Hay algo extraño en nuestra vida. Cuando te va a ocurrir algo importante (tu boda, una operación grave, un cambio de trabajo o de casa) la vida, las pequeñas cosas de la vida, siguen ahí, día a día, distrayéndote de ese gran acontecimiento que se acerca. El médico te dice que te vas a morir el jueves, qué lástima, pero el lunes tienes que ir a la compra, no te vas a dejar morir de hambre, y el martes tienes que lavar los platos, no te vas a morir dejándolos sucios, y el miércoles has de llamar a tu cuñada, es su cumpleaños y es muy susceptible, la pobre.
Durante casi 400 semanas, una tras otra sin excepción, yo he esperado que llegaran estos días que vivimos, los días previos al final (político) de Zapatero, he rezado mucho mucho por ello, y pensaba que todo sería especial, distinto, con majestuosos atardeceres rojizos. Pero en Madrid llueve, así que el atardecer no es ni rojo ni azul ni nada. Incluso el día histórico, el domingo, se ve inundado de cosas cotidianas, si viene gente a cenar y ver los resultados haré carne asada, hay que comprarla el sábado, el sábado por la mañana pues por la tarde cierran, pero ya por la mañana había medio quedado con mi hermana, entonces puedo quedar con ella por la tarde, pero por la tarde había pensado comprar el champán del domingo, entonces... La semana histórica se ve inundada de los pequeños líos de siempre, distrayéndonos.
Y luego está la casualidad, esas casualidades que tanto me gustan, en las que veo la mano de Dios. Zapatero convocó las elecciones el 20 de noviembre por hacer una gracia, su "última gamberrada adolescente", según dijo un periodista, pues ese día es el aniversario de la muerte de Francisco Franco, ya ves que grasioso es. Pues bien, el domingo pasado, en Misa, caí en la cuenta de la feliz coincidencia: vamos a echar a los socialistas el día de Cristo Rey, Rey del Universo, Rey de España.
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15 comentarios:
Buenas tardes Fernando. Así es,no tenemos más Rey en España que Cristo. Del poseso podíamos encontrar como atenuante que quitara el impuesto de patrimonio pero un buen día nos quitó la posibilidad de apiadarnos de él. Lo celebraré con un Noe Pedro Ximénez pues reservo la burbuja para el día que arda el incombustible santi, el creador de infames fosas que aparecen cuando el otro paga por escarbar las, dicen que haylas, de su bando y banda. Un abrazo.
Yo también cuento los días que faltan y ... no me había parado a pensarlo, pero es verdad, seguiré haciendo las cosas de siempre (espero). Aunque, mirándolo desde otro punto de vista, es del todo lógico. Solo faltaría que ese día no fuera a trabajar, por ejemplo, porque hemos conseguido echar a Rodríguez.
Me parece que me estoy liando... ¿será la emoción?
De todos modos, toquemos madera, amigos, que hasta el rabo todo es toro y ya tenemos desgraciadas experiencias en urnas que dan la vuelta como en un tiovivo.
Qué bonito es eso de las pequeñeces, el sol, que siempre sale, el tío.
Las pequeñas cosas, lo rutinario... Decía Unamuno que sin las cosas sencillas todo se estropea.
Es cierto que solemos imaginarnos las cosas más grandes, los actos más heroicos, todo más majestuoso de lo que realmente es. Por eso surge muchas veces la frustración cuando nos topamos con la "sencilla realidad". Yo creo que esto es, en parte, por la fantasía y el cine, que nos inducen a pensar así. No obstante, si miramos con detenimiento aquello que parece rutinario podemos observar que, en realidad, es mucho más sorprendente, grande y majestuoso de lo que parece.
En fin, qué rollazo he soltado, jaja.
¡Qué bendita casualidad que coincidan las elecciones con la fiesta de Cristo Rey!
Definitivamente, hay orden en el caos, y siempre es Dios quien ordena y decide. Una vez más el diablo se ha pisado la cola.
Saludos
NIP, a veces la Historia se venga: el incombustible va a tener la rabia de morir con un gobierno de derechas, salvo que aguante otros 8 años.
Páterfamilias, eso dependerá de los litros de cava que cada uno beba esa noche (espero!!).
Así es, Nodisparen, sin duda hay un voto oculto que se averguenza de decir que vota al PSOE: no hay que bajar la guardia.
Así es, Andy, lo cotidiano tiene una grandeza que nos emociona si nos fijamos bien en ella; pero sí, pensé que esta semana iba a ser extraordinaria en el día a día, y no sólo está siendo común sino que encima llueve en Madrid.
No me negarás que tiene gracia la coincidencia, Alemamá. Reza por nosotros, el domingo nos jugamos mucho.
La bendita rutina está ahí, y digo bendita por como la echamos de menos cuando se rompe; pero el cosquilleo en el estómago no nos lo quita nadie y eso que nos esperan tiempos duros
Así es, María Jesús, cuando algo cambia nuestra rutina (incluso algo bueno, como un viaje) nos damos cuenta de cómo apreciamos las pequeñas repeticiones de todos los días. Y que Dios nos ayude a partir del lunes.
Tengo presente, por supuesto, las elecciones del domingo.
Desde aquí rezaremos también.
Poco se de España y política pero a mí tampoco me gusta (gustó) Zapatero (a pesar de no tener gran gusto por la política basta una o dos leyes que se promulguen en su gobierno para que un presidente me guste o no).
Bueno, mucha suerte mañana.
...y creo que acaba el tiempo ordinario, buen Adviento Fernando!!!
Es increíble Fer, tu capacidad para encontrar maravilllosas casualidades o causalidades.
Gracias, hermana, rece por nosotros para que todo vaya mejor.
Juan Ignacio, basta con saber que era muy amigo de Cristina Fernández para hacerse idea del tipo de gobernante que ha sido.
Así es, Tomae, es preciso volver a centrarnos en lo importante.
Fue fácil, Alma, nos lo recordó el sacerdote al acabar la Misa del domingo pasado y ¿cómo no relacionar ambas cosas?
ja jaj a Si es que los caminos de Dios no son los nuestros. Y por mucho que uno se empeñe en torcerle el trazo... Dios cuando conviene "escribe recto sobre renglones torcidos"
A ver que pasa....
Así es, Miriam, pero no deja de ser gracioso que este enemigo de Dios que hemos tenido haya elegido el día de Cristo Rey para perder las elecciones, ¿verdad?
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