el horror de Dios ante el judío buen judío, cumplidor, sin vicios, desprendido de parte de su dinero, mortificado, triunfador en la fe, que ya por ello despreciaba al pecador público.

...

Jim Forest usa dos sentidos de "misericordia" y "misericordioso". Uno, el que acabo de citar, incluida la parábola del fariseo y del publicano. "Uno de los peligros que existen cuando se intenta llevar una vida justa es que uno está siempre a un paso de creerse totalmente justo". El segundo sentido que usa es más amplio, misericordia como caridad, ternura, comprensión, capacidad de perdonar, compasión.

Explica que la gran diferencia de Dios en el Antiguo Testamento respecto a los dioses paganos de los pueblos vecinos a Israel fue, precisamente, su misericordia. Al igual que esos dioses, Yahvé pidió a Abraham que le sacrificara a su hijo, pero a diferencia de ellos no toleró que aquello llegara al final de sangre. A partir de ahí, Forest hace una buena recopilación de textos del Antiguo (en concreto, los Salmos) y del Nuevo Testamento en que Dios es nombrado "misericordioso" y pide misericordia de unos con otros. Uno de los más importantes, claro, es el Magníficat de María cuando visita a Isabel, "acogió a Israel, su siervo /acordándose de su misericordia", "su misericordia se derrama / de generación en generación" (Lc 1, 50 y 54). Y también el Padrenuestro, lo que da idea de la importancia de la misericorida: "perdona nuestras ofensas / como nosotros perdonamos a los que nos ofenden".

Concluye el autor con varias páginas en que elogia a compatriotas suyos (estadounidenses) que intentaron llevar la misericordia a la vida social de su país, luchando contra la pena de muerte, el aborto, la eutanasia o la posesión de armas. Cuenta el caso de una profesora, atracada y disparada, que en un arrebato de furia estuvo a punto de atropellar y matar a uno de los chicos atracadores. Horrorizada, decidió dedicar toda su vida a la lucha contra la posesión legal de armas.