“¡Vanidad, pura vanidad!, dice Cohélet. ¡Vanidad, pura vanidad! ¡Nada más que vanidad!
¿Qué provecho saca el hombre de todo el esfuerzo que realiza bajo el sol?
Una generación se va y la otra viene, y la tierra siempre permanece.
El sol sale y se pone, y se dirige afanosamente hacia el lugar de donde saldrá otra vez.
El viento va hacia el sur y gira hacia el norte; va dando vueltas y vueltas, y retorna sobre su curso.
Todos los ríos van al mar y el mar nunca se llena; al mismo lugar donde van los ríos, allí vuelven a ir.
Todas las cosas están gastadas, más de lo que se puede expresar. ¿No se sacia el ojo de ver y el oído no se cansa de escuchar?
Lo que fue, eso mismo será; lo que se hizo, eso mismo se hará: ¡no hay nada nuevo bajo el sol!
Si hay algo de lo que dicen: "Mira, esto sí que es algo nuevo", en realidad, eso mismo ya existió muchísimo antes que nosotros.
No queda el recuerdo de las cosas pasadas, ni quedará el recuerdo de las futuras en aquellos que vendrán después”.
(Traigo aquí el inicio del Eclesiastés porque ha sido la lectura de hoy, en Misa, y me he quedado muy impresionado; creo que debo leerlo despacio y reflexionarlo bien)
(El texto viene de Catholic.net)
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6 comentarios:
Me encanta Provervios, Eclesiastés y Eclesiástico, sobre todo este último. Qué libros más grandes!
Si te digo la verdad, llevaba un tiempo sin echarles mano. Creo que empezaré otra vez a llevarlos a la Oración. Tal vez.
Saludos
Hola, Fernando. No sé si conoces la página con las Lecturas del día de Archimadrid. Tienes las Lecturas y, pinchando debajo del calendario, un comentario diario estupendo (por no decir extraordinario, que serían cuatro "arios"). Creo que te gustará el de ayer jueves, "Volvitur Orbis", sobre este texto del Eclesiastés.
El de hoy viernes, "Era necesario", sí que te digo que es extraordinario.
La dirección es:
http://www.archimadrid.es/evangelio/
Son palabras muy sabias. A propósito, no sabía que eso de "nada nuevo bajo el sol" era una expresión original del Eclesiastés...
Querido Sin Número: mi ignorancia del Antiguo Testamento es total, sólo paliada por las lecturas de la Misa. Me da verguenza decirlo, pero es así. Por ahora intento estudiar el Nuevo Testamento, lo que ya es mucho trabajo.
Querido/a CB, gracias, consultaré esa página, porque no la conocía. Vuelve pronto por aquí.
Querido Juan Ignacio, confieso que yo tampoco lo sabía: siempre pensé que era de Cicerón, o de Virgilio. Como te dije en tu blog, me da envidia la gente capaz de citar el Antiguo Testamento para ilustrar los blogs ajenos (¡o el propio!).
En femenino, Fernando, me llamo Cristina.
Muchas gracias por tu amabilidad.
Cristina, bienvenida de nuevo: me caíste bien desde que tus iniciales coinciden con los de una hermana mía, muy querida.
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