Voy a Misa a la Basílica de Jesús de Medinaceli para dar gracias por todo lo bueno del verano y pedir ayuda para el curso que ahora empezamos.
Enorme susto. De camino hacia allá voy meditando en la historia de Job, el hombre piadoso, rico y sano a quien Dios permitió que el diablo le quitara todo, para poner a prueba su fe. Y, en la homilía, el sacerdote menciona esa historia y esa reflexión. Temerosa casualidad.
Me emociono en la Comunión: la soprano y el órgano entonan el Panis angelicus.
domingo, 2 de septiembre de 2012
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14 comentarios:
Uf, estas casualidades producen un tanto de respeto.
Por lo pronto empiezas el curso y sigues escribiendo el blog... y eso es riqueza para todos.
Por cierto, no se me había ocurrido lo de dedicar una Misa a dar gracias y pedir ayuda por el nuevo curso.
Que tengas un genial nuevo curso
Precioso motivo para ir a misa y por la coincidencia no te alarmes. :)
Besazo
Sí, ¡qué casualidad!, pero mientras sean éstas ...
Qué de músicas para misas que tiene allí en Europa.
Recuerdo que ARP, blogger de un blog que leo, contaba de unas misas en Austria. Ahora leo esto. Puf, envidia, envidia.
Tiene razón Juan Ignacio con lo de la música. Acá no todo es malo, pero sí muy popular, de "tamboreo y huifa", con guitarra, en realidad y se desearía un mejor entorno para el Sacrificio del Altar.
Me alegra tu vuelta....y este comentario es coincidente con el correo que te he enviado...sin saber que mencioonabas la emoción de escuchar la música en la misa.
Buena semana, Fer
Es importante hacerlo, Miriam: hay que agradecer un verano feliz y pedir por el futuro, siempre incierto.
Espero que no tenga importancia, Dolega.
A ver qué pasa, Páterfamilias.
No es una canción europea, Juan Ignacio, es gregoriano clásico, supongo que en Buenos Aires se usará en ocasiones solemnes como el Corpus, ¿no?
Es sólo para ocasiones solemnes, Alemamá, usualmente la música es moderna, como deber ser.
Ya lo leí, Alma, fue curiosa la casualidad, gracias.
Pues a mí me ha hecho mucho bien recordar, por medio de tus palabras, la historia de Job. Ando yo un tiempo con esto de las enormes pruebas de Dios y con qué parte de ello tiene el diablo (últimamente lo hablo con mi madre muchas veces) Y me ha venido muy bien esta precisión que haces: "Dios permitió que el diablo le quitara..."
Sólo por eso, esta entrada vale un tesoro. Gracias.
Gracias por pasar por mi blog.
Un saludo desde Chile.
Te leo.
Eres muy amable, Inmaculada. Aguanta ante las pruebas, ya sabes el medio, oración, oración y oración.
Me alegro de verte, Ojo humano, ¡viva Chile!
Más se alegra él de verte (llamándose así). ;-)
Perdona la intromisión, pero me lo habías puesto en bandeja ...
Es una señora, Páterfamilias.
No dije que sea Europea, sino que la usan en Europa.
Suelen usar mejor música que acá, que con suerte en las misas solemnes y no en todos lados ni siempre.
Al menos eso parece...
Queda claro, Juan Ignacio.
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