Parte 1, sección 2, capítulo 1, artículo 1, parágrafo 3, párrafos 268 a 278.
El pár. 268 empieza como disculpándose: ha de hablar ahora de la omnipotencia de Dios, y no de otros atributos divinos, porque es el único que menciona el Credo ("Creo en Dios Padre, todopoderoso, ..."). La catequesis sobre esto queda liquidada en once párrafos, incluidos los del resumen final.
Dios ha creado todo, y en consecuencia Dios lo puede todo (pár. 269); afortunadamente, Dios es también Padre, así que "su paternidad y su poder se esclarecen mutuamente" (pár. 270); su poder nunca es ejercido arbitrariamente (pár. 271).
El Catecismo tiene la honestidad de presentar una grave objeción a esto, que mucha gente se formula hasta perder la fe, a veces: si Dios es todopoderoso y además es bueno, ¿cómo es posible que existan el mal y la injusticia en el mundo? "A veces Dios puede parecer ausente e incapaz de impedir el mal" (pár. 272). Para responder a esta grave objeción, el Catecismo va a dar una explicación muy elevada: igual que Jesús, al morir en la Cruz, aparentemente fracasó, pero al final resucitó y así se demostró el poder de Dios (pár. 272), así muchas veces, si vemos las desgracias de la vida con fe, podemos ver detrás el poder de Dios, a largo plazo (pár. 273). En un párrafo anterior, el 268, se nos remitía a una frase tremenda de San Pablo: "Te basta mi gracia, que en la flaqueza llega al colmo del poder. Muy gustosamente, pues, continuaré gloriándome en mis debilidades para que habite en mí la fuerza de Cristo (...) pues cuando parezco débil, entonces es cuando soy fuerte" (2 Corintios 9-10).
Toda está respuesta es muy cierta y muy profunda; yo, humildemente, habría añadido esto:
Cuando miramos hacia atrás, cuando recordamos momentos de desesperación y duda porque Dios no nos concedió cosas justas que le pedimos ("¿realmente -nos dijimos- Dios hubiera tenido poder para evitar esto?"), cuando miramos hacia atrás, comprendemos:
1º- que de cosas malas salieron, con el paso del tiempo, cosas buenas, tanto en el plano humano como en el espiritual.
2º- que Dios no es una compañía de seguros, puesta ahí para evitar milagrosamente lo malo de la condición humana.
3º- que, visto con perspectiva, somos algo tontos y egoístas, y nos preocupamos y le pedimos a Dios cosas que, a la larga, no eran tan graves.
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4 comentarios:
Pero en el momento es dificil comprenderlo, Fernando, mejor es pensar "Dios sabe mas"
Muy bien.
Y resta mencionar que el mal es posible porque Dios creó al hombre libre... (es la última explicación para tratar de contener ese misterio del mal).
Dios está con nosotros, en lo malo y en lo bueno. EN lo malo quizás mostrandonos que tal o cual cosa sirve para nuestro crecimiento, enriqueciéndonos nuestra vida a través del dolor. Cuesta entenderlo pero creo que es así. Yo, cuando me ha puesto en duras pruebas suelo decir: y porqué nó a mi? en vez de decir : porqué a mi.
Y en lo bueno creo que vale la pena agradecer ese momento de felicidad.
Besos, Fer
María Jesús, Juan Ignacio, Alma, amigos míos, gracias por vuestro comentario.
Me conmovió la honestidad del Catecismo, que no presentara sólo lo que es evidente para los católicos, sino que hicera notar un "fallo" de la teoría, que todos hemos sentido, en algún momento de nuestra vida.
Y, sí, vi que su explicación era muy elevada, la fuerza en la debiliad, pero quise apuntar las mías, las que a mí me ayudan en los momentos de duda.
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