Desde que abrí el blog y durante varios años publiqué un post cada dos días: sacaba uno, pensaba que nunca volvería a tener una buena idea, al día siguiente veía o leía o se me ocurría algo interesante que, rápidamente, iba tomando forma y no había más remedio que escribir cuanto antes.
Algo ha cambiado en mi cabeza, no sé si a peor o a mejor. Tengo una idea, dudo, la redacto, no me convence, la borro, vuelvo a pasear, vuelvo a dudar, vuelvo a escribir, pasan los días.
La menor cantidad no implica mayor calidad.
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8 comentarios:
No quiero dármelas de experimentado pero he leído esto en muchos blogs y empiezo a creer que es un signo de madurez bloguera.
Pero en el blog no hay reglas, así que jamás haría una máxima que diga: "Cuando a un bloguero le pasa lo que a Fernando es que está en una etapa madurativa de blog".
Es buena la apreciación de que menor cantidad no implica mayor calidad.
Quizás sea cierta la inversa: más calidad implica menos cantidad.
Te entiendo perfectamente.
Encantado con el comentario de Juan Ignacio. A ver si estoy en una etapa madurativa del blog.
Yo llevo mucho menos tiempo (empecé en octubre de 2010), pero ya me ha pasado eso y ...¡me seguirá pasando!
Ahhh, y no dudes tanto, ni los borres. A unos cuantos nos interesa seguro.
Los cambios, a veces, no son a mejor ni a peor. En sí, son simplemente cambios.
Aprovechar lo mejor de ellos, es lo que los hace bueno o malos
(¿a que este comentario ha quedado semi-filosófico?
No lo pienses tanto ni lo repases, que lo que me encanta de ti es la espontaneidad de contar ls cosas como las ves y sientes, y eso, para mi, es un estilo de madurez.
Saludos. Sigo sin mi computador querido hasta mañana, dicen.......
Creo que no hay que medir por cantidad de cosas escritas, sino por que es lo que uno quiere transmitir.
Me parece, Fer, que al principio a todos nos pasa que estamos pendientes de que escribimos y que comentarios nos ponen y nos da mas ganas de seguir escribiendo. Pero como todas las cosas, luego uno madura o se cansa o no tiene ganas o le parece que lo que escribe no interesa a nadie y opta por escribir menos, pensar mas o simplemente borrar el blog. Creo que es una etapa que todos pasamos.
En mi caso personal, por razones de tiempo estuve a punto de cerrar el Almacén, pero, siempre hay un pero, tuve gratos momentos donde hubo gente que se encontró con parientes alejados, a través de un post mío y otra gente que hizo negocios, también a través del Almacén y hasta llegué a escribir post a pedido. Entonces me dije, si todo esto que comenzó como un divertimento, ayudó a alguien, porque no seguirlo al menos espaciado?
No sé si se trata de calidad, yo te leo y también a otros blog, sin importar lo bien escrito que está o lo sesuda que es tal o cual cuestión planteada. Creo que pasa por un vínculo, donde,como sucede con los amigos, se crea una cierta complicidad y se discuten ideas.
Por otro lado, si no hubiese abierto el Almacén, nunca podría haber conocido En Madrid, no te parece?
Buen finde, como se dice aqui en Buenos Aires
Comprendo perfectamente ese sentimiento, a veces se asemeja a la responsabilidad de mantener cierto nivel o altura.
Otras veces, como me ocurre a mí, es que ando tan liado con las clases y los trabajos... que después de estar horas redactando un trabajo para Eclesiología en el ordenador (como me ocurre estos días) lo que menos me apetece es coger el portátil para escribir un post.
Con todo, creo que hay que tomárselo con calma y escribir lo que uno quiera, sin tener que cumplir plazos, sin tener que agradar a nadie.
Me parece que esa es una fase por la que todos pasamos cuando nuestro blog ya lleva algún tiempo en línea...
y sentimos que deseamos una pausa
y volvemos
y...
:)
Saludos!
Conforme contigo, Juan Ignacio, gracias, sobre todo conforme en la excepción, los menos posts pueden ser síntoma no de madurez sino de vejez bloguera. Y, sí, alguna vez que me he esforzado por publicar mucho he sentido que el nivel de calidad iba bajando post a post.
Ya hablamos de esto en tu blog, Paterfamilias, hiciste un post muy razonable. Reitero lo que dije ahí: no conviene forzar las cosas, el espíritu tiene su ritmo.
Así es, Miriam, un toque filosófico; y, sí, hay que aprovechar todo lo que nos da la vida, incluso lo que de entrada parece malo, a medio plazo puede que sea una oportunidad.
Muchas gracias, Alemamá, eres muy amable. Y a ver si es verdad lo de tu ordenador, queremos volver a leerte y a comentar.
Sólo puedo reiterar lo que dije en tu blog, Alma: Almacenderamos es importante para mí, haya posts cada día, cada semana, cada mes. Ojalá lo mantengas vivo con la periodicidad que convenga en cada momento.
Tu caso es admirable, Andy, porque trabajas y estudias mucho y aún así eres capaz de mantener el blog. Creo que cuando yo era joven y estudiaba la oposición no hubiera sido capaz de hacerlo.
Así es, Almena, lo importante es no desfallecer nunca, mantenerlo vivo con la periodicidad que convenga en cada caso. Gracias por tu observación.
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