lunes, 22 de agosto de 2011

JMJ (y III)

El sábado 20 Benedicto comenzó su jornada confesando a cuatro voluntarios en el parque del Retiro, recordándonos la importancia de este sacramento. Ofició una Misa en la Catedral para miles de seminaristas (no fui, claro) y recibió al Presidente del Partido Popular. Casualmente, el Cardenal Arzobispo de Madrid cumplía ese día 75 años, así que invitó a comer a Benedicto y a su séquito a un típico menú español.

Por la tarde fuimos, muy contentos, a la gran explanada de Cuatro Vientos, donde íbamos a pasar toda la noche en vigilia de oración. La cosa empezó mal: tras andar casi media hora resultó que había overbooking litúrgico, habían vendido demasiadas acreditaciones, así que tuvimos que quedarnos fuera de la zona reservada, con poca luz, con pocas pantallas, con pocos aseos. Al rato se levantó un vendaval como de Pentecostés y al poco empezaron la tormenta y el diluvio. La gente joven, que nunca pierde el ánimo, empezó a gritar, unos "¡Ésta es / la juventud del Papa!" y otros (en broma) "Zapatero / ¡dimisión!". Acabamos empapados y con frío y decidimos irnos a casa.

El domingo 21 fue la Misa en Cuatro Vientos, que vi por la tele. La homilía de Benedicto, comentando el pasaje de "Y vosotros ¿quién decís que soy yo?" fue clara como la luz de la mañana: recomendó a los jóvenes conocer a Cristo, no la opinión que la gente tiene de Él; explicó que esto sólo podía hacerse dentro de la Iglesia; les propuso un plan de vida exigente, Comunión, confesión, caridad, apostolado, vida de parroquia o de movimiento. También fue bueno el posterior discurso del Prefecto de la Congregación de los Laicos: es importante que leamos y discutamos el Catecismo que iba en la mochila de peregrino, el Youcat, pues los tiempos son malos y hace falta tener una fe culta. En fin, fue emocionante el momento en que los jóvenes españoles (con camisa roja) entregaron a los brasileños (de amarillo carioca) la cruz y el icono de las Jornadas de la Juventud.

Por la tarde fuimos a despedir a Benedicto a su salida de la Nunciatura, por primera vez le vi cerca, es tópico decirlo pero es verdad: me miró y me bendijo. Desde allí fue al IFEMA, donde agradeció a los voluntarios su tremendo trabajo de estos días, y al aeropuerto, donde le despidieron los Reyes; Zapatero, mezquino como siempre, no estuvo, menos mal.

Por la noche, con Benedicto ya en Roma, hubo en Madrid otra terrorífica tormenta que hizo vibrar los cristales de las ventanas.

14 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

Intenso.
Y te tocó bendición "directamente", ¡qué afortunado!

AleMamá dijo...

Buen reporte de algo extraordinario. Ya lo quisiéramos en Chile, pero sería, mínimo en unos 6 años más, porque ahora toca en el "vecindario", en Brasil, luego será Asia o Europa de nuevo, y al menos con nuestro amado Benedicto no creo que fuera posible un encuentro a sus casi noventa, ¿no? pero quién sabe, o es él o su sucesor. Ojalá esté viva para contarlo.

Andy dijo...

Vaya hombre, lamento mucho lo mal que lo pasásteis en la Vigilia. Muy mal la organización por vender más acreditaciones de la cuenta.

Con respecto a esto "es importante que leamos y discutamos el Catecismo que iba en la mochila de peregrino, el Youcat, pues los tiempos son malos y hace falta tener una fe culta." Estoy absolutamente de acuerdo.

Muchas gracias por la crónica, es magnífica.

maria jesus dijo...

Muy buena la crónica. Yo no pude ir, pero si mis hijos, a fin de cuentas era "su reunión".

Me impresionó ver por la televisión tanta gente de rodillas, adorando en silencio.

Enhorabuena por tu bendición particular.

javier dijo...

Y yo con los dientes largos. Snif.

ALMA dijo...

Impecable tu crónica, Fer. Te cuento que a pesar de que veo muy poca tele, en algún noticiero miré con los ojos grandes para ver mejor, a ver si te distinguía entre la multitud. Es muy poco serio lo mío, ya que no tengo ni idea como sos físicamente, peeero al haberte dado la bendición el Papa, supongo que te vi.
Me gustaría alguna vez relates sobre el Huerto de los Olivos, ya que la parroquia de mi barrio, precisamente se llama así.

José Manuel Guerrero C. dijo...

Excelente crónica. Yo no pude acercarme a ningún acto de la JMJ. A punto estuve de ir al Escorial a recibirlo, que me coge cerquita, pero no pudo ser.

Me conformo con tener este youtube que he encontrado por la red, y al que le hincaré el diente más de una vez.

Esperanza dijo...

Vaya por delante que me parece fenomenal que se haya llenado 4 vientos, y que me alegro mucho del éxito de la Jmj. Pero a mi lo de las acreditaciones me ha parecido fatal y me he sentido timada. ¿para qué las hicieron? LLegamos 3 horas antes del inicio y nos dan con la puerta en las narices. Me parece un fallo de lo más lamentable de la organización, del que no se está hablando nada porque lo oficial es el triunfalismo.
Mi grupo y yo hemos sido víctimas de una organización que no ha respetado las acreditaciones que había vendido a 55 euros por persona.
Si no hubiera sido porque estuve casi en 1ª linea del Via Cruces del viernes y de la posterior procesión, no me habría enterado de nada de la Jmj.
Un saludo, Fernando, y a no dejar el blog!

Fernando dijo...

Había (relativamente) poca gente pues la Nunciatura está lejísimos, Juan Ignacio.

Bueno, Alemamá, siempre es un buen momento para acercarse al vecino Río de Janeiro, ¿verdad?

Muchas gracias, Andy. Y, sí, la frase me llegó al alma porque yo fui incapaz de leer entero el Catecismo, quizá sea momento de retomarlo, ¿verdad?

Seguro que ellos aguantaron, María Jesús, es lo bueno que tiene la juventud, que no la para nada, ni lluvias ni truenos.

Seguro que sacó usted buenas ideas para su blog y para sus homilías, Don Javier.

Alma, sólo me pude acercar a él en el último momento, cuando ya se iba hacia Roma, no había tele y en las multitudes de Cibeles era difícil verme, pero gracias por tu interés.

Pensé que estarías en primera fila cerca del monasterio, Bate; ahora entraré a ver el enlace.

Así es, Esperanza: si esto nos parecería censurable en un avión o en un teatro, no creo que en la JMJ sea disculpable, por muy buen ánimo que lleváramos todos, ¿verdad? Me alegro de leerte por aquí.

Anónimo dijo...

Buenos días Fernando.Es muy emocionante poder ver con otros ojos.Un abrazo.

Anónimo dijo...

Bon día, Fernando, gustou-me su cronica. Es bueno poder ver con otros ojos lo que fue la jornada mundial de la juventud. En la internet sólo encontro opiniones en contra ese movimiento, opiniones de quenes no creen en Dios ni en nada.
abzs...(perdona los erros gramaticales, esa no es mi lengua)

Fernando dijo...

Gracias, NIP, siempre tan amable.

Gracias, Silencio, te salió bastante bien, felicidades.

Anónimo dijo...

Pues fue una lástima no quedarse hasta la Adoración Eucarística y consagración de los jóvenes por el Papa. Esto para mí fue absolutamente lo mejor con diferencia, y no estuve allí, lo vi en 13 tv.
Un saludo

Fernando dijo...

Nos faltó fe, MJBO.