Tú, que pasas por este blog, párate y mira cómo viene el juez Baltasar Garzón, eccehomo sin Dios, cargado con tres cruces, con tres dolores que le han echado encima sus compañeros jueces, ya era hora, una cruz por cada pecado, un dolor por cada barbaridad, mírale en viacrucis por el Madrid cuaresmal, a ver si al menos una sale adelante y le echan, lejanos quedan ya los tiempos de fama mundial en que con un papelito retuvo durante semanas al General Pinochet en Londres, hasta que la Cámara de los Lores acabó con la comedia.
Primer dolor: vendrá a juzgar a vivos y muertos
El juez Baltasar Garzón monta un aquelarre para juzgar por la Guerra Civil al Generalísimo Franco y a sus primeros ministros y generales. Para ello crea una fantástica ficción, a lo mejor los muertos de la Guerra no están muertos, a lo mejor los desaparecidos de la Guerra no están desaparecidos, a lo mejor 70 años después vuelven a sus casas, qué susto. Sus colegas de la Audiencia le informan de algo asombroso: Franco y sus primeros ministros y generales murieron hace mucho, no se les puede juzgar ya. El juez Baltasar Garzón trocea el sumario y lo reparte por varios tribunales, a ver si se ponen a revolver los campos de toda España en busca de huesos y calaveras.
Segundo dolor: el caso del banquero generoso
El juez Baltasar Garzón dice a sus colegas que se va unos años a estudiar a Estados Unidos, pero una vez allí se dedica a dar cursos (pagados) y conferencias (pagadas). El juez Baltasar Garzón manda una carta al mayor banquero de España, firmada como "juez Baltasar Garzón", para que no quepa dudas, y le pide que subvecione uno de esos cursos con 300.000 dólares, fabulosa cantidad. El banquero accede, no sabemos si por amor a la cultura o porque tiene una grave causa pendiente en el juzgado del juez Baltasar Garzón. Acabada su estancia en Estados Unidos, el juez Baltasar Garzón vuelve a su tribunal y, sin mayor investigación, archiva la causa que tenía pendiente su benefactor.
Tercer dolor: el caso del abogado susceptible
El juez Baltasar Garzón monta un nuevo aquelarre, éste contra gente del partido de la oposición, el Partido Popular, se trata de demostrar que todos sus jefes son corruptos, a ver si con suerte Zapatero se queda ahí para siempre. El juez Baltasar Garzón autoriza a que se espíen y graben las conversacione entre varios abogados y sus clientes detenidos, cosa gravísima que la Ley española sólo permite (con matices) si los delitos cometidos son de terrorismo. Lo grabado es usado luego en los interrogatorios y en las pruebas, y junto al resto del sumario desborda de la Audiencia Nacional y sale por periódicos, radios y teles, pese a ser secreto. Para vergüenza del Partido Popular -el perjudicado por el aquelarre- y del Colegio de Abogados, no son ellos los que mueven la querella, sino uno de los abogados espiados.
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10 comentarios:
¡Qué bueno! ¡Qué bueno!...Es que estamos en Cuaresma, señor juez.
Los tres dolores cuaresmales de este famosillo juez que se ha hecho famoso a cargo del partido que hoy nos gobierna.
Un cuñado mío, hace ya muuuuchos años, le dió clase de Derecho de..., y tengo entendido que lo suspendió por estudiante nefasto (en el sentido intelectual, me refiero). Tiene demasiado amparo y no le pasará nada de nada.
Así estamos. Todo un desastre.
¡Debería aparecérsele uno de los muertos antiguos! Se le iban a quitar todas las tonterías de un sólo golpe.
Todo un personaje.
Y más allá de la política hay que decir que este relato te ha salido muy original, un estilo especial.
POr mi pais es muy conocido ¡y tiene émulos además! hay un tal Juez Guzmán que ha descubierto con su ejemplo una veta de poder, fama y dinero que como juez honrado ya sabemos que no es posible, y se cubre con mantos de honestidad que no resisten el menor análisis. Sí, digno de su mentor nuestro "juez Gusmán". ¡Qué plaga!
Querida Capuchina, a lo mejor le dio clases de Derecho Procesal, parece ser que no es un fuerte y que comete graves errores. Y no digas lo de "no le pasará nada de nada", ya sería difícil que al menos una de las tres no saliera adelantes.
Querido Juan Ignacio, la originalidad del estilo viene del odio que tengo al personaje, como si me hubiera hecho a mí algo personal. Ese odio me hizo escribir como un loco.
Querida Alemamá, no conozco a ese juez, pero te digo que no consintais que crezca, como hicimos nosotros con Garzón, es gente que acaba siendo como un 4º Poder, dentro del Poder Judicial, muy perjudiciales para la convivencia.
Muy bien explicado. Estos tres actos resumen las últimas meteduras de pata del tipo que si se dedicase a impartir justicia y a dejar de lado la política podría haber sido un gran juez. Lo que queda del Garzón que un día fue admirado es mera caricatura. Ya es hora de que pruebe la justicia desde el otro lado, en el que más hay que perder.
Saludos. Ya pasó el Congreso de NNGG de Burgos y espero volver a tener tiempo para retomar activamente esta actividad.
Me gustó el estilo, eh. Me gustó. Decis "como un loco", ¿será que a veces los locos dicen la verdad?
Hola, Ramón. Sí, es una pena que el que podría haber sido un gran juez haya quedado en lo que ha quedado. ¿Te dieron un buen cargo en el Congreso??
Hola, Juan Ignacio, los locos, los niños, los bebidos, ahí trasluce una verdad que muchas veces auto-censuramos, y a mí la noticia del 3º procesamiento de este señor me puso como un toro loco.
Fernando, no fue Derecho Procesal.
Su profesor de Derecho Procesal, dónde estudiaba él entonces, no tengo el gusto de conozcerlo, pero ne me extraña nada que tampoco sea su fuerte. Su fuerte son los muertos que no le pueden hacer nada.
Pero...no le pasará nada. Está más que amparado por el "poder".
Fer, mi querido amigo, sos muy amable con esta almacenera!!!!
Gracias por tu hermoso mensaje que me has dejado en mi Almacén, un tanto abandonado por estas horas.
También por estas horas, y a través de tu sitio trataré de contactarme con tu seguidora Alemamá para saber como está, después del terrible sismo que padeció el país hermano de Chile.
Te dejo un beso y gracias nuevamente
Recemos por Chile, Fer.
No me dieron cargo alguno, cosa que ya sabía, y todo por querer traer ideas nuevas. Así pagan algunos al que intenta traer un poco de democracia. Por suerte no estoy solo.
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