lunes, 21 de junio de 2010

Bienaventuranzas (IV): los que tienen hambre y sed de justicia

"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia
porque ellos serán saciados"
(Mt 5, 6).

Para mí esto es claro, quizá porque hace cien años estudié la carrera de Derecho. "Justicia" es el buen orden por el que cada uno tiene en la sociedad lo que merece y cada uno tiene lo que necesita, no hay justicia si hay gente en la sociedad que no tiene lo indispensable mientras a otros nos sobra, ni tampoco si no se respeta a cada uno lo que ha ganado honradamente y tiene derecho a disfrutar. Esto entre los hombres, pues la justicia también se refiere a Dios, "santificado sea tu Nombre", es justo que al actuar los hombres respeten la Ley y el Orden de Dios.

El que tiene hambre y sed de justicia desea ardientemente las tres cosas (que se respete a Dios, que todos tengan lo necesario, que todos tengan lo que merecen) y no sólo eso, sino que trabaja por ello y es el primero en cumplirlo en sus propios actos.

...

Frente a esta idea un tanto jurídica, Jim Forest en su libro tiene una visión mucho más amplia, basada en el Antiguo y el Nuevo Testamento: "Una persona justa es una persona que vive una vida moral, irreprochable, correcta, tanto con Dios como con respecto al prójimo". Para él la justicia sería el compendio de todas las demás virtudes e incluso (de alguna forma) de las demás bienaventuranzas. Esto se ve muy claro cuando colecciona frases de los Salmos, los Proverbios y otros libros del Antiguo Testamento en que sale este concepto: el justo es el amante de la verdad, el que es respetuoso con los demás e incluso con los animales, el que es desprendido de sus bienes y defensor de los pobres, ¡el que es valiente!, ... Dos grandes ejemplos de hombres justos fueron Noé y Abraham, que se fiaron de Dios y tiraron hacia adelante. Y, en fin, cita el grandioso juicio final del evangelio de San Mateo (Mt 25, 31-46), donde Jesús se dirige a los salvados con ese título: "justos".

Señala Forest algo interesante: cuando Jesús se dirigió a la gente que oía el Sermón de la Montaña, las palabras "hambre y sed" no eran para ellos conceptos abstractos, como pueden serlo para nosotros, sino realidades muy cercanas, había hambre real cuando las cosechas eran malas y había sed real si no llovía lo suficiente. Por ello les quedó claro a esa gente que el afán de ser justos no era una vaga simpatía, un ligero afán, sino una fuerte necesidad, como la que ellos habían pasado muchas veces en sus vidas.

Concluye con una hermosa frase: ésta es la "bienaventuranza del fuego, la victoria del anhelo de que la vida puede ser en la tierra como es en el cielo" ["Hágase tu voluntad / en la tierra como en el cielo"].

9 comentarios:

AleMamá dijo...

Perdona que no hable del tema propuesto, ¡es que volvimos a ganar, Feña! pero aún no es suficiente para pasar a octavos de final. ¿Será con Uds? ¿o Uds nos mandarán para la casa? esta tarde algo sabremos, ¿no?

Saludos

AleMamá dijo...

Va ganado España, Fernando.....¡bien por Uds, pero deberemos seguir sufriendo nosotros!

maria jesus dijo...

Muy claro Fernando, ya casi me había olvidado de las bienaventuranzas.

Alemama, pase lo que pase siempre seremos amigos

¡¡EESSPAÑAAA!!

Como sigan
haciendo ese juego tan bonito pero sin goles, vamos dados

hna. josefina dijo...

En la Biblia, tengo entendido que el justo es el santo.
Venía también a felicitarte porque hoy sí ganaron.
No sé cómo tienen que ser los resultados para que pasen uds. y los chilenos también. Ojalá sea así.

ALMA dijo...

Me encanta que comentes las Bienaventuranzas, porque en mi caso, es la única forma de interpretarlas, que me las presenten asi: masticaditas.

Beso y buena semana

Andy dijo...

En efecto, como dice la hermana Josefina la justicia es sinónimo de santidad para el AT.

En una sociedad como la nuestra...seguimos con hambre y sed de justicia.

Que San José,un hombre justo, ruege por nosotros.


Un abrazo!

Fernando dijo...

Todos sufrimos, querida Alemamá: si el viernes Suiza gana a Honduras no tendremos más remedio, chilenos y españoles, que salir a matar (metafóricamente, claro):

Ay, María Jesús, si ayer hubiéramos marcado 4 o 5 todo habría quedado más claro, pero no pudo ser: ¡hasta falló Villa el penalty a portería!

Querida hermana, eso es algo complicadísimo: Suiza tendría que perder con Honduras y Chile y España podríamos empatar; si Suiza empata no sé si bastaría con que Chile y España empatáramos.

Igual me pasa a mí, Alma: leo el libro que es bien sencillo, muy claro y comprensible, si no me perdería.

Andy, cada vez tenemos más hambre y sed de justicia, pues las cosas no tienden a ser mejores sino (en muchos aspectos, al menos en España) más y más injustas.

Juan Ignacio dijo...

"El que tiene hambre y sed de justicia desea ardientemente las tres cosas (que se respete a Dios, que todos tengan lo necesario, que todos tengan lo que merecen) y no sólo eso, sino que trabaja por ello y es el primero en cumplirlo en sus propios actos".

Qué cosa, ¿no? Yo pienso que el que tiene hambre y sed de justicia es el que sufre injusticia. Creo que es lo más rápido de pensar, porque las bienaventuranzas se dirigen a esas personas, personas que en general están mal según el mundo.

Nunca había pensado que podía aplicar a alguien que, sin sufrir mayores injusticias, se empeña en actuar justamente porque tiene deseo de ser justo.
Pero es genial, porque quien vive así seguramente encuentra la bienavturanza cumplida en esta tierra. Persigue la justicia y es feliz haciéndolo.

Fernando dijo...

Hola, Juan Ignacio. Desde luego, el que sufre injusticia es el que más hambre y sed de justicia tiene, igual que en la bienaventuranza del que llora porque le pasa a él algo malo.

Como dije en el post, veo la justicia sobre todo como algo relativo al orden social, por lo que interpreto la bienaventuranza como el que aspira a un orden social justo, con Dios y con los hombres, con independencia de que él a lo mejor está justamente tratado.