Es lo contrario del lema que usan algunas iglesias evangélicas aquí, en Madrid: “Vida dura”. Supongo que el mensaje es “Como tú vida es dura, ven con nosotros, que te consolaremos”.
Soy consciente de que mi vida, comparada con la de mucha gente, es una vida fácil, doy muchas gracias a Dios por ello y, de repente, me siento culpable. Funcionario en una España en caos, con un buen puesto, soltero, sin hijos, viviendo solo, con salud, puedo decir: “Mi vida es fácil”. Si reviso los problemas que me pueden surgir (éste y el otro), me da la risa, comparados con los de otras personas: decirle a un portero enfadado que no vamos a regalarle un reloj es, al parecer, mi principal drama. Mientras, a un amigo le han despedido, a otro no le admiten a sus hijos en el colegio, otra tiene un cáncer, ... (en la lejanía me viene otro gran asunto: mi vecino pone la radio alta).
Si llevo eso al plano religioso, mi vida también es fácil: la gente con la que trato es muy católica o respetuosamente agnóstica. Me atruena en la cabeza un inciso del punto 898 de Camino: “los que pelean: el Papa, los sacerdotes... los fieles...” En la parroquia, o mediante amigos, conozco a gente que está en primera línea de la batalla: la doctora que no quiere recetar pastillas abortivas, la profesora que se enfrenta a las bestias, el padre que objeta Educación para la Ciudadanía, el padre al que acusan injustamente de malos tratos, el cura en un barrio malo, ... Yo vivo cómodo, en un rincón sin problemas éticos, y me invento obligaciones minuciosas y escrúpulos para fingir que mi vida también es difícil.
Junio empieza fresco y con amenaza de lluvia. Hay que ir con paraguas y con chaqueta. ¿Cómo no va a influir eso en estos temores? La impresión de decadencia, de que el año y la primavera son peores de lo habitual, se contagia a todo: tu vida, la vida de tus conocidos, España, el mundo, ...
miércoles, 4 de junio de 2008
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4 comentarios:
Sí, la mía también pues hemos tenido la gracia necesaria para sacar o que se nos ha pedido adelante, como la tendrán a los que les ha tocado más duro, y si me preguntaran, siempre termino pensando en que lo que me ha tocado es lo mejor.
Saludos
Yo creo más bien se puede referir a la vida interior o espiritual, (incluidas todas sus exteriorificaciones). La vida de un cristiano, hablando de forma general, exige mucho y puede parecer duro cumplir con Dios; de hecho a veces lo es.
Y tal vez esa "vida fácil" se deba a los recortes en exigencias que transmiten las demás religiones y sectas para atraer gente.
Un saludo, F.
La cotidianeidad no es pan comido. Lo sabrás vos si, como entiendo al ver que lees Camino, conoces la espiritualidad del Opus Dei. Yo no la conozco a fondo, pero entiendo que santificarse en el día a día no ha de ser cosa fácil. Quizás a alguien como vos le resulte más fácil ser testigo de Cristo cuando te echan a los leones que cuando debes ser Cristo para los demás en la vida cotidiana. Por eso Dios te puso en la vida cotidiana y no te echo a los leones.
Alemamá, Sin Número, Juan Ignacio:
De verdad, gracias por vuestro comentario. Ayer fue un muy mal día, en lo espiritual, en lo laboral y en lo metereológico. Así que me permití desahogarme aquí. Gracias por estar ahí, valoro mucho lo que me habeís dicho, de verdad.
F.
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