miércoles, 18 de diciembre de 2013

Jubilada

Comida de despedida de una compañera que se jubila.

Hago cálculos. Cuando yo entré en la Administración tenía 24 años y ella 47. Nos hicimos muy amigos y nunca hubo nada de tipo sexual entre nosotros. Ahora comprendo el mérito de esto, pues es como si en este momento, en que yo tengo 48 años, entrara una nueva funcionaria con 25 y nos hiciéramos amigos y quedáramos mucho y fuéramos al cine pero sin tener nunca roces sexuales.

Meritorio.

Algo ha hecho muy mal durante su vida (y la de su marido) para jubilarse sin nada más que la pensión y un fondo de jubilación que va a recibir: ni siquiera el piso en el que viven es suyo, sino de alquiler. Calcula: si de pensión gana 800 € tendrá que gastar 800 €, pues si gasta 850 tendrá que coger esos 50 del fondo, que se irá agotando poco a poco.  Adiós viajes, adiós caprichos, adiós coche nuevo, adiós perros en casa, adiós bombones rellenos.

9 comentarios:

paterfamilias dijo...

¡Hombre, tampoco es tan extraño! La gran mayoría de la gente no tiene nada de tipo sexual con compañeros/as de trabajo. ¿Que las hay? Claro, pero no son la mayoría.

AleMamá dijo...

Jubilar es aceptar de antemano un deterioro importante en la economía personal y familiar. Mi marido jubiló por edad hace 6 años pero no ha dejado de trabajar nunca hasta ahora. Lo curioso y que me enorgullece es que lo han recontratado dos veces para hacer lo que hacía y que aparentemente por el momento nadie sabe el tejemaneje como él.

Saludos, querido Fernando. Feliz Navidad si no he llegado a tu casa antes de nochebuena.

Luisa dijo...

Puff mal rollete el temita económico y la jubilación.
Yo tenía 20 años, recién cumplidos :)
Nunca he tenido tentaciones laborales-jajaja ni de otra índole-pero sí las he visto a mi entorno. ¿Será cuestión de "querer"?
Pues eso.
Fernando, por si no me diese la vida, te deseo una muy feliz Navidad, santa, serena, entrañable.
Besos mil, amigo mío.

ALMA dijo...

Tengo muchos amigos hombres algunos del ámbito laboral y otros no y con ninguno de ellos me acerqué buscando sexo. Con todos ellos comparto penas y alegrías, sin nada físico a cambio sólo la alegría del encuentro o de saber que tengo alguien cerca. Por lo tanto no me extraña lo planteado en el post.

En cuanto al manejo del dinero conozco casos similares y a veces lamentables por la falta de previsión de los involucrados. Una pena! Espero no sea el caso de tu compañera.


ojo humano dijo...

Es bastante habitual por estos lados que las personas que se jubilan sigan trabajando o cuiden nietos (trabajo ad honores).
Ahorrar privándose de los asados, bombones y excesos te da una buena vejez y de pasada tienes a qué echar mano. Si no heredamos de una tía rica, más vale vivir feliz en la sobriedad.
¿O no?

Fernando dijo...

Bueno, Paterfamilias, claro que lo habitual es que no pase nada, pero uno conoce su propia naturaleza caída, Dios nos ayude a no hacer todo lo que seríamos capaces de hacer.

Tu marido es un tío grande, Alemamá, comprendo que se casara contigo. Y nos felicitaremos la Navidad más cerca del 24.

Nos ayuda la gracia de Dios, Luisa, si no superaríamos en pecado al más pecador de los pecadores. Y nos felicitaremos más cerca del 24.

Firmo tu 1º párrafo, Alma. Y por desgracia ya es el caso de mi compañera, sin apelación posible. Dios le ayude.

Bueno, Ojo Humano, desde luego que ella va a tener un nuevo trabajo de cuidadora de nietos, el problema es que no le van a pagar. Y, sí, tienes razón: hay 1.000 cosas que hacen nuestra vida mejor si renunciamos a ellas, la pena es no hacerlo voluntariamente sino por necesidad.

Unknown dijo...

Casi siempre han tenido fama los compañeros de trabajo,de que entre ellos se enrollaban, ora unos....ora otros....pero pienso que no depende nada más que de la persona en cuestión, hay quien se lleva toda una vida trabajando y no ha tenido nada con ningún compañero y hay quien en cinco años ha pasado por los brazos de toda la oficina....cada quien es cada quien.

Besos, Fernando.

Feliz Navidad tengas en compañía de los tuyos.

Fernando dijo...

Así es, Yeste: en mi ofician también ha habido líos, y luego es un problema cuando rompes, porque sigues viendo al otro durante años y años. Gracias por la felicitación, espero que nos escribamos más cerca del día 24.

Anónimo dijo...

Buenos días Fernando. Pues sí que es raro, porque no es extraño que de tanto roce, algún tropiezo exista aqunque hay casos de adopción filial inmediata o un fuerte vínculo matrimonial. Con la jubilación los hijos y los nietos acaban comprando esos bombones. Por si las moscas,cuidado con adoptar funcionarias de 24 que te puedan raptar, las historias que se repiten acaban generalmente muy mal. Un abrazo.