lunes, 6 de agosto de 2012

Amanecer en el lago

Un amigo me pidió que le presentara un papel en una oficina administrativa. Me dijo que abrían a las 8 de la mañana, pero era un error: abrían a las 9. Me enfadé. Decidí aprovechar el tiempo e ir al cercano Parque del Retiro, a ver su lago rectangular. Amanecía. El sol se reflejaba en al agua, que era de color plata brillante. Dos locos del remo ya iban de un lado al otro en sus canoas, al alejarse se convertían en manchas móviles. Silencio, el único ruido era el gluglu de los inmensos peces que asomaban la cabeza un momento. La estatua de Alfonso XII era otra mancha en el agua quieta. Me sentí cerca de Dios, recé.

Se me ocurrió que a lo mejor dentro de dos o tres meses, cuando vuelva el frío, mi recuerdo más fuerte del verano sea esta escena.

Me acordé de algo que contaba Andy Warhol. Le invitaron a una fiesta de gran lujo en Venecia. Estuvo meses ilusionado, preparándola. Para ir del hotel a la fiesta cogió un taxi, el taxista era muy simpático y hablador (quizá guapo, no sé). Pasaron los meses, olvidó la fiesta, todo el recuerdo de Venecia que le quedó fue el viaje en taxi con el taxista simpático.

6 comentarios:

dolega dijo...

Ademas de verdad. Algunas veces hay cosas que se meten en el alma. Son pequeñas cosas, momentos, pero logran un lugar privilegiado en nuestra memoria.
Saludos

Juan Ignacio dijo...

Pasa, sí, sí.

Un detalle que me llama la atención: ¿por qué "quizás guapo"? ¿Es que Andy Warhol se fijaria en eso?

ALMA dijo...

Con tu magnífica descripción, te aseguro que estuve a tu lado. Por favor seguí publicando este estilo de post

paterfamilias dijo...

Curioso y cierto de que al final ésa puede ser la imagen del verano. Y a tu amigo ...

Fernando dijo...

Lo que no está claro es qué hace que unos recuerdos pasen a ser más importantes que otros, Dolega.

Bueno, él era gay militante, Juan Ignacio, a lo mejor eso fue importante para él (aunque no lo menciona en el libro).

Qué amable, Alma. Gracias.

Quizá fue culpa mía por fiarme de él y no llamar yo a confirmar la hora, Páterfamilias.

Miriam dijo...

Es un cuadro pintado con letras.
Casi casi oigo a los peces, y he sentido el fresquito de la primera hora (no sé si hacía fresco, pero a mi me ha llegado una brisa que provenía de la entraeda)
Con el calor que hace por aquí, se agradece