Voy a Misa a una iglesia distinta de las habituales.
Al acabar la breve homilía, el sacerdote recuerda que es el segundo miércoles del mes, y que por ello toca ahora la "celebración comunitaria de la penitencia". Esto me produce gran curiosidad, pues nunca he ido a una: soy de confesión tradicional, individual. Y tambien cierto temor: ¿será un acto absolutamente ortodoxo? En cualquier caso, no me iba a ir: era ya tarde, me hubiese sido dífícil encontrar otra Misa.
El procedimiento de la "celebración comunitaria de la penitencia" en esa iglesia resultó ser el siguiente. Una señora sale y lee varias preguntas para que cada uno reflexione sobre su comportamiento. El celebrante y otro cura (que sale en ese momento), ambos con estola violeta, se ponen de pie a los lados del altar. Los fieles forman dos filas. De uno en uno se van acercando, cuentan sus pecados en voz baja al cura, muy brevemente, un minuto o dos. El confesor les dice algo y les absuelve.
Al acabar, el segundo cura se retiró y siguió la Misa.
Salí de la iglesia muy contento. Primero, porque todo me pareció ortodoxo: contar los pecados individualmente, recibir la absolución particular, ... Segundo, porque los que se confesaron eran admirables. Frenta a la intimidad, el tiempo ilimitado e incluso la comodidad de poderte arrodillar en una iglesia normal, ellos tenían que confesar de pie, a la vista de todos, sin poderse "enrrollar". Tercero, con Jesús allí presente, en el sagrario, por la maravilla del sacramento, que actúa automáticamente, aunque uno no esté en su mejor día al recibirlo, aunque las circunstancias no sean cómodas.
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Afuera llovía, fuerte.
jueves, 10 de abril de 2008
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5 comentarios:
Las novedades cuando tienen que ver con la voluntad divina, con cautela... y ya he visto que la has tenido. Es seguro que ahora, que "no se confiesa casi nadie"... los que lo hacen lo "comienzan a hacer medianamente bien". Para engañarnos inventándonos la religión ya somos mayorcitos... y el tiempo acorta que es una maravilla.
Amigo Fernando... ese es mi barrio, si bien vivo ahora en Zaragoza. Qué casualidad. Soy de Claudio Coello.
Sorprendente. No conocía esto. ¿Es "ortodoxo", entonces?
Por cierto, ambos links llevan a lo mismo.
Querido Rasputinsky:
¡¡Cómo echarás de menos el barrio, de los más bonitos de Madrid!! Te aclaro que si voy a los Jesuitas de Serrano no es porque yo viva por allí, mala suerte para mí.
(Oyes, la duda que ya te planteé: ¿Rasputinsky = Frid = Federico? Si prefieres mantener el misterio, no respondas a esta pregunta.)
Querido Juan Ignacio:
¿En Argentina no hay "celebraciones comunitarias de la penitencia"? Aquí, en Madrid, la hay en muchas parroquias, empezando por la mía.
Ya viste mi temor de que esto, en el caso que ví, no fuera "ortodoxo". Pero, en mi corta ciencia teológica, sí que lo fue: cada uno dijo los pecados en secreto, cada uno recibió su absolución y (supongo) su penitencia. Por lo que he oído, no siempre se respetan estos límites.
Lo de los dos links iguales no es un error, es así.
F.
las circunstancias NUNCA son comodas cuando uno se confiesa.
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