Como los malos estudiantes que no hacen nada durante el trimestre y los últimos días antes del examen estudian 20 horas seguidas, así el presidente Zapatero, después de haber negado la crisis económica durante meses, después de haber dicho en Nueva York que el sistema financiero español era el mejor del mundo, ha aprobado de golpe dos Decretos-Ley que ponen a disposición de los bancos y las cajas la fabulosa cantidad de 150 mil millones de euros (25 billones de pesetas) (124 billones de pesos chilenos, creo) (647 mil millones de pesos argentinos, me parece).
¡¡¡Viva la santa desvergüenza!!!
Mediante el Real Decreto-Ley 6/2008, el gobierno se compromete a comprar los títulos de bancos y cajas. Hasta ahora, el señor A pedía dinero al banco B para comprar un piso; el banco B (que en realidad no tenía el dinero) emitía un título por el valor de ese préstamo, que le compraba el banco C (alemán, estadounidense, inglés, ...). Todos contentos: el señor A, porque se había comprado un piso y haría todo lo posible por pagar su deuda con el banco B, deuda avalada con un piso que subía un 10% su valor cada año; el banco B (español) porque con ese dinero pagaba al banco C y se quedaba con los intereses; el banco C (extranjero) porque recibía su capital. /// Esto se ha acabado: el señor A está en el paro o en riesgo de ir al paro, así que el banco C no se atreve a darle dinero al banco B para que éste se lo dé al señor A. Mediante el Real Decreto, aquí viene el Estado, sustituye al banco C, extranjero, y le compra el título al banco B. Si al final el señor A no puede pagar al banco B y el banco B al gobierno, no pasa nada.
Mediante el Real Decreto-Ley 7/2008, el gobierno avala todos los préstamos que se hagan los bancos entre si. El banco D le pide un millón de euros al banco E, el banco E se los presta, el banco D no se lo puede devolver (por ejemplo, porque el señor F no le devuelve a él sus préstamos), no hay problema, es el Estado el que lo devuelve al banco E, y ya veremos si luego se lo reclama o no al banco D. Dan ganas de hacerse banco para prestar dinero a otros bancos.
La santa desvergüenza. Primero, porque en ambos Decretos se dice que todo esto se hace no para ayudar a los bancos, sino a las familias y a las pequeñas empresas, que podrán pedir los euros a estos señores. Jajajajaja. Digo yo que si esto fuera así, sería mejor darle el dinero directamente a las familias, ¿no? 150 mil millones de euros entre 35 millones de ciudadanos sale a más de 4.000 euros per cápita, si no me equivoco. Pero no: nada en los dos Decretos obliga a bancos y cajas a dárselo a la gente, salvo una vaga apelación bondadosa en la exposición de motivos del primero. El dinero, se sospecha, es para que bancos y cajas paguen sus deudas monstruosas con los bancos extranjeros.
Segunda santa desvergüenza: en el primer decreto se dice que esta salida de dinero no le va a costar nada al Tesoro, a los contribuyentes. Segundo jajajajaja. Dice que los títulos que se van a comprar van a ser de la máxima calidad, y que en su día, cuando los bancos les devuelvan el dinero, con ello se pagará la deuda pública, sin tener que subir los impuestos. Si son tan buenos los títulos ¿cómo es que no los compran los bancos extranjeros? No: es el Estado el que se endeuda ahora para lograr la macro-cifra del inicio, con lo cual al final la deuda la pagarán los contribuyentes.
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Oyes, estemos atentos a ver cuándo sigue el reparto de billones: a ver cuando les toca a los 100.000 nuevos parados al mes que no van a encontrar puesto de trabajo, a los emigrantes que se tienen que volver a América, a las pequeñas tiendas de barrio que están teniendo que cerrar todas, a la gente que cada vez más tiene que ir a los comedores de Cáritas.
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5 comentarios:
Esa desdergüenza de santa nada tiene. Es pura y simple desvergüenza de un político promedio abusador.
Cantidades así, querido amigo, no me dicen nada. No tengo imaginación para saberlo. Lo que sí me sirve es que me digan cuántos hospitales se construyen; cuántas escuelas, aeropuertos, caminos, casas, etc ahí uno capta la cruda realidad de las políticas en que disponen de nuestros impuestos sacadados "de la pepa del alma", como dice mi madre.
Saludos
Pues llevas razon, pero estoy con alemama de santa no tiene nada, mas bien de poca
Santa es irónico...
Está claro que era una bromita, porque nada de este asunto tiene nada de santo, ni siquiera de serio.
Sed buenos.
Sí, esta claro, por eso yo quise ayudarte aclarando.
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