viernes, 21 de septiembre de 2012

Cada vez

Cada vez que un señor va por la calle con su perro y el perro hace eso y el señor no lo recoge y lo deja ahí me enfado y recuerdo lo de Chesterton: el dogma del pecado original es de los más fáciles de creer.

Cada vez que el señor saca una bolsita de plástico y se agacha y recoge eso y lo tira a la papelera me pongo contento y pienso que, pese a todo, la sociedad tiene futuro.  

10 comentarios:

Fernando dijo...

Aclara que no usas la palabra "dogma" en su estricto sentido.

javier dijo...

Creo que ahora venden unos perros que no hacen "eso".

ojo humano dijo...

Por eso tengo gatos.

AleMamá dijo...

Yo les pasaría un parte a los que paseando perros no lleven sus bolsitas para recoger "eso". Vivo teniendo cuidado cuando cruzo el pasto afuera de mi casa pues lo han transformado en "vater" (eso sólo lo he oído en España, acá decimos water, escusado o baño) de perros algunos paseantes de cánidos.

Al igual que Ojo Humano, mi querida amiga Toyita, tengo gato, pero los perros me encantan.

Acabo de llegar después de una semana en la playa, Fernando. No te he olvidado.

Juan Ignacio dijo...

A mi pone mal que la dejen y me pone triste verlos levantando caca de perro. Me parece rebajarse tanto eso de andar levantando la caca de un animal...

ALMA dijo...

Confieso que leí dos veces el post, la primera, porque me causo mucha gracia leer el tema y la forma que lo trataste, y me reí bastante; la segunda po rque me di cuenta que lo leí en forma superficial y al tomármelo con humor, me había ido del tema

Tuve gatos y tuve perros, todos tienen sus encantos, aunque claro hay que tener cuidado de que el "popó" (como decimos acá) no moleste al vecino.

Carmen J. dijo...

Buen post.

Tengo perro, y no me da ni verguenza, ni asco, ni me entristece recoger eso. Me daría mucha vergüenza, mucho asco y me parecería muy triste no tener el menor sentido cívico para dejarlo ahí.

Yo no me rebajo a levantar la caca de un animal. Yo procuro que mi perro no moleste a nadie, ni siquiera a los que se pueden entristecer al verme. Pienso que ellos comprenderán que también lo recogería en el pasillo de mi casa, suponiendo que el perro no estuviera educado.

Fernando dijo...

Cómo avanzan los tiempos, Don Javier.

Más limpios, sin duda, Ojo Humano.

Nosotros a ti tampoco, Alemamá, bienvenida.

No creo que sea una humillación, Juan Ignacio: nunca he tenido uno, pero me parece que limpiar eso es una muestra de amor al animal y de respeto a la comunidad.

Creo que esa es la regla correcta, Alma.

Hola, Carmen, bienvenida, y gracias por explicarlo con tanta exactitud.

Anónimo dijo...

Buenos días Fernando. Cuando empezó en España aquello de limpiar el propio amo eso, como lo de ponerse el cinturón de seguridad en ciudad, las sillas de los niños, etc, y veo que poco a poco ha sido integrado y respetado en nuestra forma de ser y vivir me doy cuenta de los importante que son las pequeñas cosas para los grandes cambios.Un abrazo.

Fernando dijo...

Algunos de esos cambios son buenos, NIP, aunque de entrada nos sorprendan. Otros son estúpidos, al principio nos chocan y al final los acabamos asimilando como si fueran algo normal.