Benedicto llegó a Madrid a las 12 de la mañana del jueves 18. Hubo entonces uno de los milagros meteorológicos que tanto me gustan: llovía en Madrid (cosa rarísima aquí, en agosto), cesó la lluvia y volvieron el sol y el calor. Las campanas de la catedral empezaron a sonar fuerte.
Por la tarde fue el acto de recepción en la plaza de Cibeles, los jóvenes recibieron a Benedicto, Benedicto recibió a los jóvenes. También estábamos otras personas, claro.
Ayer, viernes 19, Benedicto fue a El Escorial a encontrarse con las monjas y con los profesores. No fui pues no estoy incluido en ninguno de estos dos grupos.
Por la tarde fue el acto más novedoso de la JMJ de Madrid, el viacrucis, también en la Plaza de Cibeles. De varias ciudades de España (incluida la capital) se habían traído 14 pasos o imágenes que representan las 14 estaciones de la Pasión, más una Virgen muy guapa de Sevilla. Como en un Jueves Santo veraniego, estuvieron expuestas los días antes en varias iglesias o edificios públicos, y ayer fueron colocadas, ya en fila, en el Paseo de Recoletos, al lado de Cibeles, allá fue a verlas una multitud. Hay que decir que dos de las más admiradas fueron el Prendimiento en el Huerto de los Olivos y el Cristo de la Buena Muerte, ambas de Málaga, la ciudad de Andy.
El viacrucis, al atardecer, fue muy interesante. Los textos los habían escrito las angélicas de Sevilla, una orden muy querida que cuida a enfermos y ancianos.
Tras la marcha de Benedicto debía empezar una gran procesión en la que todos los pasos irían a la Puerta del Sol antes de dirigirse, cerca de la madrugada, a sus iglesias de acogida. Cómo no, hubo la ración de basura de todos los días, los indignados decidieron que la procesión no podía pasar por Sol porque es suya, aunque para ello tuvieran que usar la violencia. La procesión se retrasó dos horas, corrió el rumor de que no se iban a atrever a sacar los pasos, que los meterían todos en el cercano Palacio de Comunicaciones, esto habría degradado la imagen internacional de España al rango de país de salvajes. Al final todo se resolvió gracias a la policía: uno de los momentos más emocionantes fue cuando pasaron los anti-disturbios con sus cascos y sus porras, todos les aplaudimos y gritamos "viva España".
sábado, 20 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
Fernando, ¡¡una maravillosa crónica!!
Muchas gracias por tus amables palabras y por tu guiño malagueño. Me alegra mucho saber que dos tallas malagueñas de tanto renombre han sido acogidas con tanto cariño por allí.
En otro orden de cosas, no veas cómo me toca las narices los indignados estos. ¿Ahora deciden qué? ¿pero quiénes se creen que son?
Como ya dije en un post anterior, me figuraba que algo así pasaría... porque son personas violentas que buscan generar disturbios, buscan el enfrentamiento, el odio.
Genial.
Busqué eso de "Hubo entonces uno de los milagros meteorológicos que tanto me gustan: llovía en Madrid (cosa rarísima aquí, en agosto), cesó la lluvia y volvieron el sol y el calor" pero no, no estaba en los diarios.
Excelente relato desde el epicentro de los acontecimientos. Sí, señor.
Lo del milagro meteorológico pasó también en Chile cuando vino Juan Pablo II el año 1987.
En Puerto Montt llovía a cántaros, pero se hizo un alto a la lluvia y cuando el papa debía pasearse por la bahía, se abrió el cielo, como un císrculo en las nubes y hubo un sol precioso todo ese rato. Increíble. No será milagro, pero sí un favor especialmente dedicado.
Qué horrible lo de los laicistas y para más remate "indignados".... Los gastos con BXVI son de seguro menores que los de Obama, con la diferencia que ese señor no ha llevado las multitudes que mueven la economía de Madrid, ¿no? cualquier país quisiera albergar un acto así.
Saludos
"Hubo entonces uno de los milagros meteorológicos que tanto me gustan: llovía en Madrid (cosa rarísima aquí, en agosto), cesó la lluvia y volvieron el sol y el calor."
Me hiciste acordar de un pasaje de Reyes 1 19,11
Al viento lo siguió un terremoto, pero el Señor tampoco estaba en el terremoto.12 Tras el terremoto vino un fuego, pero el Señor tampoco estaba en el fuego. Y después del fuego vino un suave murmullo.13
Pues eso: Viva Cristo y Viva Espana
Fernando juro que cuando escribí el pasaje de Reyes 1, aún no había dado comienzo el huracán de Cuatro Vientos. Hermosísima Vigilía, histórica. Cómo sonaron en mis oidos los celestiales acordes del Ave Verum de Mozart mientras el Papa oraba ante la custodia de Arfe.
Ríos de lágrimas.
Buenos días Fernando.¡Viva España!
las ratillas del 15m se quedaron sin la exclusividad de "juventud" y demostraron todo el mal que padecen:requieren sanación, así que unas buenas porras que los ablanden ayudarán a la cura.Un abrazo.
Lo de las tallas era previsible, Andy, la gente aplaudió no sólo los dos pasos sino también a los legionarios malagueños. Y patético los de los indignados, la Policía ha abierto una investigación para investigar ... ¡a los policías!
Bueno, Juan Ignacio, la de la mañana fue una lluvia suavecita, sería raro que los periódicos se entretuvieran en contarlo, con tantas noticias.
Son milagros que me gustan, Alemamá, seguro que son simple metereología pero a mí me gusta ver detrás a Dios, como ocurrió en Chile. Y se ha montado una gran mentira sobre que este viaje se ha pagado con los impuestos, la organización va a hacer una auditoría para demostrar que se ha pagado con lo que dieron los peregrinos y los patrocinadores.
Qué culturón, Bate. Con antecedentes así, ¿cómo no creer en un pequeño milagro, esa mañana?
¡¡Vivan!!, Barcino, y bienvenido.
¿Estuviste allí, Bate? Nosotros tuvimos que salir corriendo, no sé si fuimos cobardes.
Ay, NIP, ojalá fuera así, pero ya sabes el dicho castellano, pensando en la policía: que buen caballero / si tuviera un buen señor.
Publicar un comentario