lunes, 21 de marzo de 2011

Vía dolorosa

Voy el domingo por la tarde a Misa a Jesús de Medinaceli, el templo en el que los primeros viernes de marzo se forman colas gigantescas para pedir favores a Jesús mientras se besa su pie: te da 1 de los 3 que le pidas, creo. Este año hubo menos gente, sólo once manzanas (cuadras), lo que no se debe a que España vaya mejor sino a que llovía y hacía frío y viento.

En plan folclórico hago el trayecto que hacen los peregrinos, empiezo donde terminaba la cola el pasado día 4: final de la calle Atocha (cuatro manzanas), Fúcar (cinco) y Jesús (dos). Todo es distinto a esa noche, claro: mi paseo es agradable, es la primer tarde de primavera en Madrid, de las ventanas abiertas de los cafés salen charlas alegres, un grupo de estudiantes italianos da vueltas por ahí, de los árboles brotan las primeras hojitas verdes. Yo voy despreocupado, sin problemas, y apenas tardo 20 minutos en hacer el recorrido, frente a las 5 o 6 horas de esa noche terrible. Me voy imaginando el alivio de la pobre gente cuando, tras horas de estar de pie, fueran viendo los edificios que veo yo, la cervecería, la cerería, la floristería. Rezo (un poquito) por sus intenciones.

Gran homilía del franciscano: cuando recuerda la frase de Dios Padre en la Transfiguración, "haced lo que Él os diga", señala a la imagen de Jesús de Medinaceli, doliente en su túnica morada, que pareciera a punto de hablar para condenar nuestra frivolidad.

9 comentarios:

AleMamá dijo...

¡Buen relato de esta devoción tradicional! Me encantan estas pinceladas que nos regalas cada tanto.

Cariños

Juan Ignacio dijo...

Muy bueno.
Y esa sentencia es el lema del fundador de los Marianistas, mi colegio.

paterfamilias dijo...

No sabía de esta tradición hasta que el otro día la vi en las noticias de no sé qué cadena de televisión.

Por la gente que allí se agolpaba, prefiero la forma en la que tú lo hiciste.

Fernando dijo...

Gracias, Alemamá.

No lo sabía, Juan Ignacio: realmente, es la mejor lección que el colegio pudo dejar a sus alumnos, seguro que tú lo aprovechaste bien.

Sin duda, Paterfamilias: es una gran muestra de fe, pero para mi sensibilidad es resulta excesivo, duro.

Andy dijo...

Me ha encantado el final del realto, muy poético, tiene fuerza.

Fíjate, las veces que he estado en Madrid nunca he visitado esa iglesia ni al archiconocido Cristo de Medinaceli.

Otra cosa que me apunto.

Fernando dijo...

La iglesia no vale mucho, Andy, es pesadota, pero vale la pena subir al camarín y ver la imagen de Jesús a través de la reja: tiene mucho sentimiento, mucha emoción, al menos a los de Madrid nos parece una imagen muy buena.

Anónimo dijo...

Escuchadle y la Virgen apunta de manera muy práctica: haced lo que os diga. Un abrazo.

Nodisparenalpianista dijo...

¡Pero qué bien! Felicidades.

Fernando dijo...

Gracias, NIP.

Gracias, Nodisparen.