Dos coches de la policía llegan muy deprisa y aparcan sobre la acera. Se bajan tres hombres (altos, mandíbula dura) y una mujer (hombros cuadrados, coleta), los cuatro con gafas de sol, los cuatro con gesto preocupado.
Los ciudadanos sonríen protegidos. ¿Qué crimen irán a investigar? ¿Un robo en una pequeña joyería? ¿Un asesinato con violencia doméstica?
Paso al rato junto al ventanal de la cafetería. Ahí están los cuatro agentes, tomando una cerveza, charlando felices, las pistolas sobre el mostrador.
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9 comentarios:
Ah, la sempiterna necesidad policial del donut y el café.
Es el tópico, lo sé, jeje.
Como estoy en la Argentina te iba a decir que habían bajado para buscar una pizza. Pero es más o menos lo mismo.
Saludos.
Est me hace acordar a la película italiana esa tan famosa que iba la ambulancia a toda velocidad con la sirena s todo lo que da y al final se ve que en vez de una emergencia era para que no se enfríe la pizza.
Estoy seguro que eran Policías Municipales, este comportamiento es más propio de ellos que de cualquier otro Cuerpo.
En esa profesión se necesita más vocación que en muchas otras...
Un saludo
El sistema de prevención es el más seguro.
Si estan en la cafetería nadie se atreverá a entrar a robar
ja ja ja
No eran cafés, Andy, sino buenas cervezas con buenas tapas.
Seguro que la pizza sería menos perjudicial para su serenidad posterior que la cerveza, hermana.
No la he visto, Juan Ignacio, debe ser de mucha risa, que es lo que nos hace falta en estos tiempos.
No, Paterfamilias, eran nacionales, y es que Madrid todo lo corrompe.
Estos 4 no tenían aspecto de ninguna buena vocación, Kris, más bien de funcionarios ociosos.
Jajajaja, a lo mejor es eso, Miriam, a lo mejor ha habido robos previos y allí están ellos vigilando.
¿Las pistolas encima del mostrador? ¡¡¡Que barbaridad!!!
Ya sabes lo chulos que somos en Madrid, María Jesús: por si hay que liarse a tiros, pá no perder tiempo.
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