jueves, 27 de septiembre de 2012

Tres caridades

1ª: con tu gente cercana, con tu familia, con tus vecinos, con tus amigos, con tus compañeros de trabajo. Puede ser activa ("Sé que te gusta ir al teatro, he comprado dos entradas para que vayamos, aunque yo lo odie") o pasiva ("Tengo entradas para ir al teatro pero nadie me acompaña" "¡Yo te acompaño, aunque lo odio!").

2ª: con la gente con la que te encuentras cada día, el pobre que te pide limosna, la señora que se cae en el autobús, el niño que llora en la calle, el extranjero que está perdido. Es pasiva, no la buscas tú, te exige una respuesta rápida. Su mejor ejemplo, claro, es el samaritano que ayuda al hombre apaleado.

3ª: con la gente necesitada que tú vas a buscar porque te metes en una organización de caridad o porque -por libre- vas a ayudar a alguien lejano que sabes que lo está pasando mal. Por definición es activa.

10 comentarios:

Jorge dijo...

Creo que la caridad es algo que no no se practica y por muchas razones; desconfianza, poca sensibilidad, tal vez hasta por mera costumbre. Cierto es, que deberíamos hacer de ésta un ejercicio constante, ¡justo como propones!

Gracias por éste pequeño recordatorio, yo quisiera tenerlo presente siempre. Un abrazo Fernando.

ojo humano dijo...

!Auch!, qué desafío.
Lo voy a intentar "con la ayuda de Dios" como decimos en Chile.

Miriam dijo...

Por cierto.. ¿la caridad con los blogueros, en qué punto entra?

En serio.... Bravo por la entrada¡ Me voy de aqui con deberes ;O)

AleMamá dijo...

Veo que te metes en caminos de meditación de esos que exigen respuesta personal...
La caridad abarca tanto que se la puede clasificar, disecar, estudiar y demás, pero al final se resume en "has al otro lo que quieres que te hagan a ti" o, en cristiano, como la etiqueta de este post, lo ponemos así. "amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo"

Es un temazo y tanto Ojo Humano (cristiana evangélica ella) y yo, (católica) hemos estado leyendo al mismo tiempo y sin ponernos de acuerdo, la carta Primera de Corintios con su famoso himno a la caridad del cápitulo 13.

Fernando dijo...

Es algo muy importante, Jorge, sea uno creyente o no: la sociedad está deshumanizada, es preciso ayudarnos unos a otros.

En Chile y en todas partes, Ojo Humano, no podemos dar ni un paso sin su ayuda. Lo digo por propia experiencia.

Sin duda en el 1º, Miriam: a veces los blogamigos están más cerca de nuestro corazón que algunos amigos.

Es una buena lectura, Alemamá: el himno es importantísimo, si uno intenta ponerlo en práctica, es lástima que en España a veces se reduzca al folklore de las bodas.

Anónimo dijo...

Buenos días Fernando. La primera es la que, en confianza, más me cuesta, en la segunda tengo además que batallar contra la desconfianza y en la tercera acabo dándome cuenta que en realidad me la hacen a mí.(En todas ellas reconozco que me he encontrado con Jesús unas cuantas veces)Un abrazo.

ALMA dijo...

Interesante el debate que se ha desatado a raíz del post. Yo creo que se dan las 3, por ejemplo saco entradas porque mi amiga/o está triste y me guste o no voy, lo/a acompaño y quizás la ayude a levantarse de su tristeza o del mal que la aqueja. Se entiende?

En cuanto a la caridad entre los blogueros, comparto lo que decís, puedo dar testimonio de que como dice un bloguer amigo: "hay veces que se escribe con el corazón en el teclado".... y también sirve, por ejemplo, para enseñar a superar dificultades ciber a un semejante, sin nada a cambio.

Fernando dijo...

Qué sinceridad, NIP. Curioso que la que más te cueste sea la 1ª.

Para mí es lo mismo que la caridad con los amigos, Alma: hay veces que no te apetece mucho hacer un comentario pero lo haces porque sabes que el otro lo va a apreciar, igual que llamas a un amigo al que a lo mejor no te apetece mucho llamar. Es muy similar.

ALMA dijo...

Muy cierto, Fer.


He enviado un mensaje

Buena semana.

Fernando dijo...

Ahora lo veo, Alma.