Adiós

Ayer el presidente Zapatero anunció que no se presentará a las elecciones de marzo de 2012.

Escribo este post con el corazón, sin guión previo, sin pretender decir nada original.

Ha sido un hombre nefasto para España. Empezó mal, ganó en 2004 contra todo pronóstico gracias a la manipulación que cierta gente hizo del macro-atentado del 11 de marzo en Madrid (200 muertos).

Removió la basura de la Guerra Civil para volver a dividir a los españoles. Se metió en una negociación suicida con la ETA, soltó a sus presos, permitió que sus partidos volvieran a presentarse a las elecciones. Reformó el Código Penal para sancionar más gravemente a un hombre que pega a su mujer que a una mujer que pega a su hombre. Trajo el matrimonio gay, el aborto libre y a los 16 años y la clonación. Creó una asignatura (Educación para la Ciudadanía) para adoctrinar a niños y jóvenes. Prometió a los catalanes que apoyaría íntegro cualquier Estatuto que aprobaran ellos, luego les falló y nos deja un engendro que es una bomba de relojería. Pasó de huir en la guerra de Irak a la sumisión absoluta ante Obama y Sarkozy, en Afganistán o en Libia. Calló ante los crímenes de Castro o Chávez y montó un numerito infame con los pobres salvadoreños. Ha seguido degradando la Justicia y la educación.

Todo esto en 7 años.

Al final, como decimos en España, el tiempo nos pone a cada uno en nuestro sitio. Cuando vino la crisis económica no pudo o no quiso estar a la altura de las circunstancias. Primero la negó, segundo despilfarró una fortuna en bobadas y al final tomó medidas terriblemente duras, no porque creyera en ellas sino porque se lo ordenaron los otros europeos.

Adiós, pues.

Espero que el resto de su vida cargue con la cruz de los errores y las maldades que ha cometido.

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¡Dios es grande y tiene sentido del humor! Recé muchísimas veces, por intercesión de Juan Pablo II, para que este hombre se fuera. Y ha querido la feliz casualidad que anunciara esto justo ayer, 2 de abril, sexto aniversario de su muerte. ¡Qué gran milagro!