lunes, 11 de febrero de 2013

Benedicto

Cuando Benedicto comenzó su pontificado, en 2005, yo era un mal cristiano. Ahora que se va sigo siéndolo, con la diferencia de que me doy cuenta de ello e intento arreglarlo un poquito.

Dos cruces especialmente duras ha tenido que soportar estos años: los asesinatos de católicos que viven en países islámicos y el escándalo de los sacerdotes pederastas. En lo segundo la Historia le hará justicia, sin duda: él quiso que se supiera toda la verdad de hechos ocurridos -en la mayoría de los casos- hace muchos años. No podía suponer que hubiera tanto pecado.

Concluyo mi recuerdo agradecido con estas frases de la homilía del inicio del pontificado, el 24 de abril de 2005: "Rogad por mí, para que por miedo no huya ante los lobos. Roguemos unos por otros para que sea el Señor quien nos lleve y nosotros aprendamos a llevarnos unos  a otros".

8 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

sin comentarios

ojo humano dijo...

Espero y ruego que Dios te ayude a fortalecer tu vida cristiana y vivirla con regocijo en el Espíritu Santo, nuestro Abogado y Maestro.

Un abrazo.

Unknown dijo...


Ha sido noble y valiente, él sabe que con la Iglesia hay que estar al cien por cien y si le faltan la salud, las fuerzas o simplemente no se ve capaz de asumir todo lo que conlleva el pontificado, ha hecho bien en renunciar, ha hecho algo a lo que tiene derecho y según él mismo, el deber, si así lo considera.

Besos.

Nodisparenalpianista dijo...

Qué pedazo de Papa. Hasta para contarnos
cómo ha tomado esta decisión, nos ha colocado una lección teológica, tan breve y tan preciso, sobre la libertad y la responsabilidad.
Me apena, eso si, que en la próxima misa en la que aupemos a los altares a San Juan Pablo II, no sea su amigo quien la presida.

paterfamilias dijo...

Impresionante. Ha sido un pontificado impresionante. Y los que como yo estábamos tristes por la marcha de Juan Pablo II, hemos vuelto a recibir una nueva lección. Gracias a Dios.

Inmaculada Moreno dijo...

Sí, completamente de acuerdo. Nunca se amilanó a la hora de defender la Verdad por difícil que fuese. Siempre nos referimos a él como "el Papa intelectual", para mí es, además, el "Papa valiente".

Anónimo dijo...

Buenos días Fernando. Coincido con tu análisis. Los Obispos hoy no son mejores que los discípulos del comienzo y en cuanto sopla el viento se asustan y todo lo quieren esconder. Se enfrentó a la cobardía de sus colegas que preferían la paz del mundo confiando que guardara su secreto en un auténtico pacto satánico de silencio. Un abrazo.

Fernando dijo...

Hola, Juan Ignacio.

Que el Espíritu Santo nos ayude a todos los cristianos a ser buenos y ver la verdad, Ojo Humano.

Así es, Yeste, un derecho y un deber; conociéndole, seguro que ha pesado en él más el deber que el derecho.

Bueno, Nodisparen, seguro que ésa no es la mayor cruz que le queda por soportar; pero es una idea hermosa.

Todo es para bien, Páterfamilias.

El "Papa libre", le llamaba hoy el ABC, Inmaculada, qué acierto.

No lo concretes en los Obispos, NIP: los Obispos no son mejores que los apóstoles, pero los laicos no somos mejores que los Obispos, así nos va.