Días de miedo: al petardazo económico; a que quiebren los bancos y las cajas españoles; a que, aunque no quiebren, tengamos nuestro particular corralito y no se pueda sacar más que una pequeña parte de los ahorros. Hay gente que compra cajas fuertes, para llevárselo todo a casa. Ya no se debe tener todo en un único sitio.
Días de tener que ir de bancos, preguntando las condiciones de los depósitos, las garantías que dan; días de irte fijando en los detalles de las oficinas a las que vas (otra gente retirando su dinero, nervios de los banqueros, oferta de intereses desesperados), y de buscar datos en internet (nunca supuse que Bloomsberg o Moodys puntuasen a las pequeñas cajas españolas). Algunos de los banqueros a los que visitas, con muy poca ética profesional, te dan fotocopias que demuestran lo mal que están los otros bancos.
Días de llamar al Banco de España, para conocer las garantías legales que tienen los depósitos, si ocurriese algo: según te cogen el teléfono y les empiezas a formular la pregunta, te cortan, te sueltan la explicación y te cuelgan, a esperar al siguiente temeroso.
La alegre proclama del presidente Zapatero, en Nueva York, esta semana, según la cual el sistema bancario español es el más seguro no sólo de Europa, sino de todo el mundo, ha contribuido a agravar el terror. Cuando ayer fui a Caja Madrid, a informarme de sus condiciones, la chica, agotada, me pidió: "Por favor, vuelva el lunes, si no le importa: he respondido hoy tantas veces a esa pregunta, que ya no puedo más"
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3 comentarios:
Corralito. ¿Con ese nombre se conoce lo de aquí o es un nombre que se usa allá también?
(Corralito es el nombre que se le dio en una traducción al conejo con el que Wallace y Gromit experimentan y se hace comedor de queso al intercambiar ondas mentales con Wallace).
Pese a que en todos los formularios y avisos de los bancos dicen que nos informemeos de las garantias estatales a los depósitos, es letra muerta, nadie lo hace hasta que pasan cosas como la actual crisis.
Estoy enferma, con gripe¡qué lata!
Juan Ignacio, la palabra no se usa nunca en España, se hace ahora copiando de su uso en Argentina: el temor a que nos pase igual que a vosotros, cuando se fue Menem del poder, creo.
Cuídate, Alemamá, es triste que te venga la gripe justo cuando empieza vuestra primavera (a ver si es que has hecho demasiado régimen y estás baja de defensas).
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