viernes, 27 de enero de 2012

Dolor

Me puse las plantillas que me recomendaron. El pie subió unos centímetros, el tobillo rozó el borde del zapato, rompió la piel, dejó la carne al aire. Cada paso que daba (pequeños, uno a uno) era un tormento. Además, se hincharon los pies, en dos de los pares de zapatos dejaron de caber.

Sentí mucha compasión de mí. Hice cosas ridículas, como echar más azúcar de lo normal en el café.

Dos ideas me hicieron salir adelante: una firme voluntad de no dejarme vencer y la evidencia de que era algo pasajero, que incluso podía empezar a ir con zapatillas deportivas, más cómodas. No fue necesario, todo volvió a su orden.

Durante esos días me dije el discurso que suelto a alguien cuando está enfermo o tiene dolores: no te dejes vencer por el dolor, no dejes que te robe tus días, el cielo sigue siendo azul, el chocolate sigue siendo dulce, Shakespeare sigue siendo ameno, vive como si no te doliera. Me parecieron palabras idiotas.

9 comentarios:

Nodisparenalpianista dijo...

Hay dolores pequeños insoportables. A mi, los zapatos veraniegos me matan. "Son como un guante" Será forrado de piel de puercoespín. Es de ser un quejica, lo admito, pero en fin.

Fernando dijo...

Tienes suerte, estamos en invierno, Nodisparen, aprovecha estos meses.

maria jesus dijo...

Te comprendo perfectamente. Hace tiempo que decidí usar sólo los zapatos 24horas, desde que unos me maragaron la boda de uno de mis hijos

Juan Ignacio dijo...

Pero, yo digo, ¿un algodoncito o un apósito no hubiera solucionado todo?

Anónimo dijo...

Buenos días Fernando. Cuando esas líneas trazadas y ejecutadas con firme voluntad son paseadas, atravesadas y empleadas por los demás saben a gloria,nunca efímera y siempre anónima. Las rodillas, la espalda, todo se recompondrá y te permitirá recorrer más metros en línea recta hacia el objetivo tras este afán.Un abrazo.

Fernando dijo...

No entiendo lo de los "zapatos 24 horas", María Jesús.

Acertaste, Juan Ignacio, ésa fue la solución a mi calvario.

Dios te oiga, , NIP.

maria jesus dijo...

Es una marca, Fernando. Son unos zapatos que parecen guantes para los pies, y tienen un precio razonable

ALMA dijo...

Como usuaria de plantillas, a tal punto que para sacarmelas hoy día, creo, me van a tener que operar de ellas!!!! broma aparte creo que deberías modificar tu calzado . O sea comprar zapatos nuevos, los cuales primero le tienen que resultar comodos a las plantillas y luego a vos. Es así, mi querido Fer, de ahora en mas para evitar malos ratos,ellas decidiran por vos.

Exitos !!!!

Fernando dijo...

No los conocía, María Jesús, gracias por la aclaración.

Ya me acostumbré a ellas, Alma, supongo que se habrán bajado un poco por mi peso y ya han dejado de molestarme. En esta vida todo es cuestión de aguantar.