Ponen por la tele el Atlético de Madrid - Deportivo de La Coruña. Mi equipo pierde (2-0) frente a los atléticos, pero el final es bonito: todos los jugadores y el entrenador del Depor se acercan a abrazar a Luis Filipe, el jugador que nos hizo grandes y que luego se vino a jugar al Atleti.
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Necesito recuperar mi ilusión por la parte folclórica de la Navidad. Paseo por la calle Serrano, me monto un concurso de escaparates de las tiendas pijas. Gana un negocio de alfombras caras, frente a la Embajada argentina, que ha enrollado por un lado varias pequeñas, formando conos, las ha puesto de pie y ha colocado en su vértice una bola de Navidad, como si fueran abetos en fila.
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5 comentarios:
Lo que es yo, querido Fernando, no he hecho NADA por navidad este año aún. Ni siquiera he mirado catálogos para no soñar con cosas que en estricto rigor no necesito. Casi no recibo regalos y hago los indispensables, y muchos pensarán que menos de los indispensables....
Ojalá el verdadero espíritu navideño vaya prendiendo en mi corazón, pue me noto muy decaída y algo desencantada.
Saludos de adviento, mientras tanto
Nos gustaría que nos conocieras.
Saludos
Igual estoy yo, querida Alemamá, "decaído y algo desencantado", por ahí iba mi segundo párrafo. Sin duda, Dios nos quiere decir algo, algún tipo de llamada a la conversión seria, al menos en mi caso.
Ya me pasé por el blog, Marita, me pareció bueno, por ahí nos veremos.
Además del efecto inexplicable de ver algo argentino en tu relato y el genial concurso privado, me ha gustado mucho el título (ultimamente me estoy fijando en los títulos).
Los títulos son el 50% del éxito de un post, Juan Ignacio, son como el encabezamiento de las noticias de los periódicos.
Gracias.
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