viernes, 9 de octubre de 2009

Catecismo (17): María

Parte 1, sección 2, capítulo 2, artículo 3, parágrafo 2, párrafos 484 a 511.

En contraste con la dificultad de la parte anterior (las dos naturalezas de Jesús), ésta ha resultado cómoda y luminosa, como un paseo primaveral por un valle lleno de flores. El Catecismo va comentando, sin grandes honduras, hechos muy queridos para nosotros, como el sí decidido de María ante el anuncio del ángel Gabriel (pár. 494) o la concepción por obra del Espíritu Santo (pár. 484 a 486 y 496 a 498).

El Catecismo se para en dos cuestiones importantes relacionadas con esto. Así, explica que la Iglesia siempre ha creído en la inmaculada concepción de María, aunque sólo a partir de 1854 esto fue dogma de fe, tras la proclamación de Pío IX: Ella, por una gracia muy especial de Dios, fue el único ser humano tras Adán y Eva (además de Jesús, claro) que nació sin pecado original, lo que explica que jamás en su vida pecara (pár. 490 a 493). Era virgen cuando fue concebida por el Espíritu Santo (así se dice en Mt 1,18 y en Lc 1,27), conforme a la profecía de Isaías (Is 7,14), y siguió siéndolo siempre, incluso tras dar a luz a Jesús (pár. 496 a 499).

El pár. 500 se detiene a argumentar contra la posible objeción a la virginidad perpetua de María en que varias veces el Evangelio habla de los "hermanos de Jesús" (Mt 13,55-56; Mc 3,31-32; Mc 6,3). Explica el Catecismo que no se debe entender esta expresión en sentido literal, sino como equivalente a familiares cercanos, quizá primos, y ello por dos causas: porque así ocurre varias veces en el Antiguo Testamento (y se citan ejemplos del Génesis) y porque cuando en Mt 13,55-56 se habla de "Santiago y José" se está haciendo referencia a los hijos de otra María, que también estaba junto a la Cruz (Mt 27,56) y que probablemente fuera familiar cercana de la Virgen.

2 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

Pues para mí es bello pero sigue siendo aún arduo como lo anterior. Cómo quisiera estudiar teología...

Fernando dijo...

Léelo directamente en el Catecismo, Juan Ignacio: verá cómo esta parte es muy clara.