Cartagena (y II)

Lo más original de la Semana Santa en Cartagena es que sólo sale una procesión cada día, enorme, y siempre de la misma iglesia, Santa María de Gracia, por lo que si te quedas quieto ves todos los tronos (imágenes con su carroza). En cada procesión salen muchos tronos, diez o doce, que por orden sucesivo van narrando una parte de la Pasión: la Última Cena, el Huerto de los Olivos, el Prendimiento,... ¿Cómo es posible -nos dijimos- que dentro hubiera sitio para tantos pasos, cada uno con su banda, con sus nazarenos, con sus porta-insignias, con sus damas? Rodeamos la iglesia y descubrimos el misterio: los procesionantes se reunen en una plaza vecina a charlar y a ensayar, alegre mezcla de colores de túnicas, y cuando les llega el turno de salir entran por una puerta lateral y forman dentro.

Las imágenes no llevan ni palio ni corona, como en Andalucía, aquí todo es un afán por poner miles de flores y de bombillas, creando una estructura altísima que al salir roza la parte alta de la puerta (unos dos pisos). En concreto, son impresionantes las imágenes de Santiago, de San Juan y de la Virgen de la cofradía de los californios, la tallas se perdían entre columnas gigantescas de flores y bombillas, y la palma de San Juan se partió al rozar el dintel superior de la puerta.

El punto divertido de la Semana lo ponen los romanos y los los granaderos de las dos cofradías, californios y marrajos: a cualquier hora del día o de la noche te los cruzabas desfilando marciales, con su banda, con sus banderas, con su música, como si Julio César o Napoleón hubieran invadido Cartagena de nuevo. Los turistas alemanes estaban encantados y les hacían fotos, debían recordarles al Ejercito prusiano.

(Acabada -para nosotros- la procesión del Miércoles Santo, de todos los balcones abiertos salió un GOL, el gol de Cristiano Ronaldo, y al rato vimos al Rey entregando su Copa a un sudao Iker Casillas. De madrugada, ya en la parte nueva, una multitud lo celebraba en una fuente moderna, nunca supuse que hubiera tantos madridistas tan lejos de Madrid).