Busco en la noche helada las luces de Navidad de otros años. Ya no están, claro. Busco, en concreto, aquel edificio horrendo de protección social, de fachada de cemento, habían ido desalojando todos los pisos, habían tapiado las ventanas, sólo quedaba la familia de la planta baja que había puesto un arbolito en la ventana con luces rojas que se encendían y se apagaban, yo pasaba por delante y me quedaba un rato viéndolo, las luces rojas a los pies de la mole de cemento vacía. Pero ahora sólo está el solar.
O aquel vecino generoso en la Plaza de la Beata que colocó un árbol gigantesco en el balcón, con luces de mil colores, para que lo disfrutara no su familia sino los que pasábamos por ahí.
...
Este año hay menos luces, por la crisis. En broma, me digo: "la gente cada vez es menos religiosa".
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6 comentarios:
Buenos días Fernando:
En religiosidad los hay que son LEDs de bajo consumo.... insignificante comparado con el derroche que hace nuestro misericordioso Sol de Justicia y perfectamente refleja nuestra amada Luna. Un abrazo.
A mi me deslumbraron las luces de la Puerta del Sol, pero en nada igualan a tus añorado árboles. Donde estaran? Quizás iluminan las ilusiones de los chicos que las miran con asombro y las esperanzas de los adultos.
Por estos lados cada vez aumenta la decoración con luces. Pero de religiosidad...poco.
Apagón total, NIP, igual que la huelga de alumbrado de Madrid que padecemos ahora.
Sol es bonito, Alma, pero no es comparable al amor con el que cualquier vecino ilumina su ventana o su balcón.
Era una bromita sin gracia, Ojo Humano.
Coincido con Ojo Humano (Toyita): muchas luces y poca LUZ
Saludos, Fernando. No te olvido; imposible
Yo a ti tampoco, Alemamá, como dice el villancico español, vuelve, vuelve a casa, por Navidad.
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