Llevo mi diario de Preocupaciones y enfados. Anoto muy brevemente lo que me preocupa o me enfada ("Decir no a la cena familiar") y a su lado una cruz por cada día en que eso vuelve a mi cabeza o a mi corazón. Así, científicamente, al acabar el mes cuento las cruces y sé si ha sido un mes de paz o un mes de tormenta.
Febrero y marzo fueron meses de paz. Abril ha sido un mes de tormenta.
Visto con distancia, casi todas las cosas que anoto son ridículas.
jueves, 25 de abril de 2013
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9 comentarios:
Pero es un muy buen método para que cada uno de nosotros sepamos cómo nos hemos portado al cabo del mes.
Yo me temo que tendría un cuaderno para cada cosa, uno para Preocupacicones, llenito de cruces y otro de Enfados, tal vez con algunas menos, gracias a Dios.
Y sí, si leemos las anotaciones con la cabeza fría, seguro que llegaríamos a la conclusión de que la mayoría, son cosas tontas y no dignas de mención, pero.... qué vamos a hacer, los seres humanos nos calentamos con mucha facilidad a la hora de enfadarnos y a veces nos preocupamos en demasía por cosas, que con el tiempo, nos damos cuenta de que hay cosas que verdaderamente sí necesitan de nuestra atención.
Besos, Fernando.
Otra vez una genial idea.
Y otra vez la copio y me la aplico.
Otra vez, gracias.
¡Excelente idea! y si es de tormentas puedes ofrecerlas por algo que valga la pena.
Me gustó eso de que vistas en perspectiva son cosas nimias en general, por suerte.
Otra vez le pongo a este post un 7 (máxima nota de los estudiantes en Chile)
dale y entonces... ¿conviene anotarlas o verlas más adelante?
Particularmente me gustan las listas o tareas para hacer.
Tengo una agenda donde anoto 5 propósitos al mes y voy poniendo un logrado o no cada día.
Gracias a Dios los enfados los olvido "al tiro", por su gracia, así que no ocupo nada de mi PC cerebral en eso.
Tú me dijiste una vez que las cosas pequeñas hacen la vida (o algo así), al final lo que hacemos para Su gloria es lo que queda ?No?
Buenos días Fernando. Será cosa del polen. Magnífico método para superarse en todo, pues, al llevar cuenta de esas escaramuzas salimos fortalecidos,al final seremos victoriosos en la Guerra y por ahora alcanzamos secreta gran perfección. Un abrazo.
Así me pasa a mí, Yeste: casi nada de lo que me agobia es importante, pero no puedo evitar enfadarme o preocuparme. Pensé que con la edad mejoraría, pero no es así.
Siempre tan bondadosa conmigo, Miriam, gracias.
¡Un 7! Hasta en España (donde la nota máxima es 10) sería una nota buenísima, Alemamá, muchas gracias.
Conviene anotarlas para verlas más adelante, Juan Ignacio.
Las listas de cosas pendientes de hacer son las mejores, Ojo Humano, llenan los días de esperanza. Y, sí, según me estoy enfadando o preocupando le pido ayuda a Dios, para tomarlo con calma, pero debe ser que lo pido con poca fe.
Lo seremos con la ayuda de Dios, NIP. A mis 47 años siento que aún estoy comenzando, qué le vamos a hacer.
Leí este post mientras almorzaba y no lo podía creer, ya que no se me hubiese ocurrido llevar una estadística así, pero vale la pena recordar cuantas veces te enojas??? o mejor dicho que cosas te enojan??? y las preocupaciones, a mi modo de ver, no ameritan que yo las anote, porque se me instalan y trato de darle rápida solución así se alejan y me permiten ver o disfrutar de los momentos que se me presentan.
Tal vez yo esté equivocada y lo tuyo sea lo correcto.
La utilidad es ver, poco después, Alma, que lo que me enfadó no valía la pena enfadarme y lo que me preocupó no valía la pena preocuparme. Nunca son problemas graves (salud, despidos), por lo que no debería darles importancia... pero se la doy.
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