El libro sigue con la biografía de Kiko Argüello, que cuenta que tuvo una juventud muy poco santa, alejada de Dios. Curiosamente, esa vida alegre no le llevó a la felicidad, sino a una gran crisis. He aquí una frase excelente:
"Me di cuenta rápidamente que para creer realmente que Dios no existía hacía falta tener mucha fe. Para creer de verdad, absolutamente, que Dios no existe hace falta tener tanta fe como para creer que existe. Y esa fe total de que Dios no existe yo tampoco la tenía."
Por ello, decidió dar una nueva oportunidad a Dios, y como el péndulo que va de un extremo al otro, abandonó el hogar muy acomodado de sus padres y se fue a vivir a los poblados miserables de chabolas que, en aquellos años 60, rodeaban Madrid. La extrema pobreza de aquella gente le impactó, pero -a diferencia de los curas de los que hablé en el post anterior- no le llevó a la lucha política: por qué aquella gente estaba tan mal era un misterio, relacionado con el pecado de la Humanidad, algo injusto para ellos, que tenía que ver con la Redención y nuestra falta de respuesta a Dios. Había que cambiar no la política ni la economía, sino al hombre.
De forma muy amena el libro cuenta cómo el trato con aquella gente miserable fue formando lo que luego sería el Camino. Por ejemplo, muchos de ellos no estaban bautizados, o sí lo estaban pero tenían muchos pecados y muchos delitos a su espalda, por lo que antes de llegar al bautismo o a la Comunión era preciso que tuviera una preparación exigente, de años, similar al recorrido que ahora andan los de Camino. Y, si había que explicar la Biblia a gente que en buena parte era analfabeta, la catequesis no podía basarse en grandes conceptos, sino en experiencias vitales, muy cercanas a cada uno de ellos. Y, en fin, la anécdota graciosa de esta parte: él y sus amigos de las chabolas iban a Misa a la pobre iglesia del barrio, y como no tenían ni agua ni electricidad iban apestando. Esto molestaba a los demás feligreses, que se cambiaban de sitio, y llevó al párroco a recomendarles que tuvieran una Misa para ellos solos, separados, igual que ahora -40 años después- siguen haciendo las Comunidades.
martes, 26 de mayo de 2009
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14 comentarios:
Pues yo creo que hay que tener más fe para creer que Dios existe que para negar su existencia. Al fin y al cabo negar a Dios supone regirse por las leyes terrenales y de la física.
Saludos
No se necesita de la Fe para creer que Dios existe como lo han demostrados desde Heráclito hasta Aristóteles y tantos otros.
Sí se necesita mucha fe humana para creer, sin ser físico, en las leyes de la física...
Respetos (y sigo atento lo de Kiko).
Natalio
Hay un Dios al que no podemos llegar solamente con la razón. Hecha esta salvedad, para tranquilidad de Natalio, creo que lo que Argüello dice sería cierto.
Hay un Dios que no se puede probar o explicar completamente con leyes físicas, pero ese Dios tampoco se puede negar con leyes físicas.
Por eso, para creer en la existencia de ese Dios o "creer en la no existencia" de ese Dios, en ambos casos, la cuestión es de "fe" (en un sentido amplio de la palabra).
Si se puede leer así, entonces coincido. Y si no que me desasnen.
Sólo hay un Dios y a ese Dios podemos llegar (a su existencia) por la razón. Así lo dicen, además de los griegos, San Pablo, San Agustín, Santo Tomás y toda la Tradición. Por esa razón dice San Pablo (y los demás sólo explican) no hay excusa para no conocerlo. Si no se lo pudiera conocer podría haber excusa....
Por lo demás, la fe humana es la base de toda nuestra vida. Desde que mis padres son mis padres, hasta que el edificio donde vivo no se caerá, pasando por el hecho de que existió un tipo llamado Napoleón, etc... todo eso lo sé nada más que por fe en otros que dicen, hicieron, etc.
Respetos.
Natalio
Para aclarar con Natalio.
Sé que hay un uníco Dios. Digo que hay "un Dios" (el Dios Padre, el Dios providente, etc.) al que no se puede llegar sólo por la razón (como el Dios origen, etc.).
Hay quienes dicen que el hombre podría haber llegado a conocer al Dios como Padre simplemente descubriendo cada vez más la ley natural. Pero el hecho es que no fue así, e intervino la revelación. Y la revelación se acepta con la fe.
"Ese Dios" (o "esa forma más adecuada de entender a Dios"), asi como no se puede aceptar sólo con la razón, no se puede tampoco negar con la razón.
Por eso quien quien quiera no creer en la existencia de "ese Dios" lo hará por un acto de "fe", y no por un acto de demostración racional.
(Aparte de eso quiero aclarar que no conozco a Kiko Argüello ni defiendo o cuestiono aquí sus pensamientos; sólo intento discutir las ideas como se me presentan, si poner trabas sólo porque alguien las haya dicho; si sirve la aclaración, que quede).
Saludos.
Con el otro tema olvidé preguntar cómo es eso de las "misas para ellos solos". Así nomás dicho no suena muy bien.
Saludos.
Ramón, no creo que sea tan fácil: una cosa es vivir como si Dios no existiera y otra afirmar, contundentemente, que no existe, eso obliga a tener que explicar el origen de todo y el sentido de la vida, algo complicado que no siempre afrontan los ateos.
Natalio, Juan Ignacio, gran discusión, aunque me parece que en realidad decís casi lo mismo.
Juan Ignacio, así es, ya lo explicaré (creo) en "Kiko Argüello (y IV)": esta gente no va a la Misa normal de la parroquia, tienen las suyas propias, muy largas, los sábados por la noche, esto dio lugar a un problema con la Santa Sede, que ya explicaré.
Perdón por la demora en contestar pero tuve un día complicado ayer.
Coincido en que en el fondo coincidimos :) con Juan pero, como pocas veces se da la oportunidad en la web selvática de dis-cutir (golpear de diversos lados) amigablemente con amigos:), agrego algunas cuestiones sobre el tópico.
La clave, como bien dice Juan, es que no se trata de dos dioses distintos sino grados de acercamiento a un único Dios. Ahora, el tema era si para llegar a Dios era necesaria la Fe. Sin duda que cuanto más nos acerquemos más Fe necesitaremos en esta tierra pero ello no quita que podamos llegar a Dios por la razón.
Dos cosas más. El Dios providente y el Dios padre pueden ser vistos por la razón. Toda la mitología griega no es otra cosa que una gran explicación del modo de acción de la providencia divina pero, en definitiva, cualquier individuo que se dirija a Dios pidiendo algo concreto (que ocurre en todas las civilizaciones y descubrio (por fin!) la psicología que era natural al hombre) es que cree (sin Fe sobrenatural, es decir, con la sola razón) que hay un Dios providente que proveerá sus necesidades.
Por otra parte Dios como padre es visto en infinidad de civilizaciones. Tiro ejemplos que se me vienen a la mente pero hay muchísimos más: Padre Apolo, Zeuz Pater, Pacha Mamma.
Santoto enumera las cosas a las que se puede acceder de Dios con la razón (y por eso no se admiten excusas como dice San Pablo). De memoria creo que eran que existe un Dios creador (visto como padre) del cielo y la tierra, que premia a los buenos y castiga a los malos.
En fin, demasiado largo, pido disculpas.
Respetos.
Natalio
Entiendo.
Por otro lado estuve pensando y quizás puedo resumir y hacer más precisa o libre de errores mi opinión.
El punto es que me parecía interesante aquella frase de Arguello: "Me di cuenta rápidamente que para creer realmente que Dios no existía hacía falta tener mucha fe. Para creer de verdad, absolutamente, que Dios no existe hace falta tener tanta fe como para creer que existe"
Así cómo es cierto que para llegar plenamente a Dios se necesita la fe y la razón (Cf. Fides et ratio, Introducción), así es también cierto que con la razón no se puede negar a Dios. Por lo tanto quien quiera negarlo o no aceptarlo está haciendo una acto de "fe" negativa (por llamarlo de alguna desprolija manera).
No podrá decir que niega a Dios porque la razón le demuestra que no existe, sólo estará haciendo un acto de su voluntad en el que decide no creer en Él.
Saludos.
Querido Natalio, querido Juan Ignacio, ya intuía que en el fondo estabais de acuerdo.
Natalio, dejas la cosa clara: por la simple razón se puede llegar a conocer la existencia de Dios y dos de sus atributos: la providencia y el juicio tras la muerte. El otro, Dios como padre, ya me parece más confuso, más cogido por los pelos, y los ejemplos que citas son de mitología, no de filósofos. En todo caso, está claro: aunque la fe bastase, quiso Dios que hubiera Revelación y que el hombre pudiera ser amigo suyo, no mera criatura.
Juan Ignacio, me parece que has explicado pero que muy bien la frase de Argüello: si la ciencia no puede demostrar la inexistencia de Dios, hace falta un salto de "fe negativa", como tú la llamas. En todo caso, en la biografía él llega a esa conclusión no por el pensamiento, sino por el desastre que era su vida, por una cuestión más sentimental que intelectual: como agnóstico práctico, tenía las mismas dudas que puede tener un creyente en problemas.
De acuerdo también.
Como aclaración para Fernando, no me parece que se trate de si se arriba mediante la filosofía o la mitología sino más bien si es necesaria o no la Revelación para acceder a esos datos (y la mayor parte de las mitologías se refieren a Dios como Padre). Por otra parte, si lo quiere en términos filosóficos tiene el libro Lambda de la metafísica de Aristóteles (o le pueden preguntar a Milkus que se está volviendo experto en estas cosas).
Por último, y siguiendo la misma línea de Juan, todo esto más allá de Kiko y sus secuaces (es broma). Si bien en general no me gustan no los conozco como para que mi opinión tenga algún valor.
Respetos.
Natalio
Querido Natalio:
Mi duda se refiere, sólo, a la posibilidad de llegar por la razón a la característica de Dios como Padre. ¿Puede un deísta llegar a pensar que el Ser Supremo es su Padre? Yo creo que no. No sólo eso: hace poco estudié en el Catecismo que la declaración de Jesús de que Dios es nuestro Padre fue algo asombroso para la tradición judía, pues apenas hay menciones (y muy laterales) a este carácter de Dios en el Antiguo Testamento.
No sé si se trata de un pensamiento "racional" en el sentido de un proceso discursivo (aunque filósofos como Cohen aseguran que así también). Lo que es seguro es que es connatural a la razón del hombre en tanto todas las civilizaciones (sin revelación) lo llaman padre (salvo que con Guenón hablemos de revelaciones particulares).
El caso de los judíos es tan distinto como curioso porque lo que los hace no llamarlo Padre es su interpretación de la revelación. El AT está lleno de referencias a Dios "como" Padre ("como un Padre siente ternura por sus hijos", etc lo encontrará en los salmos en Isaías etc). Lo que no se encuentra, salvo incidental o elípticamente es "nombrar" a Dios como Padre, es decir, llamarlo Padre. Y esto no es extraño si pensamos que, en su interpretación del segundo mandamiento ni siquiera lo nombran, le dicen Hashem o escriben D-os. Es muy largo pero responde a una concepción muy oriental del "nombre" unido a la interpretación del 2do. mandamiento.
Por eso resultó tan escandaloso que Cristo nombrara y se dirigiera a Dios, no sólo como Padre, sino como "Papi" o "Pa" que es el uso familiar del Abba que emplea en el Padre Nuestro.
Respetos.
Natalio
Gracias por la aclaración, Natalio, brillante y útil como siempre. Todo mi conocimiento del tema es, como te dije, la explicación del Catecismo sobre "Dios Padre".
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