sábado, 26 de septiembre de 2009

Emigrantes sudamericanos

Iba en el autobús una emigrante sudamericana, hablando a gritos por su móvil [celular]. Explicaba que el día anterior su hijo había entrado en la cocina mientras ellos la estaban usando, había bebido un vaso de leche y lo había dejado en la repisa. Cuando ella llegó de trabajar muy tarde, él (se entiende que el padre de la otra familia) le había protestado por esa invasión: les tocaba cocinar a ellos. Esto había molestado a la señora que narraba la historia: "Usted sabe que mi hijo es un niño respetuoso, siempre", y luego le había recordado cómo hacía unos días ellos habían usado el cuarto de baño más tiempo del pactado, sin que ella protestara.

La narración me dejó triste. Pensé en la incomodidad no sólo de compartir tu casa con otra familia, sino de no tener confianza para haber pasado con ellos del "usted" al "tú". Cuando por la noche llegué a mi piso, me sentí un poco culpable de poder usar todo, baño, cocina, dormitorio, sin tener que guardar turno. Honestamente, pensaba que casi todos los emigrantes habían mejorado ya su situación económica, tras el apuro inicial, y podían vivir cada familia en su casa.

La grave crisis española les está perjudicando mucho, y en concreto a los sudamericanos. Ellos trabajaban en la construcción, pero ya no se levanta ni un piso en toda España. Ellas trabajaban en el servicio doméstico o cuidando a los viejos, pero la familia que les empleaba ya no se puede permitir ese lujo, a lo mejor la señora de la casa ha sido despedida y puede estar todo el día limpiando ventanas y cuidando al abuelo.

El gobierno, tan solidario, decidió que los emigrantes sobraban y que era mejor que se volvieran a su país si caían en el paro. Tan inteligente como siempre, hizo un decreto por el que podían cobrar todo el paro de golpe e irse, con la condición de no volver en muchos años. Casi nadie ha usado esto. Si unos emigrantes tienen derecho al paro eso significa que llevan ya muchos años aquí de legales, en empresas honestas que cotizan por ellos, así que se han traído a toda su familia, han comprado un piso, tienen hecha su vida aquí y no quieren volver, pese a los apuros. Los que realmente están deseperados y quizá quisieran volver nunca han sido legales, su jefe no ha cotizado por ellos, no tienen derecho a paro y no tienen ni un €: para ser pobres, mejor serlo en España que en Colombia o Ecuador.

9 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

Este tipo de entradas son muy interesantes, uno de los gustos del blog, poder conocer estas realidades de boca de un amigo y no lo que decidan poner los medios.
Muy interesante, muchas gracias.

Ramón_Lozano dijo...

Muy bien explicado todo en el último párrafo. Es así, para ser pobre mejor serlo en España que en su país de origen.

Saludos

maria jesus dijo...

LLevas razon.Conozco varios casos

AleMamá dijo...

Interesante post es éste, Fernando. Creo que lo que dices es condición de los inmigrantes en todas partes mientras se acomodan mejor. En Chile es terrible el hacinamiento de algunos inmigrantes también. Acaba de incendiarse un conventillo lleno de peruanos que vivían en una forma de hacinamiento espantosa, tal como narras.

Hay una cosa que no sé si comparto y es eso de que es mejor ser pobre en España que en sus países.... depende del caso, porque al menos en su tierra se es pobre acompañado...no lo sé, en verdad....estoy pensando mientras escribo. Triste tema, en todo caso.

Saludos

AleMamá dijo...

Sigo pensando, y creo que lo que hace una gran diferencia entres ser pobre en tu patria o en España es el grado de violencia y corrupción que pueda haber en tu país.
En ese caso preferiría ser pobre mendicante en un lugar que hubiera paz.
Un abrazo, querido amigo.

Soledad dijo...

Fernando. Eres una persona muy sensible y te aflijes, con toda razón, que una familia necesite compartir una casa y fijar horarios hasta para ir al baño.

Imagínate las necesidades de los nicaragüenses que se vienen a vivir a Costa Rica. Ellos trabajan en construcción, aseo y servicios de seguridad en los barrios (Güachiman)y, como trabajan 12 horas de día y el otro turno es 12 horas de noche normalmente comparten un mismo dormitorio y allí viven hasta 10 personas por habitación. Son dueños de una colchoneta, una caja para guardar sus enseres y una frazada.

Soledad dijo...

Se me olvidó lo más importante. Un día un mexicano le dijo a mi marido una frase para el bronce: NO HAY MEJOR CAPITAL QUE UNA CONCIENCIA BIEN PERDIDA.

En situaciones como la que describes te das cuenta que no fue muy lejos donde la fuiste a perder.

ALMA dijo...

Fer, muy interesante lo que propones y me hace recordar, que en el edificio donde vivo, hasta hace como 2 años aproximadamente vivia una sra. de nacionalidad rusa y su marido paraguayo, padres de dos bellisimas criaturas llamadas Shasha y Felipe. Un dia de agosto partieron hacia Europa y previa visita al pais de origen de su mamá a los fines de conocer a sus abuelos, se radicaban en España, lugar donde su padre habia conseguido trabajo, ignoro de que. Aquí en Argentina su oficio era en la cocina de importantes restaurant.
CUando planteas esta situación, no dejo de preocuparme por ellos, de quien no supe nunca nada y tambien de los chicos, a quien aún hoy los extraño.
Espero que esten en mejores situaciones que las que cuentas de la historia del colectivo (autobus para ustedes)

Buena semana. Besito Fer.

Fernando dijo...

Gracias, Juan Ignacio.

Gracias, Ramón.

Gracias, María Jesús, nos vemos en la mani.

Gracias, Alemamá. Si es mejor ser pobre en España que en sus países de origen es porque aquí, aunque sean ilegales, aunque nunca hayan pagado impuestos, tienen derecho a educación, sanidad, asistencia social y todo a lo que un ser humano tiene derecho para vivir con dignidad. No es que sean servicios de mucha calidad, pero son los mismos que la gente española que no puede ir a los servicios privados.

Gracias, Soledad. El fenómenos que dices también lo hay en España, se llama camas calientes, creo, y me parece totalmente degradante: si ya es horrible compartir el baño, imagínate acostarte en una cama que acaba de usar otro señor, quizá no muy limpio.

Gracias, Alma. Búscalos en internet, quizá les hayan dado alguna ayuda o algo así y aparezca un Boletín Oficial donde figuren. Hay mucho emigrantes que vienen aquí y trabajan en cosas peores que aquellas para las que tienen estudios: no sé si el señor paraguayo habrá podido seguir trabajando de cocinero aquí, la crisis está cerrando muchos restaurantes de Madrid. Miraré en internet, a ver si hay alguna pista.