“No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera”.
(¿Lope de Vega? ¿Anónimo?)
miércoles, 25 de febrero de 2009
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8 comentarios:
...ejem....
....sto....
¿has leído a Santa Teresa?
¿Estás mejor de ánimo? qué bueno, pues además de "bajoneado", haciendo ayuno, es para estar verdaderamente triste, ¡y hay que acicalarse para que no se note!
Saludos, querido amigo.
***
he leído que ese soneto no pertenecería a santa Teresa como es de común creencia.
Ignacio, Alemamá, siempre creí que este poema era de Lope, pero al revisar el asunto esta mañana, antes de publicarlo, he visto en varias páginas que decían que realmente era anónimo. Si en realidad era de Santa Teresa, pues no lo sé.
Gracias, Alemamá, fue un pequeño bache, como la traca final de un invierno especialmente duro, aquí en Madrid. Llega, sí, la Cuaresma, así que vamos a ponernos guapos, como decía el Evangelio al que aludes, sin citarlo.
Saludos, querido amigo.
***
he leído que ese soneto no pertenecería a santa Teresa como es de común creencia.
Y has leido un comentario más arriba que un Dr. precisamente por la inquisición, te dice que es de Santa Teresa.
Mejor creer en el horoscopo, probablemente tengas razón: seguramente Santa Teresa no exista, deja de preocuparte y lee el horóscopo.
Fernando, aunque no se sabe quién compuso este soneto devocional (que no místico, como algunos creen), huele a Lope por todos lados.
Con todo, el Monstruo de la Naturaleza (como lo llamó Cervantes) nos regaló esta otra joya:
"Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño,
Tú, que hiciste cayado de ese leño,
en que tiendes los brazos [poderosos,
vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y [dueño,
y la palabra de seguirte empeño
tus dulces silbos y tus pies [hermosos.
Oye, pastor, pues por amores [mueres,
no te espante el rigor de mis [pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.
Espera, pues, y escucha mis [cuidados;
¿pero cómo te digo que me esperes,
si estás para esperar los pies [clavados?
Que tengas una Cuaresma enriquecedora. Un saludo
De quién sea tanto da a esta altura; ya es de todos.
Gracias.
Rafael, gracias por la poesía y por los buenos deseos; sí, a ver si la aprovechamos y acabamos un poquito mejores.
Juan Ignacio, ya has visto qué gran nivel de comentarios: supuse que iba a ser una entrada espiritual, y ha acabado siendo literaria.
Supongo que en Madrid habrá una libreria; igual con suerte hay una de "Paulinas" que suelen ser unas señoras muy amables, y si tienen las obras completas de Santa Teresa, autora de ESE poema, ya tienes deberes para la cuaresma, literarios del más alto nivel; espirituales, no hay nada de ese nivel que puedas decir que es ejor, y aprovechas la cuaresma,y cumples además con tu cultura.
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