viernes, 6 de mayo de 2011

Bolsas

España vive un ecologismo beato y fariseo, incoherente y paleto, fácilmente manipulable. Su último motivo de odio son las pobres bolsas de plástico que te dan en el súper al hacer la compra, dicen que si las tiras en el campo tardan décadas en degradarse. No dudo de que esto sea cierto, pero más tardará una viga de cemento o la carrocería de un coche, y no por ello dejamos de hacer casas o comprar autos.

Mi súper ya me había advertido que se iba a sumar a este odio y que iba a cobrar por las bolsas (sí, ya lo sé, en su caso es un odio falso, es una excusa para cobrarte más, pero eso da igual para la historia). Mi súper, sí, ya lo había advertido, pero yo lo olvidé, y un día que compré varias pequeñas cosas la cajera me dijo que si quería bolsa tenía que pagar 10 céntimos de euro. Me enfadé mucho, pero compré la bolsa, no podía llevar las latas en brazos. Qué asco de sociedad moderna.

Al llegar a casa analicé mi nueva propiedad y rápidamente me enamoré de ella: era de buen plástico, blanca con el logo del súper, discreta, moldeable, resistente y limpia. Ya la quise como si llevara 10 años en mi casa, ya siempre la llevaría al hacer la compra.

Y salí otro día y de camino a otro lado decidí pasar por el súper a comprar 4 manzanas, daba igual que no llevara mi bolsa porque en la frutería meten la fruta en otra bolsa -gratuita, por ahora-, no te van a dar las piezas sueltas, con ella bastaría, me puse contento. Pero al acercarme me acordé de que me era INDISPENSABLE comprar una caja de leche, de ello dependía mi desayuno del día siguiente. ¿Qué hacer? ¿Comprar una 2ª bolsa por 0,10 €? No quería hacerlo, me parecía un despilfarro, pero -sobre todo- me daba agobio la reacción de las cajeras. Hay que comprenderme: el súper es mi súper, no es uno que me pillara de paso, es MI súper habitual, y las cajeras son parte de mi vida, incluso aunque no fueran la alta que me gusta. Me daba apuro su juicio. Me daba apuro que pensaran que soy un despilfarrador, "este derrochador, se llevó el otro día una bolsa, hoy otra, seguro que no gana 600 € como nosotras, si los ganara cuidaría más su dinero". No sólo eso: ¿qué pasaba si me juzgaban enemigo del medio ambiente? "Este español desgraciado, enemigo de su propia tierra, no le importa ver los campos de Madrid llenos de bolsas que no se degradan en décadas".

¿Qué hacer? Entré, cogí mi caja de leche y la bolsa con cuatro manzanas, ya sé, haría lo que hicieran los demás clientes. Había cola en las cajas, me fijé en los demás. La señora A compró muchas cosas pero sacó una bolsa suya, de buen material, con decoración vegetal. La señora B compró muchas cosas y pidió bolsas, 4 bolsas, 0,40 €. La señorita C, la hermana D, los señores jóvenes E y F llevaban pocas cosas, la señorita C y el joven E decidieron llevarlo en la mano, la hermana D y el joven F compraron -cada uno- una bolsa, 0,10 €.

Llegué a la caja, al menos no estaba la dependienta alta que me gusta, eso hubiera coaccionado -aún más- mi juicio. Pasó desganadamente las dos cosas por el lector de precios, algo más de 2,50 €.

-¿Va a querer bolsa?
-No, lo llevaré en la mano- decidí.

Extrañamente, su gesto no cambió, no noté gratitud ni por mi (falsa) austeridad ni por mi (falso) ecologismo.

Rompí -ya fuera- la bolsa de las manzanas y como pude metí en ella la caja de leche. Entré en el Metro con el temor de que se rompiera la bolsa de la frutería, cayera la caja de leche al suelo y estallara, indignando a los demás viajeros.

Pero la bolsa (gratuita) aguantó hasta que por la noche volví a casa.

9 comentarios:

Andy dijo...

Sin duda ahora es un jaleo esto de las bolsas.

A mí muchas veces se me olvida llevarme una de casa y no tengo más remedio que comprar una.

De todos modos, en mi caso tengo un mercadona justo delante de mi casa, de modo que al menos que compre mucho no me es menester bolsa.

En fin, me alegro que resistiera la bolsa de la fruteria.

¡Un saludo!

AleMamá dijo...

¡Excelente realto de algo cotidiano! como a mi me gusta.
Lo de las bolsas es todo un tema. Yo desearía tener menos, la verdad. Aunque las reutilizo para poner en los múltiples basureros que tenemos por toda la casa (8, contando el contenedor que sacamos a la calle) igual van al ambiente, y aunque se degraden, porque le ponen algo que las rompe en una especie de harinilla, es algo que no es natural donde sea que quede.
No soy beata de estos temas, pero si se puede cuidar un poco, no tengo problemas, sólo hay que tener paciencia para acostumbrarse a llevar bolsas, como se hacía antes.

Saludos, Fer

Juan Ignacio dijo...

Fernando, fijate que las bolss pueden durar más que los metales: clic.
No soy ecologista, pero la verdad sea la verdad...

Fernando dijo...

Imagínate que cede y que la caja de leche se estrella contra el suelo del Metro, Andy; los demás viajeros me habrían tirado del tren en marcha.

Así es, Alemamá: ya me enamoré de mi bolsa comprada, de más calidad que las gratuitas, y ya siempre la tengo a mano. Así que algo contribuyo -a la fuerza- a no degradar aún más a España.

Ahora veo tu enlace y luego lo comento, Juan Ignacio.

Fernando dijo...

¿¿150 años??? Nunca lo hubiera supuesto, qué ignorante soy. Me alegro de estar contribuyendo, con mi bolsa nueva reutilizable, a no contaminar tanto. Gracias por el dato, Juan Ignacio.

Miriam dijo...

Me parece encantador tu cariño a la bolsa comprada¡¡¡
Personalmente, me pasa un montón de veces. Acordarme cuando vuelvo a casa de que tengo que comprar algo, y no llevo la bolsa encima
Al principio intentaba meterlo todo en el bolso. Pero he llegado a la conclusión que no es justo para mi bolso, no tiene porque pagar mi falta de memoria
Ahora compro bolsa

ALMA dijo...

Según alguna cosa que había leído hace ya mucho tiempo, creo que en el Diario El País, y que publiqué en el Almacén, tenía entendido que España estaba libre de bolsas de plástico y se estaba introduciendo la costumbre de utilizar las bolsas elaboradas a partir dematerias primas como la papa, peeeero parece que no es así.

Lo que cuentas sucedió aquí. Se cobraba por cada bolsa entregada, y cada una de nosotras/os comprábamos bolsas reciclables con el logo del comercio, una paquetería!!! pero que ocurrió: se dejó de cobrar por cada bolsa porque todo el mundo compraba la bolsa sin chistar y los dueños de los negocios entendieron que era inútil ponerle precio al nylon... si se utilizaba en igual cantidad. Las reciclables?? ...tengo una colección y me acuerdo de ellas cuando tengo las manos y los bolsillos ocupados...
Pregunto, no será una excusa comprar la bolsa para ver a la joven? ...jajaja, buena semana, Fer

Fernando dijo...

No me parece mal comprar una, Miriam, comprar mi bolsa, lo que no quiero es eso que comentas, tener que comprar una cada vez que vas al súper, espero evitarlo.

Jajaja, Alma, a la joven la veo igual con o sin bolsa, lo que me daba miedo era que me mirara mal si compraba una nueva; y, sí, supongo que en España acabará pasando como en Argentina, que se comprarán bolsas y bolsas y acabará siendo un negocio más para los súper y las tiendas.

Anónimo dijo...

No conocía tu blog. Un placer seguirte a partir de ahora. Soy ecologista moderada, y llevas razón en que este movimiento se debe más bien al interés económico de los hipermercados que al compromiso medioambiental. Si no fuese así no tendría que ponerme la chaqueta cada vez que voy a CArrefour. Mucha historia ecológica pero luego el aire acondicionado a todo meter.Volviendo a las bolsas, yo llevo un bolso enorme (de neumático reciclado, todo hay que decirlo) y casi nunca cojo bolsas. ¡cabe de todo!