sábado, 27 de abril de 2013
Tímidos
La chica tímida reparte propaganda de una tienda nueva. El chico tímido pasa a su lado, le gustaría pedirle un folleto pero no se atreve, no vaya a ser que la otra piense algo raro. Así que se queda cerca, como si se hubiera citado con alguien justo ahí, a ver si la otra le da el folleto y le sonríe. La chica le mira, le gustaría darle uno, pero para eso debería dejar su puesto, debería acercársele, y entonces él pensaría que quiere ligar, qué apuro. De vez en cuando sus miradas se cruzan y ambos las desvían rápido. A los 16 minutos él comprende que están haciendo el ridículo, se pone a andar, pasa a su lado, finge no verla, pasa adelante, ella finge que no le ve, no le tiende el folleto, él se aleja con las manos vacías, ella piensa que la tarde está triste.
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12 comentarios:
Hermosa historia que puede ocurrir en cualquier barrio de cualquier ciudad.
Me llamó la atención la exactitud: 16 minutos, ja!
Estoy de a cuerdo con Alma. Es hermoso, es real y, además está muy muy bien narrado.
Cualquier tarde en cualquier lugar. No se sabe si la situación debía ser así o si por el contrario, si hubiera habido valentía por parte de alguno de ellos, las circunstancias podrían haber sido diferentes.
Muy observador, Fernando, y lo has contado muy bien, con mucho gancho.
Besos.
Tantas veces ha sucedido en mi vida. Tal vez dejé pasar muchas oportunidades que hubieran cambiado mi vida, oh, timidez, qué pérdidas...
¡Precioso y muy real! Has logrado contar una historia que se repite miles de veces en pocas líneas. Muy lindo.
Saludos, Fernando
Diga, no será basada en un hecho real, ¿no?
Buenos días Fernando. Haberte dado la vuelta y dado tu teléfono para tomar un café con ella, ¡un poco más de arrojo! jajaja. Un abrazo.
Así ocurre todo en la vida real, Alma: no 15 ni 20, sino 16.
Me ruborizas, Inmaculada.
Ojalá que uno de ellos hubiera dado el primer paso, Yeste: por muy mal que hubiera acabado, hubiera acabado mejor de lo que acabó.
Exactamente lo mismo digo yo, Ojo Humano.
Muchas gracias, Alemamá.
50%-50%, Juan Ignacio.
Lo hecho hecho está, NIP (o lo no hecho no hecho queda).
apa, apa, yo no andaba errado, digo, en función a lo que dice y le respondés al último comentarista...
Vos siempre acertás, Juan Ignacio.
jajaja simpática situación que se da muchas veces en la vida. A mí me ha pasado. No exactamente con un folleto pero ya se entiende.
Un beso
Ya se entiende, Luisa.
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