Ayer se acabó la huelga; o, para hablar con precisión, se suspendió indefinidamente el paro patronal.
Lo más siniestro del caso es que esto se ha decidido no porque se haya llegado a un acuerdo, ni porque se hayan apiadado de la gente perjudicada. Nada de eso: el motivo es que ayer cientos de camiones venían por todas las carreteras, dispuestos a bloquear Madrid, a sitiarla, y la Guardia Civil les fue parando lejos. La prensa exquisita se pregunta hoy si esto no fue una detención ilegal, pero lo cierto es que se evitó una situación de matonismo, de chantaje, similar a la del que secuestra a alguien para pedir rescate. Fracasada la coacción, no tenía sentido seguir con el paro.
El gobierno ha ganado. Toda la simpatía que pudieron lograr los transportistas al inicio se evaporó cuando comenzaron la violencia y los piquetes. El gobierno ha quedado bien, como tíos muy machos, que no toleran coacciones ni ceden bajo amenaza.
A ver cuánto tarda en venir la siguiente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Acá el gobierno salió a despejar a los del campo y la verdad es que no quedó muy bien, pero, ultimo momento, someterá el tema de las retenciones que quiere aplicar al congreso. Ahí quizás estuvo bien, no sé, ya me informará alguien que sepa leer tras bambalinas.
Donde la pifió fue en convocar a los argentinos al acto en favor del gobierno mañana: ¿¡no saben que jugamos contra Brasil!? (Algo de humor).
¡Oh!
Un gobierno que no sabe qué día juega su país con Brasil es un gobierno que ha perdido totalmente el contacto con la realidad social.
F.
Publicar un comentario