La encíclica Spe salvi (“En la esperanza salvados fuimos ...”, Romanos 8, 24), “sobre la esperanza cristiana”, fue publicada por Benedicto XVI el 30 de noviembre de 2007. Se divide en 50 párrafos numerados, agrupados en once capítulos sin numerar.
La esperanza, virtud práctica
Desde el inicio de la encíclica, Benedicto XVI deja claro que no habla de una virtud abstracta, sino de algo útil para la vida cotidiana. “El presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino” (párr. 1). “Sólo cuando el futuro es cierto como realidad positiva, se hace llevadero también el presente” (párr. 2). Este carácter práctico afecta no sólo a nuestra actitud psicológica, sino -sobre todo- a nuestro obrar: “Quien tiene esperanza vive de otra manera; se le ha dado una vida nueva” (párr. 2). Conviene, pues, estar atentos: ser hombres y mujeres con esperanza hará que nuestra vida sea distinta, mejor. Pero ¿qué es la esperanza cristiana?
El origen de la esperanza: la fe
El párrafo 2 explica que tenemos esperanza porque tenemos fe, hasta el punto de que a veces ambas palabras son utilizadas como equivalentes en el Evangelio: cita y comenta varias frases de las epístolas de San Pablo y San Pedro y sobre todo, ya en el párrafo 7, Hebreos 11,1 (“Ahora bien: es la fe la garantía de lo que se espera, la prueba de las cosas que no se ven”), que el Papa explica de una forma elevadísima: “la fe nos da algo. Nos da ya ahora algo de la realidad esperada, y esta realidad presente constituye para nosotros una “prueba” de lo que aún no se ve. Ésta atrae al futuro dentro del presente, de modo que el futuro ya no es el puro “todavía-no”. El hecho de que este futuro exista cambia el presente; el presente está marcado por la realidad futura, y así las realidades futuras repercuten en las presentes y las presentes en las futuras”. Se tiene esperanza (presente) porque se tiene fe (futura) en Jesucristo y en su Resurrección.
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