Parte 1, sección 2, párrafos 185 a 197.
Acabada la sección 1ª de la 1ª parte, en la que se nos ha enseñado cómo Dios se dirige el hombre (Revelación) y cómo el hombre responde a Dios (fe), empieza la gigantesca sección 2ª, casi mil párrafos, donde se nos va a explicar el Credo.
Antes hay una breve introducción sobre los Credos o Símbolos de Fe o Profesiones de Fe, es decir, las listas de verdades esenciales que el cristiano ha de creer si quiere ser parte de la Iglesia. Hay dos muy importantes, el Símbolo de los Apóstoles (p. 194) y el Símbolo Niceno-Constantinopolitano (p. 195), que son el Credo que diecisiete siglos después seguimos utilizando en la Misa. Junto a estos Credos tan importantes, el Catecismo explica que ha habido otros, en la Historia de la Iglesia (p. 192) dictados por Concilios, Papas o Santos. Entre ellos he descubierto uno que, ignorante, desconocía, y cuya lectura me ha parecido muy hermosa: el Credo del Pueblo de Dios, de Pablo VI (1968).
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1 comentario:
Interesante dato. Gracias.
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