La radio de los obispos españoles dedica un programa a Eluana, tras su muerte. Tienen el gran acierto de no plantearlo desde un punto de vista ético, o médico, o político, sino humano. Eluana no estaba enchufada a una máquina, no era un vegetal, sino que -nos cuentan- respiraba ella sola, hacía sus funciones vitales ella sola, digería ella sola. El programa, la corresponsal de la radio en Roma, habló con las monjas que la cuidaron durante casi 15 años: contaron cómo a veces reaccionaba cuando iba a visitarla un familiar querido, o las sorellas le demostraban cariño, ahí se notaba un distinto ritmo de respiración o algún gesto peculiar en la cara, igual que nos pasa a los conscientes, aunque queramos reprimirlo. Añadían las monjas que a veces era capaz de tragar ella sola un yógur, o una sopa. En fin, la monja se emocionó cuando contó que se despidieron de ella, cuando se la llevaron para matarla, y que les pareció ver un rastro de dolor en su cara.
Todo esto me emocionó, y me sorprendió, mientras lavaba los platos, porque durante estas semanas de discusión no había oído ninguna explicación de su situación real: se había dado la imagen de que Eluana era ya, poco menos, una flor o un árbol. No: lo ocurrido es como si a alguien se le han cortado las manos, hay que darle de comer, y se le dice "mira, como no te puedes alimentar a ti mismo, será mejor dejarte morir".
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Yo no voy a entrar en el tema moral o político del asunto, porque ya hay mucha gente, muchos blogueros, que lo han hecho muy bien. Sólo querría apuntar que este caso, y el de la sedaciones masivas que hubo en el hospital de Leganés, en Madrid, demuestran una cosa: que no es cierto que la eutanasia sea una decisión libre de una persona libre sobre su futuro, como nos venden, sino la decisión de otros (por ejemplo, la familia o los médicos) sobre la vida ajena. Y esto es muy tremendo: ¿cuántos meses ha de estar un enfermo en estado vegetativo para que ya su familia sea dueña de su vida y pueda decidir dejar de alimentarla?
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4 comentarios:
Además de lo que dices, Fernando, hay que recordar que la joven no estaba enferma.
Yo me pregunto si realmente su muerte fue digna.
Un saludo
A mi me ha sorprendido leer en algunos periodicos q a Eluana le retiraron el "tratamiento" q la ataba a la vida xa dejarla morir; no sabia q comer y beber era un "tratamiento". Me pareció el colmo de la manipulacion.
Hola, Rafael, este caso ha sido muy triste, pero tiene la virtud de dejar al descubierto lo que nos estamos jugando todos.
Hola, Eva, bienvenida. Tienes razón, en este tema, como en todos, la primera batalla que se juega es la de los nombres. Si esa se pierde, si a la alimentación se la llama "tratamiento" y a la vida vegetativa se la llama "pre-muerte" ya está todo perdido.
Sin entrar yo tampoco en esas discusiones, quiero destacar que me gustado mucho esa comparativa:
"...ahí se notaba un distinto ritmo de respiración o algún gesto peculiar en la cara, igual que nos pasa a los conscientes, aunque queramos reprimirlo."
Aquí de vuelta un lector.
Saludes.
Y ánimo.
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