miércoles, 16 de diciembre de 2009

Navidad en Madrid (II)

La mejor iluminación de Madrid no es la de la puerta del Sol, ni la de la Gran Vía, ni la de la Castellana. La mejor iluminación es la que ponen en una casa cercana a la mía, año tras año, sin fallar nunca, una sencilla tira de luces que se encienden y se apagan, de un balcón a otro, a la que hace dos o tres años añadieron una locomotora que también se enciende y se apaga. Si sales muy pronto de casa ya está encendida, y si vuelves muy tarde sigue encendida, así Navidad tras Navidad, sin fallar nunca.

Me asusté al inicio de diciembre, porque no la ponían. ¿Será que ya no viven ahí? ¿Será que están deprimidos por la crisis y pasan de luces? Pero no: la tarde en que volví de Barcelona me la encontré en marcha, e incluso han añadido unos graciosos Reyes Magos pequeñitos que escalan uno de los balcones, y a los que esperamos volver a ver en la Navidad de los próximos años.



Vuelvo andando desde mi trabajo, cruzo un barrio humilde, voy recordando las luces de otros años que ya no están: aquel señor puso una vez un árbol de luces rojas que se iluminaban; en aquel balcón pusieron un papa noel hinchable inmenso. Me da pena, en particular, ver a oscuras una terraza en que hace 3 o 4 años pusieron cientos de bombillas, como en un casino de Las Vegas, ahora parece deshabitada.

...

Supersticiones de la Navidad: gigantescas colas para comprar la Lotería del día 22 en Doña Manolita (Gran Vía) y en la Puerta del Sol. La gente espera horas. El sábado pasé por ahí muy pronto, casi a 0 grados, y ya había mucha tribu esperando a que abrieran.

Uno: "¡Es qué aquí toca más que en otros sitios!"
Yo: "Pero no a ti, so bobo."
Otro: "Oiga, mi abuelo venía aquí, mi padre venía aquí y mi hijo vendrá aquí cuando le toque."
Yo: "Usted perdone, entonces tiene usted todos mis respetos."


Compro mi décimo en la administración de siempre, en un barrio lejano. El chico que está delante mío paga con un billete verde de 200 € y con varios marrones de 50 €.

5 comentarios:

Ramón_Lozano dijo...

Entre Doña Manolita y La Bruja de Oro monopolizan la lotería nacional. Es muy curioso la cantidad de dinero que se gasta la gente en la lotería de Navidad y la de supersticiones que hay al respecto. Yo como apenas juego, no tengo de nada de lo que preocuparme. Me da igual si el número acaba en 2 ó 5, o si una administración de lotería reparte más o menos suerte.

Saludos

alejops dijo...

Me llama la atención. Hay que ver lo que es capaz de hacer la gente por la lotería, por el fútbol, por comprar tabaco. Pasar frío, madrugar, no comer...

Cuando uno hace eso por ir, por ejemplo, a misa, corre el peligro de que le llamen fundamentalista.

hna. josefina dijo...

Fernando, te dejo la contestación en mi blog porque aquí no tiene mucho que ver.
¡Saludos!

Juan Ignacio dijo...

Me produce una gran simpatía y afecto esa gente que decora sus puertas de entrada o balcones con tanto esmero.
¿Jugás a la lotería de Navidad?
¿Vos entablaste el diálogo con los de la cola?

Fernando dijo...

Querido Ramón, igual me pasa a mí, sólo juego ahora, en Navidad, y lo menos posible. Ya lo decía la zarzuela, no hay mejor lotería que el ahorro.

Querido Alejops, tienes razón, ya sabes lo que dice Camino, hay gente que se dejaría crucificar por dar un espectáculo pero que no lo haría por Dios. Y lo de madrugar, lo mismo, claro.

Querida hermana Josefina, gracias, ya le contesté a su contestación en su blog.

Querido Juan Ignacio, el diálogo era ficticio, claro, yo sería incapaz de llamar a nadie bobo en su cara. Y sí, en España TODOS jugamos a la Lotería de Navidad, hasta los pobres apartan 20 € entre las limosnas para comprar su décimo.