Queridos amigos:
Hoy es un día importante para mí, hoy cumplo 20 años como funcionario. Ayer lo celebré con el núcleo duro de mi familia y mis amigos y hoy quiero compartirlo con vosotros, mis blogamigos.
20 años con algunos problemas, con algunas puñaladas increíbles entre compañeros, que me hicieron perder casi toda mi fe en la bondad humana. Es asombroso cómo entre gente que no se juega nada a fin de mes puede haber tanta maldad, tantas ganas de hacer daño innecesario.
Pero también, y sobre todo, 20 años de paz, de tranquilidad, de tiempo disponible, de vivir libre de las angustias que afectan a cualquier trabajador del sector privado, y más ahora, en estos tiempos de ruina española.
20 años de felicidad.
En fin, creedme, Carlos Gardel tenía razón: es un soplo la vida y 20 años es nada.
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9 comentarios:
Muchas felicidades Fernando.
Muchas felicidades, querido Fernando.
Veite años no son nada por un lado pero mucho en otros sentidos y lo importante es que al hacer las cuentas, lo resumes como 20 años de felicidad. Eso es lo importante. Las puñaladas ya habrán cicatrizado, con el favor de Dios.
¡Gracias, Embajador!
¡Gracias, Alemamá! Y, sí, es exactamente cómo tú dices: con el favor de Dios lo malo se va borrando y lo bueno aparece nítido.
Felicidades Fernando, aunque sea con un día de retraso. Si todos los funcionarios fueran como tú no hablaríamos tan mal del gremio ;D
Un saludo
¡Felicidades por el aniversario, Fernando!
Ya ves. Por aquí seguimos, leyendo y visitando a los amigos del blog.
Un saludo
Fernando, te ves muy bien allí, me alegro y te mando muchas felicidades.
Gracias, Ramón, qué adulador.
Gracias, Rafael, anímate a publicar aunque sea un simple "hoy hace sol", "hoy va a llover", sin mayor complicación.
Gracias, Juan Ignacio, esperaba tu mensaje.
Muchas gracias por haberme visitado.
También quiero felicitarte por los veinte añitos que llevas trabajando.
Puñaladas hay en todos los lugares de la tierra. A eso, ni caso.
Te deseo otros veinte y a ser posible como el matrimonio de mi blog.
Un abrazo
Hola, Capuchino/a. Gracias por tus buenos deseos, pero espero no llegar a estar 50 años largos metido en la oficina, como tus viejitos.
A ver si Zapatero me deja irme antes.
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