jueves, 12 de noviembre de 2009

Millennium (II)

No leas este post si vas a leer el libro.

La acción se desarrolla en Suecia, en nuestros días; todos los personajes son suecos.

La novela comienza creando un ambiente espeso. Un periodista, Mikael Blomkvist, es juzgado y condenado por injuriar a un empresario. Se explica con mucho detalle el entramado de corrupción empresarial que el periodista narró en su revista Millennium, lo que ahoga un poco al lector.

De repente, y aquí viene el primer acierto del autor, el espesor se rompe porque aparece un personaje extraño: la detective Lisbeth Salander. Conviene, para que una novela de detectives tenga éxito, que su protagonista (Sherlock Holmes, Hercules Poirot, el padre Brown) sea raro, intrigue al lector, y eso se logra plenamente en este inicio de la novela. Lisbeth Salander tiene 24 años, va vestida de negro con el pelo teñido de negro, lleva piercings, oculta su vida privada, habla poco, tiene una madre demente, hace lo que le da la gana en la oficina de detectives y va con gente tan rara como ella. El libro aclara, para mayor morbo, que su jefe sabe ciertas cosas tenebrosas de ella, que aún no se nos desvelan. La muchacha tiene una inteligencia diabólica para resolver los casos.

A partir de ahí (y esto ya es menos original) la acción se desdobla. Por un lado, todos hablan de que en el juicio por injurias se ocultó cierto hecho, el defensor no contó aquello, eso que ocurrió fue silenciado por todos en el proceso. ¿Qué fue aquello, se pregunta el lector? Aparece un abogado y contrata los servicios de Lisbeth Salander para investigar eso que ocurrió, que hubiera podido beneficiar al procesado Mikael Blomkvist pero que nadie quiso mencionar. Se suma el morbo por la protagonista y por el hecho oculto.

Por otro lado, el empresario retirado Henrik Vanger contrata al periodista condenado, Mikael Blomkvist, para que investigue una desaparición que ocurrió ¡¡hace 40 años!!, la de su sobrina-nieta Harriet Vanger. El anciano cree que fue asesinada, pero la policía nunca lo pudo confirmar. ¿Qué interés puede tener eso, tantos años después? El anciano cree que el asesino sigue vivo: todos los años, el día de su cumpleaños, alguien le manda un paquete anónimo con una sencilla flor prensada y enmarcada, igual que hacía Harriet antes de su desaparición. Esta investigación se realizará en una isla diminuta, donde viven pocas personas, frente a la costa sueca.

Gran intriga, ambas tramas se conectan: el empresario Vanger tiene pruebas de aquello que ocurrió y que se ocultó en el juicio, y se las ofrece al periodista Blomkvist si logra pistas de Harriet la desaparecida.

4 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

Entregas parciales.
Esto es como escuchar una radionovela pero sería leer una blognovela.

Fernando dijo...

Blognovela... Me gusta el término.

Si mis blogamigos y yo tuvieramos más sentido lúdico, montaríamos un juego, una blognovela, en la que cada día uno distinto escribiera un párrafo, coherente con lo anterior.

Podría empezar con un "Se sentó a ver el amistoso España-Argentina, esperanzado de que ganara el mejor, o sea, los suyos".

Juan Ignacio dijo...

Me imagino que el que se sentó es un Argentino, entonces.
(Broma).

Fernando dijo...

Como diría el ridículo jefe de los conservadores españoles: "Será argentino ... ¡o no!"