lunes, 16 de junio de 2008

Noviazgo irlandés

-¿Nos vamos a vivir juntos?
-Humm ... No sé si estaremos preparados.


Ha ocurrido en Irlanda un acontecimiento de tremenda importancia para el futuro de Europa.

La Unión Europea empezó en 1957, cuando seis países formaron la Comunidad Económica Europea para gestionar juntos algunos asuntos económicos y así salir adelante en un mundo muy complicado. Con el paso del tiempo, los países se fueron ampliando (España, por ejemplo, no entró hasta 1986) hasta llegar a los 27 actuales, y se fue profundizando en esas políticas comunes, con nuevos Tratados. Es un proceso similar al de Mercosur americano, pero más fuerte.

Tras el Tratado de Niza, en 2001, se produjo lo que yo llamé la “crisis del noviazgo”. Era como estas parejas de novios que llevan siéndolo 10 o 15 años, y que están bien, pero que se plantean la posibilidad de irse a vivir juntos: ir adelante les da miedo, pero quedarse como están les parece insuficiente. Igual pasó en Europa: los esquemas antiguos parecían ya viejos, pero no estaba claro a dónde íbamos. Para salir adelante, se elaboró una Constitución europea, con más de 300 artículos, mediante la cual se suponía que Europa daba un paso adelante: sin llegar a ser un Estado federal (como Estados Unidos) era algo más que lo que es ahora. Sí, como si los novios citados dijeran: “Vamos a irnos a vivir juntos, pero sin casarnos”. Los políticos pretendieron ilusionarnos. El tema se llevó a referéndum en varios países. En los incultos manipulables, como España, el tema salió adelante por goleada. Pero al llegar el turno de los cultos, Francia y Holanda, la gente votó NO.

La Unión Europea ha estado dos años desorientada. Con mucho esfuerzo, se ha ido negociando un pequeño Tratado, llamado de Lisboa, que recoge algunas cosas de la difunta Constitución, pero sin grandes pretensiones. Como si los novios se dijeran: “Vale, ni nos casamos ni nos vamos a vivir juntos, pero quedamos más días a la semana”. Escarmentados por lo ocurrido en Francia y Holanda, todos decidieron que bastaba con que el Tratado lo votasen los Parlamentos, sin tener que ir a referéndum. Todos ... menos Irlanda. Ahí ha ido a votación, el pasado jueves, y ha salido que NO: los novios no se ven capaces ni siquiera de quedar más horas. El asunto abre, pues, un nuevo período de crisis, de nueva discusión sobre a dónde queremos llegar.

-¿Y si al menos quedamos a comer más días, tras 15 años de noviazgo?
-No sé, ¿no estamos bien como estamos?

6 comentarios:

AleMamá dijo...

Lo has explicado muy sencillo y claro. Gracias.

maria jesus dijo...

Está clarísimo, no se puede explicar mejor. Un saludo

Pedro Martín dijo...

Son cosas que acá en el culo del mundo nos parece imposibles.

Si Holanda dice no quiere decir que son más inteligentes?

Me parece que el benelux se les fue de las manos....y no sé si quieren ser parte de algo enorme en donde los países pequeños pierden peso.

Muy buen post!

Fernando dijo...

Queridas Alemamá y María Jesús: gracias, sois muy amables. Trabajé mucho el post, para que un tema aburrido saliera interesante, incluso para gente que no es europea.

Querido Pedro: no sé si los holandeses o los irlandeses son más inteligentes, pero sí que piensan más que nosotros, los españoles. En todos los países en que, antes o ahora, ha habido referéndum sobres estos temas, los gobiernos, casi todos los partidos y casi todos los periódicos han hecho campaña a favor del SÍ. Hay que tener mucho juicio propio para pensar, reflexionar y votar NO si crees que eso es lo mejor para tu país.

F.

Ramón_Lozano dijo...

Me ha gustado la explicación que has dado al asunto con esa visión tan graciosa pero tan aclarativa con los ejemplos de la pareja. De todas formas lo que me parece realmente difícil es ponernos a tantos países tan distintos de acuerdo en crear ciertos organismos comunes que suponen como una intromisión de quien mande en Europa en cosas de tu país. Yo opino que Europa debe ponerse de acuerdo en temas importantes como terrorismo o inmigración (y otros muchos que ahora me dejo en el tintero) e ir todos de la mano en estos temas. Se consiguió con el Euro y nos ha ido bien, pero lo complicado es convencer a tantos países, muchos de ellos con escasa vocación europeísta. En el fondo se trata de intentar construir algo en lo que muy pocos creen.

un saludo

Juan Ignacio dijo...

Muy bueno e interesante, me sumo a las poderaciones.