jueves, 22 de septiembre de 2011

Testamento

Por fin me animo y hago testamento. Es muy necesario en mi caso: soltero, sin hijos, si muriera sin testar y ya hubiera fallecido mi madre todo se repartiría a partes iguales entre mis hermanos, lo que sería manifiestamente injusto.

La notaría es agradable, con mucha luz, con empleados amables. Está adornada con este lema: "Nada es imposible". Me parece una frase divertida para este lugar, es como si siguiera con un "... diga lo que diga la Ley".

Hago pequeñas maldades en el reparto: dejo un pequeño porcentaje a familiares que, sin duda, esperarían recibir más. Por la noche ya me he arrepentido y tengo la tentación de escribir cartas póstumas a los perjudicados, explicándoles mis razones. Esto es una tontería y decido no hacerlo.

El notario lee el testamento: ha quedado como mis mejores posts, claro, breve, sin una palabra superflua. Luego me explica los efectos jurídicos y sustituye el verbo "morir" por "faltar": "si su madre faltara antes que usted...".

...

Nada de esto fue triste o desagradable. En Madrid hacía aún una tarde veraniega, con mucho sol, y en las ventanas había flores alegres. Quizá no me afectó nada porque yo sabía que era una formalidad, que voy a vivir 20 o 30 años más, que ni siquiera éste será el testamento definitivo. Al rato de salir, ya estaba pensando "cuando dentro de 10 años A. sea mayor de edad y B. se case tendré que cambiar esto y aquello".

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues entonces hay lío para rato, si hay que ir cambiando ...
A muchos les da miedo testar porque ni siquiera quieren oír hablar de la posibilidad de morir. Mi marido y yo en eso tan panchos, lo poco que hay ya está a nombre de los hijos.
Saludos Fernando

paterfamilias dijo...

Bien hecho Fernando.

Soy partidario de otorgar testamento lo antes posible. Después evitas algún que otro quebradero de cabeza y mucho papeleo.

Nosotros lo hicimos ya hace unos años. Imagínate, tuvimos que decir que lo dejábamos a nuestros hijos X, Y, Z y K y los que pudieran venir ;-)

Anónimo dijo...

Buenas tardes Fernando. Ahora me acuerdo que debo cambiar el mío, los años pasan para todos. Hay que dejar todo bien atado y no dar mucha lata a nadie cuando me muera, a mi patrón san José se lo pido.Un abrazo.

AleMamá dijo...

En Chile testamos poco, me parece. Se piensa que hay que tener grandes fortunas para hacerlo y no, una persona corriente debiera hacerlo y estoy proponiéndoselo a mi marido hace años, pero nada de eco tengo, hasta ahora. Bien hecho, Fernando.

maria jesus dijo...

Has hecho muy bien y has quitado quebraderos de cabeza sin fin a tus familiares.

Yo tengo un seguro de deceso, creo que se llama así, una tumba comprada e hicimos un testamento especial, mejorando a los hijos pequeños sobre los mayores, ya que hay una gran diferencia de edad, hasta la edad de finalizar los estudios.

No ha habido ningún problema, somos una familia unida, pero en caso de haberlo se hubiera cortado de raiz.

Saludos Fernando

Andy dijo...

Algo necesario que ya has dejado listo, al menos por el momento.

Me alegro que no tuviera connotaciones negativas. No tiene por qué tenerlas ya que, como bien señalas, es mera formalidad y un gesto responsable habida cuenta tus circunstancias.

PD:Gracias por las oraciones.

Fernando dijo...

Pues ya lo tenéis resuelto, MJBO, felicidades.

Jejeje, Paterfamilias, si el notario era anti-familia numerosa se quedaría atónito.

Así es, NIP, hay gente que no deja de dar problemas ni después de morirse. ¡Viva San José!

Gracias, Alemamá, leyendo tu blog yo sé que, si por ti fuera, no lo repartirías a partes iguales entre los 5 (¡es broma!).

Bien pensado, María Jesús, en Derecho estudiábamos que Justicia es tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales, como has hecho tú.

De nada, Andy, espero que ya haga mejor en Málaga.

Juan Ignacio dijo...

Me causó mucha gracias lo de "si faltara...".
Y ojo con eso de los 20 o 30 años, porque uno nunca sabe el día ni la hora. No es por animarte, claro, ja, ja.

Miriam dijo...

Anda. Yo ni me lo había planteado¡

ALMA dijo...

Es todo un tema, mi querido Fer, pero necesariamente hay que dejar escrito lo que uno quiere que se haga con sus cosas.
Yo además dejé por escrito una autorización para que alguien me de sepultura, es asi la ley en España? Hice lo que aqui se llama autoprotección donde además incluye que en caso de insania, alguien me atienda. Si esto no se deja expresamente escrito, aqui luego vienen los problemas. Me paso puntualmente con una tía, donde habia previsto todo, menos su entierro y no podíamos tener su cuerpo por ese motivo y hubo que hacer unos interminables trámites, ya que la ley argentina en esos casos necesita un familiar directo (padre, madre, hijos), cosa que no éramos nosotros, sus sobrinos.

Es horrible, pero hay que preveer todo.

Buena semana Fer y en el próximo post un temita mas alegre,please!!!!!!

Jorge dijo...

En México Septiembre es el "Mes del Tesamento" los notarios rebajan el precio, extrañamente. Supongo que tus herederos ahora estarán poco felices de leer la parte de las -maldades-. Saludos (:

Fernando dijo...

Por eso hice testamento, Juan Ignacio, por la conciencia, cada año mayor, de que todo está en el aire y que no convenía el reparto que hace la Ley española.

Eso demuestra lo joven que eres, Miriam.

En España esos temas hay que arreglarlos antes, Alma, porque el testamento no se puede abrir hasta 15 días despué de la muerte, imagínate tener al difunto ahí esperando para ver lo que ha previsto.

Curioso lo de las rebajas testametnarias, Jorge, México es peculiar en todo. Y, sí quedé unos días después con uno de los perjudicados, estuvo muy amable conmigo, me sentí otra vez culpable.