lunes, 16 de noviembre de 2009

En el campo

Para un niño de ciudad, como yo, ir al campo, incluso al feo campo de Madrid, es siempre una experiencia mística. Los árboles, las montañas, el cielo, los valles, los pájaros, todos te dicen una cosa: Dios existe.

Ayer seguimos el curso de un riachuelo, que al principio iba por la superficie. Venía de repente una pequeña cascada, el río seguía (más bravo) por dentro de un desfiladero estrecho, allá abajo. Al rato, otra catarata, más profundidad, más rapidez del agua, y luego otra vez más. En el tramo final había un árbol asomándose al vacío, en vez de crecer vertical lo había hecho perpendicular sobre el desfiladero, como un suicida poco decidido: si cayera una de sus hojas otoñales iría abajo y abajo, hasta golpear el agua ruidosa.

Atardecer del sol contra nubes difuminadas: nueva prueba de la existencia de Dios, fuerte como una tesis de Santo Tomás de Aquino.

(Y, a la vuelta, rodeamos el Vicente Calderón, donde el sábado se jugó el España-Argentina. Me emocioné al oír el himno argentino, qué pequeñito es el gran Messi, y el himno español, ¿por qué se tienen que agarrar como colegialas? Partidazo de ambas selecciones que nos llena -a todos- de esperanza para Sudáfrica-2010)

7 comentarios:

Ramón_Lozano dijo...

Y yo que soy tan de ciudad que no me gusta nada el campo... Aunque reconozco que no está de más ir de vez en cuando y descubrir algún accidente orográfico interesante. Pero aun así prefiero la jungla urbana.

Saludos

Juan Ignacio dijo...

Ni con tu testimonio me contagio de optimismo por la mi selección.

¿O deberé probar dando una vuelta previa por el campo?

AleMamá dijo...

Qué lindo texto, Fer. Indiscutiblemente, Dios no grita en la naturaleza, "fuerte, como una tesis de santo Tomás de Aquino".
Me ha encantado.

Fernando dijo...

Hola, Ramón, en Castilla-León todo es campo, si vas de Valladolid a Burgos o al revés vas por el campo, no como el feo páramo de Madrid. Y, sí, yo también prefiero la jungla.

Hola, Juan Ignacio, ví muy bravos a los argentinos, yo en tu lugar estaría esperanzado. Ayer, en un programa deportivo, conectaron con una casa de apuestas londinense, Argentina era la 3ª más apostada para ganar el Mundial, tras Brasil y ¡¡España!! y por delante de Inglaterra (4ª) y Alemania (5ª). No sé porqué no salía Italia.

Hola, Alemamá, me acordé de las fabulosas vistas de tu casa, al escribir este post: también esas fotos tuyas nos llevan a Dios, creo.

Juan Ignacio dijo...

En fin, si me apurás un poco me harás dudar, uno tiene su corazoncito.

Fernando, me quedé pensando en la imagen que rescata Alemamá, que es muy linda: "Atardecer del sol contra nubes difuminadas: nueva prueba de la existencia de Dios, fuerte como una tesis de Santo Tomás de Aquino."

Y me hizo acordar al poema de Ibañez Langlois aquel que decía:

Cuarta vía de la demostración de Dios
tú que llegas a Él como mi Bien supremo
y Verdad y Belleza ilimitada
dile todo mi amor dile no soy digno
cuarta vía no olvides este recado
escóndelo entre tus silogismos como una lágrima
tú que por todos los grados del bien finito
asciendes al Infinito de mis amores
dile todo mi amor díselo entero
baña todo su Rostro con mi llanto
muéstrale la huella de mis malas noches
dile todo mi amor dile mi dolor si quieres
si lo estimas compatible con tu carácter lógico
pero no se lo digas al paso de tus silogismos
mi amor ya no soporta esa lentitud mental
de premisas mayores y menores
díselo en el relámpago de tu conclusión
dile todo mi amor en el instante
dile cómo por todos los grados del bien finito
mi pobre inteligencia o mi corazón pensante
suspira por el Infinito mientras tu lógica
se convierte en un salmo del rey David
y llora con sus lágrimas teologales.

Fernando dijo...

Juan Ignacio, me conmovió el poema. Es curioso que cite, al final, a los salmos de David. Creo, torpemente, que la idea que yo apuntaba en el post, que toda la Naturaleza nos conduce a Dios, es una idea que está en algunos de los salmos. Estuve buscando para mencionarlos en el post, pero no los encontré.

¿No es un poco injusto que este hombre, Ibáñez Langlois, esté totalmente olvidado aquí, en España? No sé si en Argentina o en Chile ha tenido más supervivencia, aquí ya no hay nada sobre él.

Juan Ignacio dijo...

Fernando, allá en España lo rescata Enrique García-Máiquez, que hizo una antología llamada Oficio.