viernes, 16 de mayo de 2008

San Isidro

Ayer, 25 de mayo, fue San Isidro Labrador, patrón de Madrid. Esto es un poco raro, porque hace muchísimo que en la capital nadie se dedica a la agricultura, pero es así. A cambio, San Isidro es un santo madrileño: yendo por la parte antigua, el Madrid de los Austrias, vamos viendo la iglesia en la que le bautizaron, la casa en la que vivió, la de su patrón Iván de Vargas o la iglesia en cuyo cementerio fue enterrado. Tiene la peculiaridad de que su esposa, María de la Cabeza, también es santa, cosa poco frecuente en el santoral. En fin, uno de sus mejores milagros es que se quedó dormido en el campo, porque había rezado mucho, y para que su patrón Iván de Vargas no le echara la bronca, un ángel bajo del cielo y guió a los bueyes para que araran: esto, en un país tan vago como España, necesariamente ha de ser un milagro simpático.

Cumplimos con todas las tradiciones. Fuimos, por la mañana, a la pradera. Esto ha quedado como una expresión hecha, “ir a la pradera”, pese a que hace décadas que la misma no existe. En la época de Goya había una ermita, la de San Isidro, lejos de la ciudad, al otro lado del río Manzanares. Tal día como ayer, la gente iba de romería, a la pradera que sí que existía. Cuando se prohibió enterrar a gente en los atrios de las iglesias empezaron a usar el campo alrededor de la ermita, que ahora es un cementerio gigantesco, el de San Isidro. La muerte de la pradera vino tras la guerra civil, con el desarrollo económico, cuando se hizo todo un barrio de emigrantes alrededor del cementerio. Por eso, la pradera es ya, sólo, un parque público grande, muy urbanizadito. Allá que fuimos. Era un gozo ver a la gente sentada sobre el césped, húmedo por las lluvias recientes, con la tortilla de patatas y el vino, como si hubiera ido a una pradera de verdad, al campo. Dimos vueltas por el paseo, donde había un maravilloso olor a aceite refrito cuatro veces, a paella recién hecha, a calamares rebozados, a manzanas dulzorras envueltas en caramelo. Junto a la vieja ermita (que ahora, realmente, es la capilla del cementerio), dos colas: una, enorme, para entrar; otra, mayor aún, para beber el agua milagrosa del santo. Desde ese punto se ve la parte antigua de Madrid: el Palacio Real, el Viaducto, las torres de las iglesias, ... La vista es bonita, pero lo es más aún si recordamos una coincidencia: desde aquí pintó Goya un cuadro de la romería de ayer, con la mismas vistas de Madrid: todo está igual, salvo que en medio se han metido mil casas y la nueva Catedral, que no es precisamente bonita.

Por la tarde fuimos a la procesión del santo: una hora y cuarto desde la salida, en la antigua catedral de Madrid, al regreso, lo que para un procesión española es muy poco tiempo. Eso se explica porque no lleva ni nazarenos ni penitentes ni gente con la cruz a cuestas ni nada de eso, sino sólo chulapos y chulapas, es decir, gente vestida con el traje típico de Madrid. Como casi nadie lo tiene, salen unos pocos, luego Santa María de la Cabeza, luego las cofradías amigas, luego San Isidro, luego el Cardenal Rouco, luego el concejal, luego la banda y luego los devotos. Lo dicho: hora y cuarto, cortísima. Lo mejor es el traje de chulapa, un traje raro, como de baile de carnaval, de tela pegada al cuerpo, que se amplía en los tobillos. Esto es muy atractivo si lo lleva una muchacha joven, pero ahí las únicas que salían era señoronas de 60 o más años, bien entradas en carnes, muy valientes por ir mostrando su corpulencia en un traje que no permite ocultar nada.

No llegó a llover.

Al final tomamos rosquillas: tontas (sin adorno), listas (con azúcar) y de Santa Clara (con merengue).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Fernando:

Interesante. Desconocía la tradición de ese día; sólo sé que por san Isidro se vienen para acá algunos amigos.

Me ha hecho gracia lo de las chulapas atractivas y las "no tan atractivas" :DD

He estado mirando imágenes sobre el traje y dos observaciones importantes: todas las que salen son 'entradas en carnes', como tu dices, y Esperanza Aguirre... que se lleva el premio a la que sale en más fotos.

Un saludo

Juan Ignacio dijo...

Muy interesante. No sabía que San Isidro era su patrón.

Acá tengo parientes que no trabajaron o chicos que no fueron al colegio porque en el partido de San Isidro (cuya ciudad capital San Isidro cumplio hace poco 300 años y es parte del Gran Buenso Aires distante a unos veintitantos kilómetros del centro de Bs. As.) este día es feriado, asueto.

Saludos

Fernando dijo...

Querido Sin Número:

Es un puente muy bueno para salir: como sólo es fiesta en Madrid capital, es muy fácil encontrar hotel fuera, no como en el Primero de Mayo. Yo este año no he podido salir, ya estuve fuera el anterior, en Burgos.

Sí, son señoras muy valientes, porque en otros trajes regionales, de falda amplia, es fácil esconder las carnes, pero aquí no. En cuanto a la presidenta Aguirre, creo que has visto un reportaje del año pasado: faltaban pocos días para votarla, y se nos presentó con un traje de chula de color azul celeste, como el de su cartel electoral. Hay que admitir que para su edad tiene buen tipo. Como este año no votamos, no se molestó en venir.

F.

Fernando dijo...

Querido Juan Ignacio:

No sabía que hubiera una ciudad y un distrito en Buenos Aires llamado San Isidro. Quizá lo fundaron madrileños, hace 300 años, o quizá no, porque es un santo muy popular en muchos pueblos agrarios de España, a lo mejor el fundador venía de uno de ellos (o a lo mejor él se llamaba Isidro, quién sabe).

¿Viste que graciosas, las fotos de los niños disfrazados? Había chinos, indios aztecas, rumanos y hasta algún negrito.

F.

Juan Ignacio dijo...

Sí, no había entrado, muy pintorescas.
También es muy linda la pintura de Goya.