viernes, 9 de mayo de 2008

Burgos (y III)

Burgos (capital) es una etapa del camino de Santiago que, ya desde la Edad Media, llevaba a los peregrinos de toda Europa hacia el sepulcro del Apóstol, en Santiago de Compostela. La tradición del camino fue cayendo en el olvido, hasta que a partir de los años 80 del siglo XX las nuevas autoridades autonómicas y eclesiásticas se tomaron en serio su rehabilitación. Hoy en día, los Años Santos (cuando la fiesta de Santiago, 25 de julio, cae en domingo:1999, 2004, 2010, ...) son un gran acontecimiento cultural y religioso, con miles de peregrinos yendo hacia Santiago.

Yo lo hice en 1999, en coche. Aunque nosotros íbamos de hotel en hotel, los peregrinos (en bici o a pie) iban de albergue en albergue, colocados en los pueblos y ciudades que ya desde la Edad Media formaban parte de la ruta jacobea. Estos albergues eran, unas veces, pequeños alojamientos con habitaciones comunes, y otras eran el polideportivo del pueblo o un campo de fútbol, debidamente habilitados. Además del encanto de la aventura, tenían la ventaja de que eran o gratuitos o muy baratos. Al principio, en la zona cercana a Francia, todo era delicioso, pues aún había relativamente poca gente: hay que tener mucho valor o mucha fe para hacer 700 km a píe. Según avanzábamos, se iba incorporando más y más gente, capaces de hacer la distancia (cada vez menor) que quedaba hasta Santiago. Esto dio lugar a un fenómeno impresionante, como era el del peregrino estresado, totalmente contradictorio con la idea de una peregrinación reflexiva, silenciosa, en paz. Los peregrinos se levantaban cada vez más pronto, se echaban antes a recorrer el camino (de madrugada), y según se acercaban al pueblo o ciudad siguientes se ponían a correr, pese al cansancio. No les movía el deseo de ver al Apóstol cuanto antes, sino que los albergues se llenaban cada día más pronto, y si se llegaba tarde había una gran probabilidad de tener que dormir o en la calle o en el campo.

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Cuando este puente pasado he estado en Burgos, dedicamos un día a recorrer las múltiples iglesias de la ciudad. Cansados, a primera hora de la tarde nos sentamos en la terraza de un café. Quiso la casualidad que estuviera justo al lado del albergue de peregrinos, una pequeña casita regentada por unas religiosas. Aunque este año no sea Año Santo, hay (poca) gente lista que hace la ruta, evitando así las aglomeraciones. En la puerta se advertía de dos cosas: que sólo había 14 camas, y que ese día ya estaban completos. Fue por ello patético ver llegar a un grupo de 4 personas mayores, todo coloradas, andando torpemente, con sus enormes mochilas al hombro. Se quedaron consternados al ver el cartel de “Completo”. Llamaron y salió un curita muy amable, que empezó a señalar el otro extremo de la ciudad: es posible que allí hubiera plazas, en un albergue municipal o de otra institución religiosa. Agotado, el grupo emprendió la marcha hacia donde les indicaban.

Me ahorro la inevitable reflexión sobre la desazón cuando crees que has llegado a tu meta y aún te falta mucho. Sólo anoto que recordé a los peregrinos estresados de hace 10 años, y que sentí compasión por estos cuatro: sería horrible -me dije- que un viaje de reflexión y (muchas veces) de fe, por la naturaleza, acabara contagiado de la angustia y la competición de las que está llena nuestra vida cotidiana.

5 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

Hola Fernando. Mientras leía la serie y como venía con fiebre de Google Earth me hice un vuelo estartosférico a Burgos. Qué catedral, ¡eh!

Y justo que uniste Burgos y Compostela me acordé del blog Compostela, no sé si lo conoces, de Angel Ruiz Perez que es un filologo de Burgos que vive en Compostela. Hay una serie de entradas referidas a Burgos en su blog Compostela.

Salvando las distancias de todo tipo, nuestra anual peregrinación a pie a la Virgen de Luján (modestos 70 km que no recorrió ningún santo... conocido... que yo sepa) tiene algunas otras deformaciones. No se transforma en una carrera de competición sino en un boliche de gente que procesiona por deporte, con equipos de música, etc. A pesar de eso hay quienes la hacen con mucha fe, eso sí. Yo he hecho la mitad, pero mi hermano la ha hecho fácil unas cuatro veces a puro rezo y canto.

Ángel Ruiz dijo...

Y yo llego aquí por el comentario que dejaste en una entrada de Juan Ignacio: seguiré con mucho interés tu blog a partir de ahora.

Fernando dijo...

Juan Ignacio:

No conozco ese blog, pero lo visitaré: sin duda, será de gran calidad, como los de toda la gente que deja entradas en el tuyo.

Pese a que mucha gente lo hacía por folklore, como pueda ocurrir con Nª Sª de Luján, mucha otra lo hacía por fe, o buscando la fe. En estos días que estuvimos allí, en un pueblito que también estaba en la ruta de Santiago, en la iglesia había un libro de visitas de peregrinos, muy poco escrito este año. Uno decía: "Soy un peregrino agnóstico. Lo único que he descubierto, por ahora, es que mi vida está vacía". Qué bonito inicio, ¿no?

F.

Fernando dijo...

Querido Arp:

Bienvenido.

F.

Ramón_Lozano dijo...

Hola Fernando.

Aunque llevas ya un tiempo comentando en mi blog no sé porqué pensé que no tenías blog y simplemente firmabas con un nombre auténtico. Así que hoy he pinchado sobre tu nombre y resulta que sí que tenías blog.

Así que ya puesto lo he ojeado un poco y me he detenido en tus 3 posts sobre Burgos, ya que la tierra me tira mucho. Que sepas que aunque soy de Burgos de nacimiento y por haber vivido allí hasta ahora, tengo un 50% de Madrid por parte de mi madre, y por eso siempre he considerado Madrid como mi segunda ciudad.

Y en cuanto a los albergues de peregrinos de Burgos debo decirte que sólo conozco uno que está en medio de un parque (Creo que es el del Ayto.). Supongo que los demás serán de distintas órdenes religiosas. Pero justo en el centro, en la calle que hay por encima de la Catedral, se está terminando de construir un albergue completamente nuevo, acogedor, funcional y de amplia capacidad. Para que no vuelva a suceder eso del "Completo" cuando llegas con la lengua fuera.

Y si algún día hago el Camino de Santiago (ya que me pilla casi a mitad de camino...) creo que lo haré en bici. Lo de hacerlo a pie es superior a mis fuerzas.

un saludo